‘Antidisturbios’ y el dilema moral constante

Título original: Antidisturbios

Año: 2020

Duración: 50 min.

País: España

Dirección: Rodrigo Sorogoyen (Creador), Isabel Peña (Creador),Borja Soler

Guion: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen, Eduardo Villanueva

Música: Olivier Arson

Fotografía: Álex de Pablo, Diego Cabezas

Reparto: Vicky Luengo, Raúl Arévalo, Hovik Keuchkerian, Álex García, Roberto Álamo, Raúl Prieto, Patrick Criado, Tomás del Estal, David Lorente, Mónica López.

                                     Ficha en FilmAffinity

 

Rodrigo Sorogoyen (Que Dios nos perdone, 2016), vuelve a la carga con una producción visceral que nos pone en constante dilema moral.

Antidisturbios llega haciendo mucho ruido, tanto que, Patria (Aitor Gabilondo, 2020) ya no es el único foco de todas las miradas.

La cámara de Sorogoyen se mueve a un ritmo frenético. Penetra el alma de los personajes acercándose a menos de un metro de los actores.

El guión muestra una delicadeza extraordinaria a la hora de presentar a los personajes y hablar sutilmente de temas de los que no trata la serie, como la inmigración.

Una serie de personajes más que de trama, donde la adrenalina en muchos pasajes de la producción está a niveles tan altos que, genera en el espectador la adicción y el cansancio de manera simultánea.

El guión de Rodrigo e Isabel busca retratar a seres humanos. Los tonos grises son protagonistas en las creaciones de un director que domina cada vez más el género policíaco. Antidisturbios te agota anímicamente como lo sufren los protagonistas.

La serie no se posiciona, simplemente muestra hechos y tú eres el que decide juzgar. Pocas producciones en España se arriesgan tanto como Antidisturbios, ocasionando conflictos morales en el espectador hasta tal punto de originar la polémica en los medios.

El elenco está magistral, con un Raúl Arévalo y una Vicky Luengo impecables. La presentación en los primeros diez minutos de la serie de ésta última es un elegante ejercicio de guión de personajes. Un trivial funciona como excusa para generar una escena de tensión dramática que sirve para atrapar al espectador y conocer desde ya el pilar fundamental de la serie, el personaje de Laia interpretado por Luengo.

Los estereotipos se rompen de la mano de una imagen que sumerge, tensa la cuerda a nivel psicológico y de moralidad, y por supuesto de una cámara que no deja de moverse para sentir que eres parte de una situación donde no todo el mundo es capaz de sostener.

Posiblemente Sorogoyen es en la actualidad el director español más en forma, dominando el género del thriller policíaco con una cámara de gran angular que muestra tensión en cada fotograma, algo que ya se veía en 2016 con Que Dios nos perdone.

 

Nota: 8/10

Lo mejor: La cámara penetrante de Sorogoyen y la visceral interpretación del reparto.

Lo peor: Que sólo haya seis capítulos.