Promesas canarias en el Cine: la directora Alba González de Molina

Alba González de Molina es otra de las preciadas figuras que hace brillar el talento audiovisual que atesora las Islas Canarias. Natural de Gran Canaria, la cineasta puede presumir de haberse impuesto a títulos como ‘Gernika’ de Koldo Serra, o la de ‘La punta del iceberg’ de David Cánovas con Maribel Verdú. El Festival de Málaga le otorgó el galardón a Mejor Ópera Prima a su largometraje ‘Julie’ y hoy, en 35 Milímetros nos acercamos a sus impresiones sobre la situación del sector cinematográfico en Canarias y el de la profesional canaria en el cine.

PREGUNTA: ¿Qué percepción tiene sobre el papel desempeñado por la profesional canaria en el cine? ¿Por qué cree que la sociedad desconoce el nombre de las profesionales canarias?

RESPUESTA: Mi percepción del papel de la mujer es llamativamente minoritaria en los diversos ámbitos de la creación cinematográfica. También hay que tener en cuenta que, en Canarias, a pesar del número de población tan elevado, debido por ejemplo al aislamiento, muchas personas han tenido que irse de sus casas a formarse como profesionales a la península o al extranjero. Muchas se han quedado fuera, otras pocas han vuelto. Y un grupo aún más reducido se ha formado en Canarias.
Creo que se desconoce el nombre tanto de hombres como de mujeres. Te sales del medio y si preguntas a cualquier persona que te encuentres por la calle seguro que no sabe decirte ni un solo nombre de alguien que se dedique al audiovisual.

P: En líneas generales, el cine hecho en Canarias tampoco es popular entre la población. ¿Cuál cree que es el problema?

R: Creo que la problemática viene en primer lugar por la falta de interés por parte de la población hacia el cine español en general. Ganan las súper producciones americanas frente a las nacionales con diferencia. Y para más inri, las películas más taquilleras españolas suelen ser de baja calidad, ganando las comedias frente a películas de temáticas sociales, y como no, en el último puesto, las películas hechas por mujeres. Si encima, a todo esto, se le suma que pretendamos que la población local vea nuestras películas es apostar muy alto y soñar despierto. Que no está mal. Por otro lado, es cierto que las ayudas a la cinematografía estuvieron paradas un tiempo. Aquí se vende más el cine “hecho en Canarias” que el “cine hecho por canarios”, que no es lo mismo, no nos equivoquemos.

P: En otras Comunidades Autónomas se trabajan producciones audiovisuales (obras, películas series) para las televisiones públicas. Cine hecho en la región para el público de ese lugar, ¿por qué cree que en Canarias no ofrece ese tipo de producto?

R: En mi opinión, creo que en Canarias tenemos un problema de autoestima muy fuerte, y muchas malas costumbres. Consumimos productos audiovisuales del extranjero, telenovelas y ahora con las nuevas plataformas digitales de distribución y producción de cine como Netflix, Moviestar Plus o Amazon, es prácticamente imposible que una televisión local pública compita con el resto. Creo que es totalmente posible hacer productos de calidad canarios, pero, sin embargo, ganan los programas de comedia cachanchanes. Siempre la risa fácil antes que la cultura.

P: Canarias es una región ultraperiférica, ¿afecta esto al desarrollo del sector cinematográfico desde su punto de vista?

R: Completamente. Tenemos un hándicap muy grave. El insularismo, la gran distancia, la diferencia cultural, hasta la diferencia horaria afecta. Pero lo más llamativo a mi parecer es que la península siempre nos ha dado la espalda. Hay muy poco conocimiento en el resto de España sobre Canarias, sobre el canario y su idiosincrasia. ¿Cómo es posible que apenas existan “papeles” de canarios? No existimos como personajes de ficción. Tenemos incluso que modificar nuestro acento para entrar dentro de la industria.

P: ¿Se ha formado fuera de las Islas Canarias?, ¿cree que son suficientes los recursos formativos relacionados con el cine?

R: Me formé en la Universidad Complutense de Madrid. Luego he hecho cursos en Madrid, Canarias y Cuba. Creo que es necesario incrementar los recursos formativos, aunque han aumentado llamativamente en los últimos años. Creo que habría que hacer hincapié en masterclass y formaciones en formato reducido con profesionales del medio de gran nivel a escala nacional e internacional. Eso nos ayudaría a crecer.

P: Analizando su trayectoria, ¿qué opinión le merece la relación entre la insularidad, la formación y el trabajo en el sector audiovisual canario?

R: En mi caso, al formarme fuera y comenzar mis andanzas en el audiovisual fuera, yo quizás me inicié de otra manera que el resto. Mi inserción aquí fue buena y paulatina. En cuestión de dos años he conseguido levantar proyectos con apoyo público. Creo que sí que se le está dando una oportunidad al audiovisual y apostando por gente joven y mujer.

P: ¿Qué factores afectan al crecimiento del sector cinematográfico en Canarias?, ¿cuáles son los retos más inmediatos para el sector?

R: Principalmente creo que hace falta un incremento de las ayudas públicas en el audiovisual. Y falta más formación y hacer más atractiva la isla para esas fugas de cerebros. Pero como dije antes. Vamos bien encaminados.

P: Teniendo en cuenta la perspectiva de género, ¿qué síntesis haría sobre su carrera profesional?

R: Que he tenido que luchar e imponerme constantemente. A veces no sé si es por mi juventud o por mi “condición” de mujer, pero el caso es que cansa, cansa tener que marcar límites, evitar los tonos paternalistas y condescendientes.

P: ¿Cuál es la parte más compleja de su trabajo?

R: El verme con falta de equipo y tener que tirar de carros y carretas prácticamente sola.

 

González de Molina dirigiendo el largomentraje ‘Julie’

P: ¿Ha sufrido actitudes o situaciones machistas en el trabajo?

R: Sí, claro.

P: ¿Qué opina sobre el concepto cine de mujeres?

R: Absurdo. Separatista y paternalista.

P: También se habla de la mirada femenina, ¿las mujeres por ser mujeres tienen una forma determinada de dirigir?

R: Absurdo. Existen miradas plurales. La mirada femenina es una forma sutil de crear una especie de subgénero como lo fue en su época el melodrama. Es cine de débiles y blanditas para débiles y blanditas.

P: ¿Cree que es necesario aplicar políticas de igualdad en la actividad en Canarias?

R: Completamente de acuerdo.

P: ¿Qué propone para paliar esta desigualdad laboral?

R: Paridad.