Título original: Summer of 84
Año: 2018
Duración: 105 min
País: Canadá
Dirección: Anouk Whissell, François Simard, Yoann-Karl Whissell
Guion: Matt Leslie, Stephen J. Smith
Música: Le Matos
Fotografía: Jean-Philippe Bernier
Reparto: Graham Verchere, Judah Lewis, Caleb Emery, Cory Gruter-Andrew, Tiera Skovbye,Rich Sommer
Productoras: Brightlight Pictures / Gunpowder, Sky
Género: Aventura. Terror. Años 80
Fecha de estreno: 1 de febrero de 2019 (España)
Quince años, un barrio donde nunca pasa nada, cuatro amigos buscando aventuras y todo un verano por delante. En un ambiente rodeado de la famosa saga de Los Cinco y Los siete secretos, los directores de Turbo Kid, Anouk Whissell, François Simard y Yoann-Karl Whissell, se unen para recrear cómo es el verano de unos chicos adolescentes en el 84. La vida pasa entre charlas sobre cómics, chicas y revistas porno. Algún que otro día se lleva a cabo «La Caza», lo más emocionante a lo que se enfrentan los jóvenes del pueblo, con escondites, walkies y linternas para intentar aguantar lo máximo posible sin ser descubiertos. Tommy, el protagonista de esta aventura, lleva metido en el tema de lo paranormal y conspiraciones desde pequeño, así que no tarda mucho en crear una historia en su mente. Conecta las desapariciones a chicos adolescentes de pasados unos meses con uno de los residentes del barrio.
Estos años atrás, con la llegada de series como Stranger Things o películas como Super Dark Times o la propia Turbo Kid, ha resurgido la ola de los ochenta. El público más joven disfruta viviendo lo que en su día no pudo presenciar, mientras que por otro lado, la propia generación de los ochenta o anteriores a esta vive con nostalgia sus vacaciones de verano. Los que pudieron ir al estreno en salas de Encuentros en la III Fase y los que desearon haber ido, crean una atmósfera casi fanática que conecta con las aventuras de estos cuatro amigos.
Los tres directores de Verano del 84 saben muy bien cómo llenar su película de todo tipo de referencias, sin llegar a ser invasivas, para aprovechar estos pensamientos del espectador. Usando cómics de los anteriormente mencionados Los siete secretos, los famosos personajes de DC o Marvel, o la banda sonora del film con los éxitos del momento, consiguen transportar a cualquiera a ese caluroso verano, lleno de aburrimiento, reuniones en la casa del árbol y paseos en bici por el pueblo.
En Verano del 84, lo que parece una nueva aventura como pudo ser Los Goonies o Stand by me, se transforma en algo mucho más oscuro tras la figura del supuesto vecino del que nadie sospecharía, al fin y al cabo Tommy fija su visa en el policía de barrio. Aunque no haga falta escuchar lo que tiene en mente el protagonista, desde el primer contacto que aparece en pantalla de Tommy y el policía es inevitable sospechar de él, aun sin conocer la historia de las desapariciones. El ambiente húmedo y las sospechas tan fáciles de creer por el simple morbo de que ocurra algo llevan a los cuatro amigos a meterse de lleno, junto al espectador, en el misterio juvenil deseado.
No hace falta profundizar demasiado en el grupo de amigos para saber la personalidad que tiene cada uno, con sus tópicos adolescentes para que resulte aún más obvio reconocer a cada personaje. Por un lado, la sensación de que es una película más de cine de aventura adolescente llega a aburrir si se busca algo exigente, pero por el otro lado, el metraje se convierte en un paseo por el que dejarse llevar. Hasta que llegados al clímax de Verano del 84, la tensión, el no acabar de creer a nadie y lo turbio y explícito que se vuelven los personajes y el ambiente en escena te obliga a agarrar la butaca con fuerza con el giro final.
Quince años, un barrio donde nunca pasa nada, cuatro amigos buscando aventuras y la llegada de un verano que nunca olvidarán. La vida entre charlas sobre cómics, chicas y revistas porno, se transforma en una vida llena de desapariciones, misterio y sangre. La Caza que antes se llevaba a cabo para salir de la rutina y pasar el rato, se convierte en una verdadera huida para sobrevivir. Tommy sospecha que en los barrios más tranquilos y corrientes de las ciudades o pueblos se esconden los peores monstruos, y quizás lleva toda la razón.
Lo mejor: El giro final junto al disfrute del género.
Lo peor: La superficialidad de los personajes.
Nota: 7/10