fumar provoca tos
Fotograma de 'Fumar provoca tos' (2022) de Quentin Dupieux

‘Fumar provoca tos’, ¿sueñan los peces con accidentes laborales?

Título original: Fumer fait tousser

Año: 2022

País: Francia

Dirección: Quentin Dupieux

Guion: Quentin Dupieux

Fotografía: Quentin Dupieux

Reparto: Gilles Lellouche, Vincent Lacoste, Anaïs Demoustier

Productora: Chi-Fou-Mi Productions, Gaumont

Género: Comedia, superhéroes

Ficha en Filmaffinity

Me gustaría entrevistar a Quentin Dupieux para preguntarle cuántas horas duerme cada noche. Dudo que puedan ser muchas. ¿De dónde saca el tiempo este polifacético loco para que sus películas aparezcan sin descanso, prácticamente en pareja, en nuestras pantallas? El Stephen King del absurdismo francés vuelve (¿se llegó a ir?) con Fumar provoca tos —también bautizada apócrifamente como Amigos Fumar—, un experimento narrativo que, tomando prestada la esencia de la obra de Jorge Luis Borges, demuestra que todas las películas de Dupieux caben en una película de Dupieux. Este artefacto antológico supone, ante todo, la demostración de la naturaleza inagotable de la filmografía del cineasta. Imposible descifrar lo que vendrá después en un cuento dedicado al acto de narrar.

Lo que empieza como un desfasado homenaje a las figuras más camp del género de superhéroes de los 90 —a medio camino entre Las tortugas ninja (1990) de Steve Barron y la serie original de los Power Rangers (1993-95)— en forma de anuncio anti-tabaco se convierte rápidamente en «otra cosa». La potencia de Fumar provoca tos recaerá esas «otras cosas», convirtiéndose en una hiperbólica reflexión sobre todas aquellas historias y puntos de vista que se quedan sin contar en cualquier historia. Una atractiva e inofensiva película de acción de serie B se convierte de repente en el Creepshow particular de Quentin Dupieux, siempre enfocando el horror desde el existencialismo más explícito.

Colocándose a medio camino entre el retorcido costumbrismo de los sketches de Tim Robinson y el tierno patetismo de la comedia de Howard Hawks se consigue coreografiar una historia de terror sobre la vida, la muerte y el amor (este último como resultado de las dos primeras). Los géneros se funden en un relato que apunta a lo cósmico en su naturalismo y que materializa las ansiedades de una sociedad contemporánea cada vez más insensibilizada con lo imposible. Brota nihilismo y desesperanza de Fumar provoca tos (¡una película capaz de generar en su interior un slasher solipsista!), pero también ternura.

fumar provoca tos
Fotograma de ‘Fumar provoca tos’ (2022) de Quentin Dupieux

Sólo hace falta posar la mirada sobre el Equipo tabaquero (y también el resto de personajes), unos protagonistas expuestos al absurdo de su mera existencia y obligados en consecuencia a abrazar ferozmente el humanismo. Ejemplo esencial de esto es Vincent Lacoste, siempre en diálogo con el patetismo de su personaje en Irma Vep (2022), impecable en su capacidad por exponerse como una entidad «fuera de lugar». También vale la pena rescatar la delicada banda sonora de la mano de Mr Oizo (o sea, de Dupieux), una conjunto de ambientales melodías electrónicas que, superpuestas a estos robóticos cascos noventeros, recuerdan a la melancolía del último álbum de Daft Punk. Quizás también porque Vincent Lacoste interpretó a Thomas Bangalter en Edén (2014) de Mia Hansen-Love, pero eso ya son obsesiones mías…

Quentin Dupieux se proclama uno de los narradores (no necesariamente cineastas, pero seguro que narradores) más imprescindibles e imaginativos del fantástico actual. Fumar provoca tos no despliega una comedia tan directamente efectiva como Mandíbulas (2020) ni presenta unos enredos tan carismáticos como en Increíble pero cierto (2022), pero sin duda propone una obra expansiva en su minimalismo, performando como un humilde (y francés) Charlie Kaufman de lo ínfimo. Por mucho que la película parezca expulsarte debido a su imprevisibilidad episódica, Dupieux consigue trascender. El horror (cósmico) son muchísimas cosas y Fumar provoca tos lo sabe, aunque muchos creerán que no. De broma en broma, la verdad se asoma.

Lo mejor: Quentin Dupieux abrazando su naturaleza de narrador inagotable en su (existencialista) Creepshow particular

Lo peor: Lo cósmico de su propuesta desactiva una noción de la comedia que en propuestas anteriores resultaba más reconfortante

Nota: 7,5/10