The Flash

‘Flash’, running para sedentarios

Título original: The Flash

Año: 2023

País: Estados Unidos

Dirección: Andy Muschietti

Guion: Christina Hodson. Personajes: Gardner Fox, Harry Lampert

Fotografía: Henry Braham

Reparto: Ezra Miller, Ben Affleck, Michael Keaton, Sasha Calle, Michael Shannon, Kiersey Clemons, Maribel Verdú, Ron Livingston

Productora: DC Comics, DC Entertainment, Warner Bros

Género: Superhéroes, Ciencia Ficción, Aventuras, Comedia, Drama

Ficha en Filmaffinity

Lo más llamativo (y seguramente negativo) de una película como Flash es que confirma la máxima de estos tiempos tan atolondrados que nos están tocando vivir. Y ese precepto no es otro que el de que ya nada parece tener sentido. ¿Por qué? Porque, paradójicamente, el concepto del multiverso no parece ofrecer otra alternativa.

La cinta dirigida por Andy Muschietti, que ha estado rodeada de todo tipo de problemas en un universo cinematográfico ya de por sí accidentado, se suma a lo ya explotado por Marvel para traer al Universo extendido de DC la vía que proporcione una infinidad de películas de realidades inacabables, con múltiples personajes interpretados por varios actores. Lo sé, también provoca fatiga escribirlo.

No obstante, la película que protagoniza Ezra Miller por partida doble comienza primero por la historia personal del personaje creado por Gardner Fox y Harry Lampert. En ella, el Barry Allen del presente descubre que es capaz de superar la velocidad de la luz, siendo capaz de poder viajar al pasado para así poder salvar a su madre muerta (Maribel Verdú) y evitar que su padre (Ron Livingston) sea culpado injustamente. Al regresar al presente, momento en el que nos damos cuenta que, como siempre, los viajes en el tiempo lo ponen casi todo patas arriba, Flash tendrá que lidiar con las turra multiversal él mismo ha propiciado.

The Flash
Fotograma de ‘Flash’ (Foto: Warner Bros.)

Llegados a este punto es cuándo uno se encuentra con el verdadero intríngulis de la cuestión: que pensar de un filme que es un reguero casi inacabable de aciertos y errores. Un constante «una de cal y otra de arena» que supondría el segundo motivo para remarcar lo del agotamiento mental. La cinta es abiertamente cómica, y así lo prueba el libreto de Christina Hodson, encadenando situaciones y gags que funcionan y tropiezan. Que se alzan vencedores para luego desinflarse en la derrota, poniéndose al servicio de un Miller ramificado en dos que también participa de lo mejor y lo peor que puede dar interpretativamente.

Por otro lado, viene arropada por una hondura dramática que es efectiva e incluso emotiva, porque Maribel Verdú cantando en español es ese abrazo que no sabías que necesitabas. Y se revaloriza sin duda ante el fan service más tramposo e indecente, vehiculado en su mayor parte por Michael Keaton en su vuelta como el caballero oscuro (un regreso que juró que no haría jamás hace ya 30 años). Trampas nostálgicas que también vienen de la mano de un CGI bochornoso, por feo, en los deepfakes, aunque resultón en todo su aparato de acción narrativa y de colores vivos en busca de la plástica de los cómics.

The Flash
Fotograma de ‘Flash’ (Foto: Warner Bros.)

Así pues, todo acaba por ser tan risible si uno se para a pensar en que al final se haya podido estrenar esta película, que el hastío inicial puede acabar tornándose en una perspectiva más humilde ante el disparatado equilibrio que pretende Muschietti en una cinta olvidable, pero cumplidora, con algún cameo autoconscientemente ridículo y un gran escaparate de las mejores virtudes y los peores despropósitos del cine de superhéroes.

Lo mejor: Las bajas expectativas que ha generado por todo lo extracinematográfico. Un plus para poder apreciar su decente entretenimiento

Lo peor: La prueba fehaciente de la fatiga crónica de un tiempo anquilosado por superhéroes, multiversos y sobreestimulación

Nota: 6/10