Pilar Sánchez
Pilar Sánchez (Foto: Suwon Lee)

Pilar Sánchez: «Me gusta que los encuadres y la foto tengan potencia.»

El día 27 de octubre, con motivo de la celebración del MicroSalón AEC, Pilar Sánchez Díaz (Carmen y Lola, La familia perfecta) acudió a La Nave a hablar -junto a la directora Arantxa Echevarría y la directora de arte Carmen Albacete– del rodaje de su próxima película, Chinas. Tras el coloquio, tuvimos la oportunidad de hablar con ella acerca de la dirección de fotografía, sus referentes y su trabajo con Echevarría.

PREGUNTA: Estudiaste química, algo muy alejado a priori del audiovisual. Me interesa mucho la visión de la gente que entra al cine desde otra disciplina, ¿crees que te ha aportado algo haber llegado desde un lugar que no sean los estudios puramente cinematográficos?

PILAR SÁNCHEZ: Bueno, yo creo que todo aquello que estudias te suma como persona, te abre los ojos al mundo, te da unas tablas. Por ejemplo, las carreras de ciencias se consideran muy difíciles antes de hacerlas, y a mí hacer química me hizo creer que podía conseguir lo que me propusiera. La ciencia me apasiona, la química me gusta muchísimo y me encanta la investigación. También te amuebla el cerebro de cierta forma, yo por ejemplo con Arantxa Echevarría siempre saco mi parte lógica de ciencias, porque es verdad que yo soy muy analítica y eso sí lo traslado al cine.

El cine tiene una narrativa, una historia… pero en la dirección de fotografía también hay una parte muy pragmática: hay un plan que llevar a cabo, hay que ser muy sensato y saber diseccionar muy bien, diferenciar lo importante de lo que no… Yo eso siempre lo aplico a mi vida.

A mí, estudiar química me formó como persona y me siento muy orgullosa de ello, no sería la misma persona si no lo hubiera hecho. Estudiar cualquier disciplina siempre te aporta, te hace ver que las cosas no son tan difíciles como desde fuera parecen, sino que es cuestión de meterse, ponerse a ello, remangarse y dedicarle tiempo y esfuerzo. Con tiempo y esfuerzo todo se puede conseguir. Es un mensaje que le diría a los estudiantes, estudiar nunca es perder el tiempo.

P: A la hora de rodar, en cuanto a las dimensiones de producción, ¿te sientes más cómoda en equipos más pequeños o en equipos grandes?

P.S.: Me gustan tanto los proyectos que tienen mucho presupuesto como los que tienen poco. El presupuesto no determina que un proyecto sea más o menos interesante. Al final son diferentes formas de trabajar. A veces cuando tienes menos equipo se genera más familia, todo es más intimista… y si tienes poco equipo humano, tiene que ser un equipo muy bien avenido y muy bueno. Si tienes pocas manos, tienen que ser buenas manos.

En definitiva, se abordan de forma diferente. En producciones más pequeñas, por cuestiones presupuestarias, los espacios a iluminar suelen ser más pequeños y la complejidad se suele limitar. Cuando tienes una producción más grande, con presupuestos más altos, se suelen rodar secuencias quizás más complicadas, pero me siento muy cómoda con ambos. Me gusta ser polifacética, hacer películas intimistas de autor como un blockbuster o un thriller. De hecho, estoy deseando que me llegue algún thriller, tengo muchísimas ganas.

P: Me gusta mucho tu foto porque es muy naturalista pero a la vez muy cuidada. Hay una creencia muy extendida de que la luz naturalista es más fácil de hacer que la de un planteamiento más clásico de iluminación, y no tiene por qué ser así. ¿Cuáles son los pros y los contras de trabajar así y cuál es la máxima dificultad de iluminar naturalista?

P.S.: El elegir hacer una luz naturalista te lo da el guion. Un director de foto está al servicio de la historia. Si tú quieres que el espectador crea que la historia es real y que el personaje entra a un bazar real, tus referencias tienen que ser naturalistas para que el espectador se sienta identificado con su día a día. Lo que pasa es que, dentro de esa luz naturalista, a mí me gusta que sea preciosista, que sea bonita. Entendiendo preciosista no como una belleza siempre bonita, porque lo feo a veces es bello. La clave es que te transmita cosas, las emociones que cada secuencia tiene en la película.

Pilar Sánchez AEC junto a Arantxa Echevarría.

P: En ese sentido, supongo que te ayudará mucho trabajar con Arantxa ya que os conocéis muy bien y trabajáis mucho la preproducción.

P.S.: Sí, yo llevo trabajando muchos años con Arantxa Echevarría y nosotras trabajamos mucho la preproducción. Es fundamental como dire de foto saber cómo quiere contar la directora la película, cuál es su punto de vista, dónde quiere incidir… Yo siempre le cuento cómo voy a hacerlo lumínicamente hablando, para que ella se lo pueda imaginar, y un poco cumplo con esas exigencias que ella tiene, porque es muy perfeccionista, y yo también lo soy con la luz.

Pero me gusta muchísimo hacer luz irreal… no quiero que me encasillen con una luz naturalista, no solo hago eso. Lo que sí que me gustan son los fotogramas ricos fotográficamente. No me gusta la luz plana, me gusta que los encuadres y la foto tengan potencia. Pero puede ser irreal, falso, puedo hacerte una peli de ovnis, un western

P: No te gusta encasillarte en un estilo concreto.

P.S.: No, pero por ejemplo me han dicho “haces muchas comedias”. Bueno, pues porque es lo que me han ofrecido, pero yo encantada de cambiar. De hecho, toda la fase en la que hicimos cortometrajes sí que hicimos un poco todos los géneros. Y cuanta más variedad, más divertido es. Si algo mola del cine es que cada proyecto puede ser un mundo distinto y que cada película te permite jugar.

P: En cuanto a referentes en la dirección de fotografía, ¿tienes alguno concreto que te haya inspirado? 

P.S.: No soy muy dada a coger y dar un montón de nombres. Si quieres te digo algunos como Robert Richardson (Kill Bill), que es un DOP maravilloso, Darius Khondji (Seven)… hay tantas películas tan maravillosas.

P: ¿Cuando trabajas con Arantxa sueles trabajar con referencias, de otras películas o pinturas por ejemplo, o no soléis trabajar así?

P.S.: Sí, buscamos referencias de todo tipo, desde pinturas a fotogramas de otras películas. Yo soy partidaria de hablar con fotogramas por delante con los directores. Porque muchas veces hablar de luz cálida, luz fría, contrastada… son términos demasiado abstractos en los que cada uno puede entender una cosa distinta. Creo que es importante que tanto el director te enseñe referencias de estilo, como que tú presentes propuestas para las diferentes secuencias. Muchas veces la fotografía es algo muy abstracto y si no eres DOP, los directores quizás no ven lo mismo que tú. A lo mejor les mola algo concreto de varias fotos muy diferentes, por eso primero hay que hacer una labor de hablar mucho con ellos y de entender qué película quieren para luego tú ser capaz de traducirlo en imágenes.

Un referente para mí sí que fue David Azcano (Concursante). Trabajé muchos años en su equipo de cámara, es a quien más he visto trabajar en directo y aprendí muchísimo de él.

Pilar Sánchez AEC en el MicroSalón (Foto: Suwon Lee)

P: Veo una diferencia bastante grande entra la vieja y la nueva escuela de la foto. ¿has notado esa diferencia a ese nivel? Noto por ejemplo que la vieja escuela trabaja de forma más vertical y los jóvenes lo hacen de forma más horizontal, aunque siga habiendo jerarquías.

P.S.: Bueno, a ver, la jerarquía en un rodaje es importante, porque no todo el mundo puede opinar de todo, porque se vuelve un caos. Cada uno tiene un papel y un cometido. Esto no significa que no se pueda hablar de una forma horizontal, pero cada uno tiene su labor y no debe salirse de ella.

Entendiendo la jerarquía, a mí me parece algo interesante. Pero, por supuesto, no la entiendo como algo que afecte a las relaciones personales dentro del rodaje; que seas meritorio no significa que te deban tratar peor ni mejor. Es como en todos los trabajos, cada uno tiene su cometido, pero eso no significa que no podamos concebir los rodajes como una gran familia en la que todo el mundo está bien avenido, todo el mundo se siente a gusto en su hueco… y creo que los rodajes funcionan bien cuando la gente se siente a gusto en su posición y con lo que aporta.

Cuando yo estudiaba, era un pecado ponerse delante de cámara. Ahora, en un rodaje, a veces hay hasta 20 personas delante de cámara y es como: “por favor, despejad el cuadro”. Eso debería ser algo casi religioso. Y, bueno, creo que instaurar una anarquía en el set solo complica el trabajo. No creo que tenga que ser jerárquico por rendir pleitesía. No va de eso. Es que necesitamos un orden y una organización. Y, por supuesto, siempre hay gente que manda más que otra, el director/a es siempre la persona que más manda en el rodaje y te guste o no es así. Siempre desde el cariño y el respeto al trabajo de todos y por el bien de la película.

P: Por último, ¿qué consejo le darías a un estudiante que quiera ser dire de foto, qué crees que necesita aprender?

P.S.: Mi consejo sería que intente entrar en algún equipo de meritorio de cámara o video assist para poco a poco ir ascendiendo en el equipo de cámara. O bien como eléctrico, para ir subiendo por el equipo de luz. Y luego estar en un rodaje de una forma activa mentalmente. Por ejemplo, si a ti te gusta la luz, ver cómo ilumina otro. A veces la gente está en un rodaje y no observan lo que está sucediendo, cómo ilumina el DOP… Sí saben que han puesto un estico allí, un aparato allá… pero si salen del rodaje y les preguntas, muy poquita te sabe responder.

Cuando yo empecé y era video assist me encantaba ser doble de luces. Sentarte en la silla donde luego se va a sentar el actor, eso es oro. Porque desde esa posición ves perfectamente por dónde te da la luz de cada aparto, cada rebote, cada gelatina… y luego preguntas. Me parece una posición muy privilegiada, y no es fácil que por ejemplo la gente de cámara se quiera sentar ahí, es algo que está infravalorado y creo que es un sitio privilegiado. Es una posición en la que se aprender muchísimo de luz.

Para aprender hay que observar, pero observar de verdad. Si tienes un interés real, un dire de foto sí está dispuesto a después tomándote una caña, explicarte cómo lo ha hecho. Yo, al menos, no tengo ningún problema en explicar qué he hecho y por qué. Luego siempre hay pequeños detalles que un DOP valora mucho de alguien que esté empezando: que esté pendiente, que no esté hablando, que esté atento a lo que se está haciendo, mirando al monitor… Mirando esas pequeñas cosas evitas que el DOP tenga que estar pendiente de todo, y eso se agradece mucho. Yo creo que esas pequeñas cosas suman y hacen que el equipo funcione mejor y la película salga mejor. Primero vas aprendiendo y luego ya vas pudiendo asumir más responsabilidades.