Irene Raya, profesora e investigadora en la Universidad de Sevilla, es la coordinadora de El Viaje de la Heroína, ganador del premio Libro de Cine en los ASECAN de 2020. Este libro académico, publicado por la joven editorial Readuck, explora 10 iconos femeninos épicos del cine y la televisión de una manera entretenida y didáctica.
En 35 Milímetros hemos tenido la suerte de charlar con Irene sobre su labor como coordinadora del proyecto.
Pregunta: Has comentado que el punto de partida para El Viaje de la Heroína fue la elaboración de un índice con los diez personajes que sabías que debían aparecer en el libro. ¿Por qué exactamente esos personajes?
Irene Raya: Algunos de los personajes, cuando empiezas a investigar sobre heroísmo, viaje del héroe y personajes femeninos, te los vas encontrando por el camino: Wonder Woman, Ripley, Sarah Connor… Otros, por resonancia mediática, como Xena, Beatrix Kiddo o Buffy. En el caso de Rey, no, porque apenas hay bibliografía todavía sobre su posición en el universo de Star Wars. Sin embargo, me parecía una gran señal que hubiera un personaje con sus características dentro de un producto tan popular como es esta saga. Por ejemplo, Katniss me pareció interesante porque es un personaje con un papel muy revolucionario, que además recoge la herencia de Harry Potter dentro de las sagas populares juveniles. También sabía que había autoras que estaban vinculadas a algunos personajes, entonces fue sencillo armar el índice.
P: Tu capítulo trata sobre Buffy Cazavampiros, y mencionas la dualidad de características femeninas y rasgos asociados a la masculinidad presentes en ella. ¿Crees que se obliga a los personajes femeninos heroicos a renunciar a esa femineidad?
IR: Creo que es una controversia en la que estamos siempre. Es decir, estamos tan acostumbradas a que nos digan cual es nuestro rol en la ficción que, o te pareces mucho a un hombre, como es el caso de Ripley o Imperator Furiosa, o te rechazan por perpetrar patrones heteropatriarcales que se han utilizado toda la vida. Tenemos que ser conscientes de que vivimos en una contradicción. No sabemos si podemos expresar más o menos nuestra femineidad, o cómo hacerlo para que nos tomen más o menos en serio. Buffy es muy contradictoria, aparentemente es muy superficial, pero esa es su manera de enfrentarse a una vida como cazadora de vampiros. Desarrolla un modelo de femineidad clásico, pero fusionado con otras características propias de héroes épicos. Lo que más me gusta del libro es que todas son muy distintas entre sí, y ninguna es más heroica que otra.
P: ¿Crees que, si alguno de estos personajes se crease en 2020, cambiarían de alguna manera?
IR: Seguramente sí. Todos estos personajes que están desarrollados son focalizados desde el punto de vista masculino, porque son de creadores masculinos. A medida que haya más autoras, más escritoras de televisión o de cine que se dediquen a personajes heroicos, cambiará el modelo. El problema es que nos han dicho toda la vida que las ficciones de acción y épica son para los hombres, entonces las mujeres rara vez consumen este tipo de productos. Es decir, incluso las que vienen en el libro son ficciones que están más destinadas a un público masculino que femenino. Cuando las mujeres reivindiquen su lugar, esos personajes femeninos cambiarán. Esos comportamientos supuestamente femeninos que los hombres idealizan en su cabeza desparecerán, y serán más auténticas. Pero, de momento, es lo que hay.
P: Rey es una de las protagonistas de este libro, publicado antes del estreno de la tercera parte de la nueva trilogía de Star Wars. ¿Qué opinas sobre el desenlace de este personaje?
IR: Bueno, es verdad que al final han reducido la historia de Rey a una complementariedad con un personaje masculino. Aun así, sigue siendo la heroína de la trilogía. Precisamente me preocupa que parte del fracaso de esta nueva trilogía, dentro del gran éxito que es, es que sea un personaje femenino protagónico. Creo que eso, desgraciadamente, les ha jugado en contra. A mí me sigue gustando mucho el personaje de Rey. Creo que sigue siendo muy fuerte, y que su parte compasiva es la que hace que Ben Solo vuelva al redil. Pero es verdad que le dan un papel redentor sobre el hombre al estilo de La Bella y la Bestia, y se repite de nuevo el patrón. Creo que no eran conscientes de la responsabilidad que tenían, o no han querido serlo. Pero como personaje, Rey me sigue pareciendo muy bueno y creo que podría tener una expansión diegética en otros medios muy interesante, y que podría verse en series, en cómics, etc. Ya alejada de esa historia romántica.
P: ¿Crees es posible que dejen de aparecer campañas de odio contra personajes femeninos heroicos? Como, por ejemplo, Capitana Marvel.
IR: Por supuesto, lo que pasa es que ahora mismo estamos en el momento de transición. Queremos que las cosas sucedan muy rápido, pero no suceden al ritmo que queremos. Es cuestión de tiempo que cambie. Por ejemplo, no se han atrevido a sacar en Star Wars esa relación entre Finn y Poe, cuando claramente había mucha química. Tampoco le han querido dar una novia a Elsa en Frozen. Pero es cuestión de tiempo, de que se vuelva una realidad social como ya es, y el consumidor, que es quien tiene el poder adquisitivo, apueste por ello. Subvertir los patrones tradicionales en medios populares, como cine y televisión, es un gran arma para cambiar el mundo. Entonces, los que dirigen las productoras son hombres, y les va a costar mucho trabajo aceptarlo y aplicarlo, porque no les conviene. La estructura que existe ahora mismo a ellos les funciona perfectamente. Si los personajes femeninos no tuvieran tanto éxito a ellos les vendría bien, porque pueden seguir justificándose para no darles más protagonismo. Pero pienso que el avance de la sociedad es más fuerte y más potente de lo que sucede a nivel económico. Al final se conseguirá el cambio, pero será algo que llevará bastante tiempo.
P: Vosotras, como autoras de este libro, ¿creéis que este cambio ha venido surgiendo de manera gradual o que el auge de la cuarta ola feminista ha precipitado de alguna manera que esto se ponga sobre la mesa?
IR: Cada uno de los modelos que te encuentras en el libro puede relacionarse con una época del feminismo. Puede verse cómo la segunda ola influye en personajes como Ripley o Sarah Connor, donde se veía que la única forma de éxito era que la mujer se pareciera al hombre. En el caso de Buffy, por ejemplo, es un caso muy claro del movimiento girly. Casi podría ser una Spice Girl, ya que es muy femenina y está buscando una manera de reivindicar su papel en el mundo sin renunciar a su femineidad clásica. Los productos audiovisuales son reflejo de lo que sucede en el mundo, en el contexto social y político. Ahora, en el contexto de la cuarta ola, yo espero que aparezcan más personajes de este tipo. Como iconos heroicos tenemos a Wonder Woman y a Capitana Marvel, y a Rey. Yo espero que se convierta en una tradición. ¿Qué pasa? Que después suceden cosas como las de Los Cazafantasmas, que la versión femenina ha sido un fracaso absoluto, cuando es una película de la misma calidad que puede serlo cualquier otra de Los Cazafantasmas. No eran productos audiovisuales maravillosos, simplemente se volvieron de culto por su originalidad. Pero el hecho de estar protagonizadas por mujeres las ha hecho volver atrás. Este es el momento de lucha, de cambio, de seguir haciendo propuestas y e interesarnos por éstas. Creo que la clave está en que las mujeres apuesten por esto, tenemos una responsabilidad como consumidoras. El problema es que, desde la base que nosotros tenemos educacionalmente, pensamos que la acción no está hecha para nosotras y para consumir por nosotras. Tenemos que ir nosotras al cine y ver este tipo de películas.
P: ¿Es positivo convertir personajes masculinos en femeninos?
IR: Yo estoy a favor de eso. Tradicionalmente no se construían personajes con una diversidad relevante. Y, esos personajes, para bien o para mal, tienen muchísima más representación y sonoridad en la sociedad que un personaje que aparezca ahora de repente. Entonces el hecho de volverlo una mujer, si tiene justificación narrativa, no debería ser un problema. O el hecho de que tenga una orientación sexual distinta a la de origen. Porque claro, cuando se inventó el Capitán América a lo mejor no te habías planteado que fuera homosexual. Pero a lo mejor en este contexto actual, era menos forzado que tuviera una relación con Bucky a que la tuviera con Peggy Carter. Entonces esos personajes tienen que adecuarse al contexto histórico y adecuarse a la realidad. Ese es el punto de partida. Es importante rescatar personajes populares e icónicos de su momento de origen, y adaptarlos a la realidad.
P: ¿Crees que impartir la asignatura Estudios de Género ha retroalimentado tu trabajo en el libro?
IR: El libro surgió antes de ser yo profesora de Estudios de Género, porque mi primer año como profesora de esa asignatura fue el año pasado. Antes había trabajado el tema tangencialmente, no lo había trabajado de lleno. Pero lo que vas dando en clase siempre te abre puertas e ideas sobre cosas que coordinar. Yo llevo tres libros coordinados, el primero era sobre Juego de Tronos, allá en 2013, cuando acababa de empezar. El segundo era de Joss Whedon, y este es el tercero. El Viaje de la Heroína es una apuesta personal que yo tenía ahí guardada. Y es inevitable que, con las conversaciones que salen en clase con los alumnos, se vayan fraguando ideas y al final éstas queden cristalizadas en los libros. Ya cuando empecé a indagar sobre el viaje de la heroína, me di cuenta de que el propio viaje está concebido desde una perspectiva masculina. Se incide mucho en la capacidad de destrucción del héroe, pero no se incide tanto en la capacidad de creación porque el hombre no puede crear vida. Hay propuestas de viajes de la heroína en los que sí se contemplan esas diferencias, pero no son tan populares como el de Joseph Campbell.
P: ¿Crees que en el ámbito de la investigación o crítica audiovisual hay cierto machismo a la hora de abordar o no abordar diversos temas?
IR: Sí, hay ciertos temas en el ámbito académico que siempre tienes un poco de miedo a abordar. Sobre todo, cuando te dedicas a investigar personajes femeninos, y, además, dentro de la cultura popular. La cultura popular de por sí ya tiene ese estigma de no ser seria, pero no hay nada como la cultura popular para identificar los cambios sociales. Es lo que mejor te sirve para captar el pulso social, el cambio de la sociedad. Por ejemplo, ayer estuve viendo Operación Triunfo, y yo vi la primera edición hace 20 años. Y me doy cuenta de cuanto ha cambiado la juventud. ¿Qué otro programa puedes utilizar para captar eso? El nivel educativo de los jóvenes, el nivel de idiomas que tienen, la formación… También su ansia por ser públicos, ya incluso antes de entrar en el programa. No hay nada como la cultura popular para captar tan bien el cambio social. Por eso me gusta trabajarlo. Pero es verdad que hay ciertos temas, y más ligados a heroínas, que siempre tienen ese estigma de pertenecer a literatura fantástica, o a la épica, o a la ciencia ficción, que también suele verse como algo menos serio. Entonces, a veces cuesta trabajo abordar algo así porque puedes sentir que no vas a ser tan bien recibido. Pero, de momento estoy contenta con el recibimiento.
P: ¿Para cuándo una segunda parte de El Viaje de la Heroína?
IR: Pues a mí me encantaría que se trataran también personajes de videojuego, porque son fundamentales en este ámbito. Además, aportan novedades muy interesantes, incluso con respecto a la televisión y cine, yo diría que están bastante más avanzados. Sería cuestión de armar el índice. Este año, de momento no, tengo que centrarme en mi vida académica. Pero no lo descarto. Sería interesante tener una especie de enciclopedia.
P: Alguna vez has mencionado que eres muy fan de las princesas Disney, y no hay ninguna representación de películas clásicas de Disney en el libro.
IR: Yo siempre comento con respecto a las princesas Disney que no hay ningún texto peligroso. Todo depende de la interpretación que tú le des. Todo lo que se consume te puede aportar algo. Y el hecho de que las princesas Disney estén concebidas completamente desde un pensamiento heteropatriarcal, y desde el principio tengan tintes machistas, no significa que sean productos que se deban dejar de consumir. Porque entonces no consumiríamos nada. Pero, algo que siempre he tenido en la cabeza, es hacer un libro sobre personajes Disney femeninos. Hablar sobre lo que te han aportado desde un punto de vista positivo, porque es cierto que son los referentes que hemos tenido muchas. Entonces, me gustaría ver qué han aportado, por qué gustan tanto, y ver también dónde está el mensaje más peligroso para las nuevas generaciones. Incluso su evolución, ya que implica los cambios que se han producido históricamente.
P: ¿En qué se diferencia Readuck de otras editoriales jóvenes?
IR: A nivel editorial, apuestan por la producción en Andalucía. Los libros se imprimen en Málaga, y la publicidad, la creación de la página web, etc. Todo ha sido contratado personal de aquí para enriquecer la propia tierra. En su línea de divulgación, de la que yo soy directora, quieren apostar por obras que tengan un carácter social, en la medida de lo posible. Además, su idea es acercar este tipo de trabajos a una lectura más sencilla y dinámica. Lo académico normalmente se queda en lo académico, que es muy restrictivo y lo leen tres personas. Pero la idea es que esto lo puedan leer gente de todos sitios y entenderlo. Una de las cosas curiosas, por ejemplo, que me comentan ellos, es que piden el libro desde aldeas perdidas. ¿Cómo ha llegado allí? ¿Cuál ha sido el proceso? Siendo una empresa tan pequeñita. Es muy interesante ver cómo funciona eso. En la línea de rol, también quieren que tenga un cierto compromiso social. El mundo de rol es profundamente machista, y la entrada de las mujeres, tanto para jugar como para crear juegos, es muy muy reciente. Entonces las mujeres no han tenido una representación. En el primer libro publicado, las protagonistas absolutas son las luciérnagas, que son las mujeres. Con la línea narrativa, lo que están haciendo ahora es donar una parte de la recaudación de las ventas web a causas sociales. Por ejemplo, a Vidanimalis, que es una protectora de rescate de perritos y gatitos. Y su idea es tener una empresa con un fuerte componente social en un mundo que no está hecho para proyectos sociales.
Sigue a Readuck en Twitter: @readuck