Crítica – ‘Carol’

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Título original: Carol

Año: 2015

País: EEUU

Director: Todd Haynes

Guión: Phyllis Nagy (Novela: Patricia Highsmith)

Música: Carter Burwell

Fotografía: Edward Lachman

Reparto: Cate Blanchett, Rooney Mara, Sarah Paulson, Kyle Chandler, Jake Lacy, Cory Michael Smith, Carrie Brownstein, John Magard, Kevin Crowley, Gielreath, Ryan Wesley Gilreath, Trent Rowland, Jim Dougherty, Douglas Scott Sorenson, Nik Pajic

Productora: Film4 / Killer Films / Number 9 Films

Género: Romance. Drama

Duración: 118 min.

Ficha en Sensacine

Cate Blanchett es Carol, una mujer de clase alta de los años 50 que lleva años luchando consigo misma, intentando adaptarse y encontrar hueco a su vida en una sociedad que no ve con buenos ojos los más recónditos secretos de su corazón. Carol está divorciándose de su marido cuando conoce a Therese (Rooney Mara), una empleada de unos grandes almacenes que sufre por ella un flechazo que no logra comprender. Las dos inician una relación en la que, como en una escena de la película se matiza, “los personajes dicen unas cosas pero sienten otras” o parecen hablarse con los ojos.

A través del punto de vista de la joven Therese, vamos introduciéndonos poco a poco en la vida de Carol. Epicentro de sus pensamientos, el personaje de Mara comienza a despriorizar elementos de su vida para hacer un hueco a su nueva amiga. Una relación que mueve toda la película y que se cimienta en dos grandísimas actuaciones: si bien es cierto que Cate Blanchett vuelve a bordar a su personaje dotándolo de misticismo, profundidad y muchísima fuerza, Rooney Mara no se queda atrás dominando con maestría el recorrido emocional de su alter ego en cada plano. Y es que esa química es la verdadera protagonista de la película, lo que hace que la historia suba un peldaño y se aleje de infinidad de melodramas que recorren los mismos senderos. Las dos llenan de realismo cada mirada. El que estén ambas nominadas en la próxima edición de los Oscars no es casualidad.

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Rooney Mara y Cate Blanchett

Sin embargo, cuando me pongo a pensar en la trama o en el envoltorio no puedo evitar caer en que me encuentro con una historia que ya hemos visto muchas veces en la que el matiz diferenciador es la tendencia sexual de sus protagonistas y su conflicto marcado en la época en que viven. Con esas bases para sustentar toda la historia, con los que se podría haber sacado mucho juego sin necesidad de huir de la sutileza en la que Todd Haynes se maneja como pez en el agua, el discurrir de la película se me hace simplemente agradable. La veo sin disgusto, pero en ningún momento me llega a enganchar. Carol y Thérese van y vienen y sus emociones encontradas  me llegan y me emocionan pero lo que les pasa fuera de esa química me resulta indiferente. Tal vez, en cierta forma, se me hace demasiado poca película para tan buenos personajes.

Pese a ello, es una película que hay que ver. No ya sólo por deleitarse con las interpretaciones del dúo protagonista, sino también para disfrutar de la maravillosa banda sonora de manos de Carter Burwell que ha embelesado, y con razón, a buena parte del público.

Lo mejor: La química entre Cate Blanchett y Rooney Mara. Credibilidad y verdad desde la primera escena.

Lo peor: La película se queda coja, la historia flojea y se sitúa por debajo de sus protagonistas.

Nota: 6’5/10