vidas pasadas

‘Vidas pasadas’, un amor que nunca fue

Título original: Past lives

Año: 2023

Duración: 106 min.

País:  Estados Unidos

Dirección: Celine Song

Guion: Celine Song

Música: Christopher Bear, Daniel Rossen

Fotografía: Shabier Kirchner

Reparto: Greta Lee, Yoo Teo, John Magaro

Productoras: Coproducción Estados Unidos-Corea del Sur;

2AM, A24, CJ Entertainment, Killer Films.

Género: Drama romántico

Ficha completa en FilmAffinity

En las últimas semanas, hemos sido testigos de una incesable vorágine de estrenos -tanto en salas como en plataformas-. Un torrente audiovisual que nos regala filmes como el de Scorsese, Fincher o Mizayaki, pero con el que es inevitable hacerse una pregunta. ¿Hasta qué punto asimilamos lo que nos ofrecen estas películas si tras visionarlas ya estamos pensando en la próxima proyección?  Ante un panorama audiovisual que nos empuja al consumo frenético y la rápida asimilación de los contenidos brota un filme cuya forma y contenido reivindica precisamente lo contrario. Vidas pasadas es la ópera prima de Celine Song, un drama romántico delicado y reposado que obliga al espectador a tomarse el tiempo necesario para ahondar en una historia de amor -y desamor- desgarradora.

La dramaturga surcoreana Celine Song emigró a tierras canadienses junto a su familia con tan solo doce años. Una epopeya en la que tuvo que dejar atrás innumerables cosas para adentrase en un prospecto vital y cultural complemente diferente al que le auguraba en Corea del Sur. Precisamente, es este mismo recorrido el que realiza Nora (Greta Lee), la protagonista de su ópera prima. Una incursión que le obliga a dejar toda vida conocida atrás, incluyendo a Hae Sung (Yoo Teo) -su primer amor-, con el que únicamente logrará reencontrarse virtualmente tras doce años y físicamente tras más de dos décadas. El poder de los recuerdos y las redes sociales son las únicas herramientas que les permiten mantener el contacto hasta su reencuentro durante el trascurso de casi dos vidas separadas.

vidas pasadas
Nora y Hae Sung en ‘Vidas pasadas’ (vía: Elástica Films).

Este drama de tintes románticos persigue esencialmente a dos almas destinadas a estar juntas y que se ven obligadas a separarse. A través de una estructura en tres tiempos se materializa un concepto aterrador que habla de forma sublime sobre todo aquello que pudo ser y nunca fue. Y, más importante, sobre todo aquello que ocurre cuando lo primero no sucede. Nora y Hae Sung viven la inocencia del primer amor; el dolor de una separación demasiado prematura; y la incertidumbre de un destino que parece no llevarlos en la misma dirección.Es simplemente un relato tremendamente honesto de lo que significa en esencia la vida.

De hecho, en Vidas Pasadas subyacen también conversaciones reposadas que reflexionan sobre el destino, la melancolía de lo que ya no existe, la identidad propia y las expectativas vitales. Todos esos complejos compartimentos de nuestra existencia que dan tantos quebraderos de cabeza y que conforman en síntesis el significado de estar vivo.

Ahora bien, por qué el relato de Celine Song, que habla de cuestiones universales y muy contemporáneas vistas ya en pantalla, resulta a la vez tan personal y único. Pues precisamente porque lo hace desde una sensibilidad y austeridad narrativa excepcional. La inmensidad con la que esta película llega al corazón contrasta con el minimalismo formal con el que está realizada. Son las pausas, los silencio, las miradas, o las palabras que nunca se pronuncian, pero se sobreentienden las que conducen en gran medida la profundidad del filme. Una magistral lección de cómo más es menos.

vidas pasadas
Fotograma de ‘Vidas pasadas’ (vía: Elástica Films).

Greta Lee, Yoo Teo y John Magaro encabezan el reparto que conforma este triángulo amoroso con el que podría haber sido peligroso caer en el cliché no intencionado o la convencionalidad de un relato tantas veces contado. Celine Song nos abre las puertas de estas «vidas pasadas» -y las presentes y futuras- para que analicemos con cariño las contradicciones de estos personajes que son tan complejos y verdaderos. Si la complicidad de Connell y Marianne conquistaron el corazón de tantos espectadores con Normal People (2020). La honestidad de las actuaciones de Nora (Greta Lee), Hae Sung (Yoo Teo) y Arthur (John Magaro) lo conseguirán también en este caso.

Vidas Pasadas produce esta especie de hechizo que solo aparece en aquellas películas que rebobinaríamos una y otra vez; esas películas en las que poder descubrir un matiz, una palabra o un detalle nuevo con cada visionado. En definitiva, un filme que deja poso. Últimamente resulta complicado encontrar un relato amoroso -en este caso- que no recaiga en los mismos mecanismos desgastados que las películas románticas parecen haberse apropiado. Celine Song consigue que el filme se convierta en un retrato estremecedor y extremadamente contemporáneo sobre lo que significa amar y ser amado en la actualidad.

Ante el torbellino audiovisual al que estamos abocados a sumergirnos, Vidas Pasadas debería estar destinada a convertirse en una de esas cintas que se salva del olvido inmediato en la mente del espectador. Una joya indie con la que por fin detenerse y reflexionar sobre aquello que tenemos delante -y que tanto tiene que ver con lo que nos sucede fuera de una sala de cine-.

Vidas pasadas llega a las salas españolas el 1 de noviembre de la mano de Elastica Films y Wanda Visión.

Lo mejor: sutileza y minimalismo que desgarran el corazón con una historia tan universal. Las actuaciones de su triángulo amoroso.

Lo peor: no quedarnos a presenciar el futuro de estos personajes hipnóticos.

Nota: 9/10

Nota de lectores1 Vota
6.5
Lo mejor: sutileza y minimalismo que desgarran el corazón con una historia tan universal. Las actuaciones de su triángulo amoroso.
Lo peor: no quedarnos a presenciar el futuro de estos personajes hipnóticos.
9