This is Us es una de las novedades de la parrilla televisiva de Estados Unidos de esta temporada 2016-2017. Creada por Dan Fogelman y emitida por la NBC, se estrenó el pasado 20 de septiembre. Cierto es que hasta la emisión el piloto poco podíamos opinar, pero hay que decir que su tráiler ya nos generaba ciertas expectativas. Nos prometía una serie que seguiría la vida de cinco personas, cuatro de ellas con el mismo día de cumpleaños. En su vídeo de presentación nos mostraban una serie de palabras: esperanza, alegría o tristeza. La serie está catalogada cómo drama, aunque tiene ligeros toques de comedia. Pero vamos a admitirlo: tira más lo primero, de hecho, hay partes de los episodios que vale más la pena mirarlas abrazados a un oso de peluche gigante.
This is Us está gustando. Por ahora, es líder en la noche del martes. Y personalmente, creo que está gustando por su historia. Por lo que está contando. A grandes hechos, está contano la rutina de una família norteamericana. Si nos lo miramos con lupa, nos relata sus miedos, inseguridades y relaciones afectivas y trata (aún con pinceladas) temas cómo la discriminación racial, la discriminación estética o la falta de seguriad en uno mismo. This Is Us ha empezado a buen nivel con sus dosis de magia, de intensidad y de realismo, y si no cambia su forma de ser, habrá aumentado el nombre de seguidores de aquí a final de temporada. Dará que hablar.
Su narrativa: Los años ’80 y 2016
Estamos acostumbrados a ver en la pequeña pantalla los viajes en el tiempo, los flashback, los flashforward o también ambientación de otras épocas. En su caso, This is Us narra su historia con dos líneas temporales (la década de los ochenta y 2016) con los mismos personajes. La niñez y la vida adulta; la vida adulta y la vida de los jubilados. Con esto no estoy diciendo que This is Us haya inventado lo imposible (ni mucho menos) pero esa doble narrativa da muchísimo juego, ya que a menudo, conocemos la vida pasada de los personajes a través de algún flashback puntual o de los diálogos. Pero en este caso, la vida pasada de los personajes (la de antes de 2016) forma parte de la serie, o mejor dicho, también es la serie. Esto genera la sensación de conocer mejor a los personajes y de una mejor construcción de los mismos, ya que eres testigo de su evolución en dos épocas. En este sentido, por ahora, Dan Fogelman ha conseguido unos personajes muy creíbles y fácilmente identificables con uno mismo.
Los cliffhanger de final del episodio
Pero no todo es conocer, lo que te permite esta narrativa con dos líneas temporales. Los guionistas lo han aprovechado bien y sabiendo que con cinco capítulos el espectador aún tiene un hueco enrome en relación a saber lo qué pasó entre 1980 y 2016, juegan con eso. ¿Cómo? De manera fácil pero efectiva: acabando el capítulo con un cliffhanger. Mostrando algo al espectador distinto a cómo estaban las cosas en 2016: un cambio de pareja, de aspecto, de relación… Cualquier cosa que le haga morderse las uñas (y lo consiguen) y dejándole pensar qué habrá pasado que les habrá llevado a cambiar eso. Además de la intriga, otra vez, el secreto para conseguirlo, es lo mucho que el espectador ha conectado con unos personajes a los que conoce de tan sólo cinco capítulos. Pero ha pasado, hay interés para saber de su vida. Buen trabajo de los guionistas, entonces.
El personaje de Kevin Pearson (Justin Hartley)
Sin querer desmerecer a los otros personajes de This is Us, sin duda, uno de los que más me está sorprendiendo es Kevin Pearson. Aquél que en el primer capítulo parecía sólo músculo y una cara bonita, ha resultado ser una persona muy insegura de si misma, en especial de sus dotes interpretativas (es actor). Además, se ha destapado como una persona sensible, con mucho más músculo en el cerebro del que pudiera dar a entender en los primeros minutos de su debut, cosa que le permite ver mucho más allá de la ropa cara que se puede comprar y las habitaciones de hoteles que se puede pagar. Y si Kevin nos ha sorprendido así, ¿por qué no va a continuar haciéndolo también Kate (Chrissy Metz) o Randall (Sterling K. Brown)? ¿Y por qué no iban a ser las personalidades de Rebecca (Mandy Moore) o de Jack (Milio Ventimigilia) tan atrayentes como el resto?
Emotiva y real… y sin forzarlo
Sin duda, si hay una palabra que puede definir This is Us es emoción. No habrá asesinatos, ni casos legales por en medio, tampoco triágulos amorosos ni peleas perfectamente coreografiadas. Pero This is Us no lo necesita. This is Us va sobre la cotidianidad en el seno de una família norteamericana con una historia peculiar, o al menos, que vale la pena contarla. ¿De que le valen las peleas, por ejemplo? Tiene la sensiblidad suficente para contarlo con las palabras, planos y historias exactas que el espectador necesita para saber que eso es emotivad, emoción. Y no necesitan primeros planos de lágrimas o músicas muy estridentes para conseguirlo. La historia y la interpretación del reparto es suficiente.