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‘Suro’, amor entre un mar de corcho

Título original: Suro

Año: 2022

Duración: 116 min.

País:  España

Dirección: Mikel Gurrea

Guion: Mikel Gurrea, Francisco Kosterlitz 

Música: Clara Aguilar

Fotografía: Juan Elizalde

Reparto: Vicky Luengo, Pol López, Ilyass El Ouahdani, Josep Estragués, David Parcet, Vicente Botella, Nelson Caballero, Joan Carrillo, Fouad Lhaibi

Productoras: Lastor Media, Malmo Pictures, Irusoin, ETB, TV3, Institut Català de les Empreses Culturals

Género: drama, thriller

Ficha completa en FilmAffinity

El incipiente susurro de cigarras comienza a fundirse con un viento de tramontana que mece ligeramente al espectador a lo largo de la inmersiva experiencia que presenta Suro. La aparente calma que ofrece un mágico cosmos como el que compone una explotación forestal de ‘suro’ – denominación del corcho en catalán- pronto se romperá con la llegada de una pareja de arquitectos que busca la tranquilidad del idílico medio rural.

Con esta premisa se inicia la sólida y brillante ópera prima de Mikel Gurrea, que llega a plataformas de la mano de Filmin. A pesar de un contundente estreno en el Festival de San Sebastián, Suro se deslizó de puntillas por las principales galas de premios nacionales. Sin embargo, la producción catalano-vasca puede presumir de constituirse como una cinta con una interesante voz propia que nada tiene que envidiar a los grandes estrenos españoles de este año.

Gurrea se inspira en una breve pero intensa experiencia personal como temporero para construir los personajes de Helena (Vicky Luengo) e Iván (Pol López). Una pareja que toma la decisión de sustituir la asfixiante vida en la urbe por el campo cuando heredan una enorme masía en la zona catalana del Alt Ampurdà. Sin anticiparlo, ambos se encuentran con la ardua tarea de encargarse de la anual recogida del corcho en su propiedad. Las decisiones entorno a esta faena, a priori sencillas, comienzan a resquebrajar progresivamente la complicidad de la pareja. Un aumento de la tensión que Mikel Gurrea va a cocinando astutamente a fuego muy lento.

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El personaje de Helena en ‘Suro’ (Foto: Acontracorriente Films)

Precisamente llama la atención la interesante maniobra del director -que firma guion junto a Francisco Kosterlitz– de presentar las contradicciones de los personajes a través de un punto de vista compartido entre Helena e Iván. Las sinergias de la pareja van mermando y tenemos el placer de acompañar a cada uno en su personal bajada a los infiernos dentro de lo que iba a ser una bucólica vida el campo. Lejos de emborronar un protagonismo claro, Gurrea enriquece a unos personajes bien construidos.

Si la naturaleza se convierte en fuente de conflicto, Juan Elizalde -director de fotografía- triunfa en elaborar un tratamiento exquisito de la atmósfera, llena de texturas. Diseño de sonido y fotografía explotan ágilmente su capacidad inmersiva para que sintamos en nuestra piel la calidez del verano en el Alt Ampurdà. Es en los momentos de mayor quietud donde reside la magia de la película; un tratamiento visual que recuerda mucho a la poética O que arde (Laxe, 2019).

De hecho, puede que esto haga que el mayor contrapunto de la película sea su interés por acentuar una tensión gradual que resta atención a los momentos más seductores, que aparecen cuando realmente parece no ocurrir nada.

A un sugerente planteamiento narrativo se suman las imponentes actuaciones de la dupla protagonista. Contundente, Vicky Luengo vuelve a demostrar tras su alabado trabajo en Antidisturbios (Sorogoyen, 2020) que merece el papel protagónico de muchos más proyectos. Y no solo ella. Parece estar en boga la inclusión de actores no profesionales -recordemos el caso de Alcarràs (Simón, 2022)- que ofrecen una naturalidad acertada a los papeles secundarios de la cinta. Resalta entre ellos el joven Ilyass El Ouahdani, cuya inexperiencia no hace flaquear a una actuación bien ejecutada.

En definitiva, no es necesario desplazarse a la Girona más profunda porque Mikel Gurrea consigue con Suro invadir la atmósfera de las salas y, ahora también, la de los salones de nuestras casas.

Lo mejor: diseño de sonido y fotografía que te envuelven en una atmósfera única.

Lo peor: que el aumento de tensión rompa con los mágicos momentos de quietud. 

Nota: 8,5/10