los europeos

‘Los Europeos’, un verano aislado

Título original: Los Europeos

Año: 2020

Duración: 89 min

País: España y Francia

Dirección: Victor García León

Guion: Marta-Libertad Castillo, Bernardo Sánchez

Música: Selma Mutal

Fotografía: Eva Díaz

Reparto: Raúl Arévalo, Juan Diego Botto, Stéphane Caillard, Carolina Lapausa y Boris Ruiz

Productora: Apache Films, Gonita, A Contraluz Films, In Vivo Films

Género: Drama

Ficha en IMDb

Un verano aislado. Las olas y las luces rutilantes de los garitos ibicencos confeccionan la hermosa flora del cosmos que dibuja Los europeos. Muchachas y muchachos bailando, copa en mano, en las pistas de uno de los puntos ciegos de la maquinaria franquista. En aquella Ibiza cincuentera, las playas eran un crisol de idiomas, acentos y culturas. Porque todas las personas son libres mientras se bañan en el mediterráneo. Suspiros de una España que, gracias a Dios, era muy poco española. Flamenco lorquiano en una vieja tarima de chiringuito. Bañadores ridículos empapados en ginebra y sal. Bigotes poblados, empanadillas caseras y amores gabachos. Un paréntesis vital. Un verano aislado.

Con templado ritmo y sobria estética, Los Europeos nos introduce de sopetón en los olores y los sabores de los años cincuenta. Unos tiempos que en España estuvieron marcados por el Leviatán implacable de la falta absoluta de libertades. Esta angustia encontraba, sin embargo, someros retazos de prematura relajación moral en el contexto de los veranos baleares. Esta cinta nos lleva a la década donde España entendió que no podía subsistir aislada del mundo, y comenzaba a abrirse ante la llegada de turistas internacionales y elementos culturales foráneos. Los europeos es la historia de dos jóvenes en búsqueda de una fantasía hedonista que los aleje de la realidad puritana y asfixiante de su Madrid. Una huida hacia delante y sin destino que tiene que como inexorable meta la triste realidad.

A pesar de ser muy triste en su fondo, esta es una película de pocas lágrimas. Quizás porque en la España de Franco, los hombre no lloraban, claro. Impoluta en su forma, de cuidada estética y notabilísimas actuaciones, esta película adolece, sin embargo, de una pausa excesiva en su desarrollo (fruto, quizás, de un uso algo rácano de los acompañamientos musicales). No obstante, la brillantez de sus dos protagonistas (especialmente del resplandeciente Juan Diego Botto) y los aires melancólicos de una triste historia, hacen de la película un delicado, simpático y satisfactorio producto.

Los Europeos es una película hecha de suspiros y realidad. Una oda a lo que es el verano; un paréntesis. Las vidas continúan, los recuerdos se difuminan y los momentos desaparecen tan rápido como aparecen. Pero los veranos se siguen sucediendo, y la isla sigue en su sitio. Siendo testigo, cada vez, de veranos nuevos con gente nueva. De veranos aislados.

Lo mejor: Juan Diego Botto.

Lo peor: Un ritmo excesivamente pausado y un uso algo rácano de la música.

Nota: 7/10