En busca de su sueño de convertirse en cineasta, Ignacio Maiso se trasladó a Reino Unido. Allí cofundó una productora de películas independientes para financiar sus proyectos, Tractorni Productions. Tras años filmando cortometrajes, en 2018 decidió atreverse con su primer largometraje, Prowler. Su ópera prima llegaría a la plataforma de streaming Amazon Prime Video y llegó a ser editada en DVD y Blu-Ray. Ahora, con más experiencia y con las pilas recargadas, presenta Them, su segunda y más ambiciosa película. En esta ocasión se adentra en el terreno de la ciencia ficción con una preciosista propuesta que perfila un enrevesado futuro distópico al más puro estilo platoniano. La cuidada fotografía, la sobrecogedora música y la impecable calidad de sonido dan son muestras del buen hacer y la artesanía que se esconde tras el proyecto. Hoy hablamos con una persona que, en vez de soñar con hacer cine, se puso a hacer cine.
P: Them es tu segundo largometraje. El primer, Prowler, fue incluido en el catálogo de Amazon Prime Video en EE.UU. y Reino Unido, ¿Cómo crees que ha cambiado tu forma de hacer cine de una película a otra?
R: Creo que ahora sé más cosas. He aprendido a ver los problemas con más antelación. Pero a nivel de gustos, de lo que busco en mis películas, no he cambiado demasiado, simplemente diría que estoy más preparado. En el primer largometraje siempre tienes que tener visión de embudo, pero ahora soy más capaz de relajarme incluso en las situaciones más estresantes en el set. Cuando hacía cortos quizás me era difícil darme cuenta de ciertos problemas que pasan a tu alrededor durante el rodaje, ahora el proceso me lleva a ser más capaz de, incluso en situaciones estresantes, de echar el freno de mano para mirar alrededor y tener una visión más global. Hay veces que piensas que tienes la escena bajo control pero luego en rodaje te das cuenta de que no, de que las escenas no siempre funcionan como tú quieres, lo cual es una situación interesante. Creo que dentro de lo que cabe me sobrepongo relativamente bien.
P: ¿Cómo surge la idea de Them y de rodar un segundo largometraje?
R: Va a sonar muy poco romántico, pero fue participando en un festival donde teníamos que hacer un corto de Ciencia Ficción en 48 horas. Más tarde, el guion que escribí para ese corto sirvió de inspiración para Them. Esto sonará aún menos romántico, pero nuestra situación nos obligaba a plantear un proyecto que se pudiera producir. Si tienes un presupuesto limitado tienes que aprender a escribir cosas que sean realizables dentro de tus posibilidades. Es verdad que ajustarte a unos parámetros para poder realizar el proyecto puede limitar la creatividad, pero de alguna forma también la potencia. El hecho de que tengas un marco del que no te puedes salir minimiza las opciones, lo que facilita mucho el rumbo. Elegir entre veinte cosas siempre es más complicado que elegir entre tres.
P: Además de dirigir tus películas, también las escribes. ¿Cómo es el proceso de escritura desde que nace la idea hasta que se materializa un guion?
R: Yo divido los guiones en cinco partes. Planteamiento, nudo y desenlace, y el nudo subdividido en otras tres partes. Busco que cada parte tenga unas quince páginas. Con setenta y cinco páginas ya puedes hacer un largometraje. Mi consejo personal para las películas independientes es que no pasen de cien páginas. Una vez tengo clara la idea sobre la que se basará el guion, comienzo a escribir sobre ella. Hago la escaleta para clarificar y planificar al detalle cada parte de la idea y ordenar la trama. Sobre esa escaleta comienzo a escribir el guion.
P: Eres un español que está haciendo cine independiente en Inglaterra, ¿Cómo es planificar la autofinanciación de las películas y buscar fuentes de financiación?
R: Nuestro presupuesto se va principalmente en localizaciones, gastos de transporte y manutención del equipo. Por desgracia, la mayoría de las veces, las limitaciones presupuestarias no nos permiten cobrar a ninguno. Normalmente lo que hacemos es ofrecer en el contrato a los miembros del reparto y del equipo un porcentaje determinado sobre los potenciales beneficios generados por la cinta. Por desgracia, es muy difícil sacar beneficios de una película independiente.
P: ¿Has notado un salto de calidad de Prowler a Them?
R: Narrativamente sí. Técnicamente no, si entendemos la técnica por cómo se ve y cómo suena la película. Las dos películas son muy parejas. Obviamente hay veces que estás más lúcido que otras, y cuando tienes más experiencia eres capaz de improvisar mejor. Por eso creo que esas improvisaciones a la hora de sacar los planos que necesitas están mejor conseguidas en Them que en Prowler. Ahora bien, a nivel narrativo sí que veo diferencias. En general estoy más contento con Them. Quizás es una película más rara y compleja, más abstracta, pero aún así se entiende fácil, que es lo que yo buscaba. Esta segunda película tiene más consistencia, y creo que la historia se entiende mejor. A mí me gusta jugar con la ambigüedad de las cosas, pero hay que aprender a moverse en la frontera entre lo interesante y lo confuso. Lo interesante está bien, pero lo confuso está mal. A veces hay que arriesgarse. Creo que en Them, te gusten más o menos, todos los personajes cumplen su función, y eso me congratula.
P: ¿Qué tipo de película es Them?
R: En principio es una película de Ciencia Ficción con elementos de Thriller. Pero en cierto modo siento que si trato de catalogar mi propia película estoy tratando de direccionar a la gente que vaya a verla, y eso es algo que no me interesa hacer. La película toca muchos temas, pero no me interesa hablar de mensajes subliminales. No sé cuál es el mensaje de Them. Yo para dirigir no necesito saber nada de eso. Solo necesito saber de qué va la historia y por qué los personajes hacen lo que hacen, y todo eso lo sé. La película tiene un cierto pesimismo, es una distopía en la que la sociedad vive en un sueño perpetuo controlado por una raza de superhumanos. Dentro de estos superhumanos surge un cierto conflicto sobre si es necesario o no mantener a los humanos como ovejas. De todas maneras, creo que la originalidad de Them no está en el qué si no en el cómo.