Crítica – ‘The Beach Bum’

Título original: The Beach Bum

Año: 2019

País: Estados Unidos

Dirección: Harmony Korine

Guion: Harmony Korine

Fotografía: Benoît Debie

Reparto: Matthew McConaughey, Isla Fisher, Zac Efron, Snoop Dogg, Stefania Owen, Martin Lawrence, Jonah Hill

Productora: Le Grisbi Productions, Anonymous Content, Iconoclast, SPK Pictures, Riverstone Pictures, Vice Films

Género: Comedia

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Es harto complicado, o como mínimo un tanto peliagudo para los no doctos en la materia, hablar de un tipo como Harmony Korine y su obra. The Beach Bum, su último filme que estrena Filmin en nuestro país tras 3 años de su estreno mundial, me da la oportunidad de dedicarle estas palabras al director nacido en California hace 49 inviernos que, como autor que es, tiene en su haber el haber escrito y dirigido todas sus películas. En total hablaríamos de 6 filmes (8 si contamos los guiones de Kids (1995) y Ken Park (2002), ambos dirigidos por otrora su amigo y mentor Larry Clark), de las cuales confieso que sólo he visto una. Así que haré lo que pueda.

En su nueva cinta, Korine nos presenta al poeta contemporáneo más fumado, imbécil, tierno y despreocupado que hayamos visto: Moondog. Interpretado por un Matthew McConaughey tan pasado de vueltas que alcanza un punto de genialidad absurda e inaprensible ante la pasión y entrega enfermiza del actor, seguimos a su personaje por los vericuetos de su acomodada vida de sexo, drogas y diversiones de todo tipo hasta que su enormemente rica esposa, Minnie (Isla Fisher), fallece tras una desenfrenada noche de perrerías. Es entonces cuando nuestro protagonista se ve abocado a terminar su último libro como condición última para así poder heredar su parte del pastel, provocando el extraño transitar que desarrollará las más variopintas desventuras que veremos en el resto del metraje.

Fotograma de ‘The beach bum’

Y hasta aquí puedo leer lo que al parecer suele ser más fácilmente explicable del cine de Korine. Porque lo que viene a continuación es un compendio de escenas y tramas que intentan exponer un vandalismo orgulloso y sin moralejas por parte de nuestro vividor fumeta que llega a verbalizar lo que sus actos indican y lo que podríamos definir como su mantra: “Yo sólo he venido a pasármelo bien”. A través de ello, el director intenta una vez más encontrar esa comunión entre los opuestos sociales/morales/estéticos para llegar a una especie de revelación cósmica sobre la sociedad actual y la vida misma. Menester, me temo, que aquí no le llega a funcionar. O si es así, solo a ratos. Pues su comedia a veces es divertidamente oscura o infantil, pero otras veces desearías simplemente pegarle un puñetazo a los protagonistas. Su parte más dramática tampoco gana fuerza por la infantilización de la misma (a tenor de una BSO terriblemente incoherente) convirtiéndola en algo pueril, pero en un sentido fallido.

No obstante, y como ya me quedo patente en ese thriller cínico y superficial que era Spring Breakers (2012), está claro que visualmente Harmony Korine es un autor con todas las letras. Su estética baña la pantalla de imágenes radicalmente modernas que son tan líquidas como las experiencias alucinadas que pueda tener Moondog. Y esa fuerza que dota la impronta estética quizás sea uno de los dos motivos por los que de alguna manera uno se siente fascinado por los filmes de este señor. El otro motivo, también una parte del sello autoral me atrevo a declamar, sería el extraño atractivo que causan en el espectador estos parias indeseables que pueblan sus historias. En el fondo tan reales que existen en nuestro mundo, aunque uno siempre reza por encontrárselos únicamente en la pantalla.

Fotograma de ‘The beach bum’

A pesar de ello, en este caso no se ve suficientemente recompensado a pesar de unos secundarios decentes a la par que enormemente eclipsados por las circunstancias como Zac Efron (meh), Jonah Hill (intenta jugar un poco al juego de McConaughey y no le sale muy bien) o Martin Lawrence (a pesar de tener el mejor gag de la peli, está horrible), Solo salvo a Snoop Doog porque al fin y al cabo se interpreta a si mismo al no saber actuar o tener un registro limitado, si prefieren el eufemismo. Y con todo, tampoco diría que haya perdido el tiempo viéndola. Será otro efecto de este porro bien cargado que nos lia Harmony. No sé. Denle una calada y juzguen ustedes mismos.

Lo mejor: La mutación estilística de Moondog a lo largo del metraje

Lo peor: La risita que se inventa Matthew McConaughey para el personaje

Nota: 5/10

Disponible en Filmin