‘El Rey ciervo’, medicina y fantasía medieval

Título original: Shika no Ō: Yuna to Yakusoku no Tabi

Año: 2021

Duración:

País: Japón

Dirección: Ando Masashi, Masayuki Miyaji

Guion: Taku Kishimoto. Novelas: Nahoko Uehashi

Música: Harumi Fuuki

Reparto: Watanabe Anne, Sakurai Tooru, Takeuchi Ryouma, Kimura Hisui, Tsutsumi Shinichi, Kawamura Rie, Genda Tesshou, Hino Satoshi, Orikasa Fumiko

Productora: Production I.G

Distribuidora: Toho. Selecta Visión

Género: Animación, Drama, Fantasía

Ficha en Filmaffinitty

Del director de animación de películas inolvidables y más que aclamadas como son El viaje de Chihiro (Miyazaki, 2001) o Paprika, detective de los sueños (Kon, 2006), Masashi Ando se une al director Masayuki Miyaji para llevar a los cines El Rey ciervo. Este filme, una aventura fantástica sobre la importancia de la naturaleza y la medicina, es la adaptación de una serie de novelas homónimas de la escritora Nahoko Uehashi.

El Rey ciervo invita al espectador a adentrarse en un mundo medieval fantástico, donde dos reinos enfrentados desde tiempos inmemoriales se ven obligados a pausar sus guerras por la presencia de una extraña pandemia que solo afecta a uno de los bandos. Es aquí donde aparecen nuestros protagonistas: Van y la pequeña Yuna, ambos inmunes a la enfermedad. Van, que arrastra importantes pérdidas en su vida, acoge a Yuna como si de su hija se tratase y se ponen en camino bajo el seguimiento del reino afectado por la epidemia de la cura a la enfermedad.

el rey ciervo
Fotograma de ‘El Rey Ciervo’ (Foto: Selecta Visión)

La película brilla en su lado artístico con innumerables escenas de animales dedicadas a la belleza de la naturaleza, donde es imposible no ver destellos del estilo del Studio Ghibli. Su diseño de personajes, las expresiones, formas en las que se mueven y en general todo el aura que rodea cada escenario de la película deja esa sensación de estar viendo un antiguo trabajo de Hayao Miyazaki.

Aunque la trama principal de El Rey ciervo se centre en la epidemia, al crear un mundo medieval desde cero con sus numerosos nombres fantásticos, dos bandos con sus respectivas familias reales, la relación entre cada una de ellas, las nomenclaturas de hechizos, animales, y términos médicos,… acaba por saturar a cualquiera, casi obligando al espectador a centrarse en la relación de Van y Yuna para poder seguir la trama. Este desenfoque de la atención de la pandemia sufre altibajos, haciendo que la interesante contraposición de la medicina con las supersticiones de los habitantes de los reinos se pase por encima, sin poder llegar a profundizar en lo cercano que nos resultan estos dos bandos representados en el medievo fantástico.

A todo esto hay que sumarle la característica representación de la enfermedad, y en cómo esta sucumbe con todo lo que está a su paso que pone la guinda al pastel de la comparativa, (más que repetitiva desde el paso de la película en Sitges pero es que es inevitable) con La Princesa Mononoke (Miyazaki, 1997). Salvada en todo caso por las decisiones de los protagonistas de nuestra película y la actitud imperialista que se deja sentir durante toda la película.

El rey ciervo
Van, personaje protagonista de ‘El Rey Ciervo’ (Foto: Selecta Visión)

En general la película es muy agradable visualmente, su música acompaña el sentimiento, y aunque no innove demasiado en su final y desarrollo de personajes, El Rey ciervo consigue que te adentres durante los 114 minutos de duración en su fantasía naturalista.

Lo mejor: La trama fraternal de Van y Yuna.

Lo peor: Su ritmo algo pausado sumado al exceso de tramas abiertas.

Nota: 6/10