‘Hijos del Sol’, sobre la explotación de los niños en Irán

Título: Hijos del Sol

Año: 2020

Duración: 99 min.

País: Irán

Dirección: Majid Majidi

Guión: Nima Javidi, Majid Majidi

Música: Ramin Kousha

Fotografía: Houman Behmanesh

Reparto: Shamila Shirzad, Ali Nassirian, Mohammad Javad Ezzati, Tannaz Tabatabayi, Safar Mohammadi, Ali Ghabeshi, Roohollah Zamani, Abolfazl Shirzad, Mohammad Mahdi Mousavifar, Mani Ghafouri

Productora: Majid Majidi Film Production

Género: Drama

Ficha en Filmaffinity

La cartelera española cuenta con dos de las películas nominadas a Mejor Película Internacional en la pasada edición de los Oscar. Por un lado tenemos Quo Vadis, Aida? (Bosnia), sobre la matanza que hubo en Srebrenica; y por otro, Otra ronda (Dinamarca), la última película del prestigioso director Thomas Vinterberg sobre un grupo de profesores que juegan con los límites del alcohol. Este fin de semana llega a la gran pantalla Hijos del Sol, la película enviada a los Oscar para representar a Irán. No llegó a estar nominada, pero sí que estuvo en la primera criba de 15 películas conocida como shortlist.

La película cuenta la historia de unos niños que trabajan sin parar para mantener a sus familias. Ali, un joven de 12 años, lidera un grupo de cuatro niños que luchan por sobrevivir haciendo pequeños trabajos en un garaje y cometiendo delitos para ganar dinero fácilmente. A estos jóvenes se les encarga la misión de encontrar un tesoro escondido bajo el suelo de la Escuela del Sol, una institución benéfica que se dedica a educar a niños de la calle y trabajadores infantiles.

«Hasta la fecha, hay 152 millones de niños en esta situación», comenta Majid Majidi, el director de la película. «Las organizaciones internacionales están librando una lucha desesperada para ayudar a unos jóvenes que están sometidos a abusos y que carecen del derecho humano a la educación».

Hijos del sol

Majid Majidi, nacido en Teherán, es el primer director iraní en recibir una nominación al Oscar en la categoría de Mejor Película Internacional en 1998 por Niños del paraíso. El director, acostumbrado a trabajar con niños, saca todo el potencial de los jóvenes actores en Hijos del sol. Destaca especialmente el actor principal, Roohollah Zamani, que se llevó en el Festival de Venecia el premio de Mejor Actor Emergente.

A pesar de contar con una premisa muy social –la explotación de los niños en Irán-, el mensaje se ve completamente eclipsado por el conflicto más ficticio de la película -la búsqueda del tesoro-. Esto no tendría por qué ser negativo, pero la narrativa de este segundo apartado se desarrolla de una forma un tanto absurda, dejando así atrás el mensaje grandilocuente que parece que va a desarrollar.

Hijos del Sol abre muchos frentes interesantes como la comunidad afgana en Irán o los núcleos conflictivos del país. Sin embargo, ninguno de ellos se termina de explorar con precisión. La película carece de profundidad cuando habla de las familias de cada uno de los integrantes de la banda de amigos. El valor del realismo -presente en directores iraníes como Abbas Kiarostami– se ha visto engullido por un afán de entretener que funcionará para el público menos exigente.

Por otro lado, cabe destacar un uso del espacio y la fotografía brillante y unas actuaciones muy sinceras por parte de los actores más jóvenes. Hijos del Sol es un drama ligero que se ve con mucho gusto, pero que profundiza poco. El mayor problema de este caso es que juegue a contar una premisa con tanto valor social que se va difuminando a lo largo del metraje.

Lo mejor: No pierde el ritmo y la historia te deja enganchado desde el principio

Lo peor: El mensaje principal se pierde cuando investiga por los terrenos de la ficción más baladí

Nota: 5/10

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