quien lo impide

‘Quién lo impide’, si todos hemos sido jóvenes

Título original: Quién lo impide

Año: 2021

Duración: 220 min.

País: España

Dirección: Jonás Trueba

Guion: Jonás Trueba

Fotografía: Jonás Trueba

Música: Rafael Berrio, Alberto González, Andrei Mazga, Pablo Gavira

Reparto: Candela Recio, Pablo Hoyos, Silvio Aguilar, Pablo Gavira, Claudia Navarro, Marta Casado, Rony-Michelle Pinzaru, Javier Sánchez

Productora: Los Ilusos Films

Género: Documental / Ficción

Ficha en Filmaffinity

Pocas películas hablan de la juventud sin que haya un resquicio de melancolía de aquellos que las están filmando. Siempre hay un sentimiento de volver atrás y de mirar casi con condescendencia a ese adolescente que se retrata y sobre el que se proyecta el propio director o guionista de la película. Quién lo impide, la nueva película de Jonás Trueba (La virgen de agosto), consigue convertirse en un manifiesto sobre la juventud desde la propia pubertad de sus participantes.

La película nace como un proyecto experimental y personal que mezcla ficción y no-ficción y que demuestra que el cine y la vida real se retroalimentan. ¿Somos nosotros, como ciudadanos del mundo, los que buscamos parecernos a las películas; o es el cine el que imita a la vida? El filósofo americano Stanley Cavell aseguró que existe una relación casi matrimonial entre el cine y la filosofía. En su texto La búsqueda de la felicidad dice que la esperanza y el deseo se basan en «el hecho de que las películas persisten como temas naturales de conversación»

Quien lo impide se presenta como un proyecto que nace sobre la necesidad de los jóvenes de hablar y de crear. La película carece de voces adultas y es el no-tan-joven Trueba el que les guiará hacia el conocimiento de su propia existencia. Tres partes. Tres horas y cuarenta minutos. Dos descansos de 5 minutos. La película cuenta con tantas peculiaridades que no busca ser lo que ha terminado siendo. Se trata de algo completamente alejado de pretensiones que invita a reflexionar sobre el papel tiene la Generación Z en la sociedad. «Doy por sentado que cabe la posibilidad de que las películas alberguen en sí mismas la intención de reflexionar sobre aquello que las causa«, dice Stanley Cavell.

En su tercer acto, asistimos a una especie de catarsis en la que se miran a través de lo audiovisual después de la pandemia. Algo que, lejos de ser original, es adecuado y necesario. No podemos hablar durante más de 2 horas sobre la celebración de la juventud sin reflejar de alguna manera el impacto que ha tenido la pandemia en los jóvenes estos  casi dos últimos años.

quien lo impide

La película pasó por la Sección Oficial del Festival de San Sebastián, donde tuvimos el placer de hablar con Pablo Hoyos, uno de los jóvenes que se interpreta a sí mismo en la película. «Nos mandó -a Candela y a él- un mail y quedamos con él en una cafetería de Madrid. Ese mismo día surgió Quién lo impide. No sabíamos muy bien adónde iba a parar, pero sabíamos que queríamos hacer algo«, comentaba Hoyos en la entrevista sobre el origen del filme.

Hay que entender la película como una obra audiovisual visionaria y arriesgada que busca remover al espectador desde sus entrañas. Tanto a todos los jóvenes que se sienten identificados como a esas personas que ya han pasado por los años que acostumbramos a olvidar. Quién lo impide sirve como un testimonio de lo que hemos olvidado como adultos y nos invita a volver a jugar con nuestros sentimientos de la misma forma que lo hacíamos cuando éramos adolescentes.

Es imprescindible, para llegar a ese placer máximo que supone la película, asistir al cine a verla. No solo por las razones que estamos acostumbrados a leer, sino también porque, esta película en especial, invita a ser vista en comunidad. Esta misma semana, el 22 de octubre se estrenará en cines.

Es difícil valorar una película así ya que parece que lo que estoy valorando es una experiencia cotidiana. Como dice Cavell, «hay una dificultad en expresarse de modo satisfactorio, de obligarse a encontrar las palabras para lo que uno está específicamente interesado en decir». Sin embargo, si tenemos que valorar la película en cuanto a disfrute personal, yo lo tengo claro. Es el cine español que quiero que trascienda en el siglo XXI.

Puedes escuchar nuestro podcast especial con Jonás Trueba aquí:

Lo mejor: Atreverse a llegar hasta el final con el proyecto

Lo peor: Mucha gente no se atreverá a adentrarse en ella por la duración

Nota: 10/10