5 razones para ver «Jane The Virgin»

jane

  • ¿Y de qué dices que va esta serie? – me preguntaron.
  • Mmm sencillo. Una chica virgen que por error médico se queda embarazada de su crush de la adolescencia.

Dicho así, espantas a cualquiera. Aunque vaya, no es culpa mía que esta sea la premisa de Jane The Virgin. Pero lo es, y al fin y al cabo, es lo que le da vida a la serie. La ficción de la The CW empezó como un auténtico bombazo: un People’s Choice Award, un Golden Globe Award y un Peabody Award acompañados de una crítica estupenda. Probablemente, un nivel bastante alto que no es fácil de mantener de manera constante, cosa que a veces, es difícil de entender cómo espectador: me declaro culpable. Pero vaya, es difícil no tener nunca ningún mal día como guionista. Prácticamente imposible, ¿no? Por eso, aquí os dejo cinco motivos para si os apetece empezar a verla. Ya sabéis, por si es una de esas series que tenéis en esa lista kilométrica de “SERIES PENDIENTES”… por si consigo que escale unos puestos.

  1. El narrador
Anthony Mendez es el encargado de poner la voz omnipresente del narrador.
Anthony Mendez es el encargado de poner la voz omnipresente del narrador.

De verdad, podría acabar el artículo aquí. Esa voz en off me parece motivo suficiente para ver la serie. Es mágica. Quizá decir que es media serie es exagerar mucho (¿o no?) pero realmente, si no estuviera ahí, la serie tendría un listón menor. La narrativa que consiguen al usar la voz es dinámica y rápida, cosa que le da un ritmo rápido a la serie con el que es difícil dormirse. Además, esa voz se proyecta como “el tercero en discordia”, como un espectador más, en ocasiones con el público con un “¿Increíble, verdad?”. Ya me diréis si no dan ganas de contestarle. Además, te acompaña sus explicaciones con curiosos y divertidos grafismos en la pantalla que te hacen tener los ojos pegaditos a la pantalla. Y si por ahí anda algún despistado, son geniales para recordar en qué punto de la trama estáis. No os hará falta ir a Wikipedia a averiguarlo (y que os acabéis comiendo un spoiler, vamos a ser sinceros).

  1. ¿#TeamMichael o #TeamRafael?
Más de telenovela ya no se puede pedir.
Más de telenovela ya no se puede pedir.

Lo más bonito es decir que eres #TeamJane porqué al fin y al cabo, tiene que ser ella quién manda sobre su vida. Pero partiendo de esta base, es bastante divertido definirte cómo #TeamMichael o #TeamRafael y ver las serie des de esa perspectiva. Te aseguras vomitar arco iris cuándo a tu #Team le toque una escena romanticonas (porqué eso sí, son muy melosas) del mismo modo que sufrirás con el rubio o con el moreno si Jane le rompe el corazón o viceversa. Pero bueno, recordad que estamos en una comedia. La alegría y romance que la serie desprende en sí te evitan los ‘momentos drama’ que seguro que ya has vivido en alguna que otra serie cuando tu pareja favorita ha pasado un mal momento.

  1. La trama de la organización criminal

Pues eso, que entre beso y beso; entre ecografía y ecografía y entre momento romanticón y abrazo de oso les ha dado tiempo de meter, a capítulos, una trama criminal manchada de sangre. No os imaginéis escenas oscuras con sangre, pistolas y encontronazos. La tensión la consiguen mantener los actores/personajes, capaces de cambiar su expresión si la situación se vuelve serie – pero sin que eso afecte al tono de la serie, que se queda ligera y fresca. Es más, es una trama que suele echarse de menos en los capítulos que abusan de romance y relleno. A ver, el planteamiento está bien. Para el tipo de serie que se plantean, es bastante rebuscada, pero en el buen sentido de la palabra.

  1. Tiene una magia increíble para parodiarse a ella misma, o a sus bases
Con rótulos y todo...
Con rótulos y todo…

Primero tenemos que partir de la base que esta serie no es una telenovela, si no que es una parodia de ellas. Al menos, así es como lo veo yo. Pero cuando me refiero a parodia es parodia, con mayúsculas. No porque esté mejor o peor hecha, en este caso estoy hablando de que exageran, para así parodiarlo, hasta el último detallín de telenovela de la cuatro de la tarde. No voy a engañaros: en esto se les va de las manos, a veces. Y te das cuenta. Y es esa día que bueno, que quizá los guionistas abusan. ¡Pero no para plantarse y decir basta! ¿O no queréis saber el siguiente punto?

  1. Los plot twists
"¿Perdona? Vuelve, vuelve a repetirlo..."
«¿Perdona? Vuelve, vuelve a repetirlo…»

Viene un poco implícito y/o relacionado con lo anterior. Llegó un punto que no sabía si será yo muy crédula o realmente sabían cómo cogerte desprevenido. De cara la segunda temporada este elemento sorpresa desaparece un poco. Pero sobretodo en la primera hablamos de sorpresas bastante constante. No me refiero aquí a los plot twits que nos dio Lost con sus saltos en el tiempo. Los plot twits de Jane The Virgin están construidos para confluir con la trama, no por ser la excepción. Son cápsulas del elemento sorpresa en pequeñas dosis. Quizá no todo, pero bueno, seguro que hay alguno que os coge desprevenidos.

Además, si os pensáis que voy muy tarde al recomendaros Jane The Virgin cuando ya casi alcanza el final de la segunda temporada, que paren las alarmas. Es una de aquellas series que además de poder verla con un ojo puesto en otro sitio, te da las mil y una facilidades para engullir un capítulo detrás del otro. Que por cierto, aunque parezca mentira, hay vida más allá el triángulo amoroso. En los primeros capítulos conoceréis a Petra o a Rogelio, y os aseguro que os harán pasar un buen rato. A veces, incluso más que el trío principal.