Título original: The color purple
Año: 2023
Duración: 140 min
País: Estados Unidos
Dirección: Sam Blitz Bazawule
Guion: Marcus Gardley y Marsha Norman (Novela: Alice Walker)
Fotografía: Dan Laustsen
Música:Stephen Bray, Siedah Garrett, Brenda Russell, Allee Willis
Reparto: Fantasia Barrino, Danielle Brooks, Taraji P. Henson, Colman Domingo y Halle Bailey.
Productoras: Amblin Entertainment, Harpo Films, Scott Sanders Productions, Warner Bros.
Género: Musical/Drama/Feminismo/Racismo
Ficha completa en FilmAffinity
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Vivimos en una época cinematográfica donde hacer remakes está a la orden del día. Dentro de esta, ha surgido un nuevo movimiento: los remakes musicales.
Recientemente hemos contado con Wonka, con Chicas malas, y ahora llega El color púrpura. Producida por Steven Spielberg y Oprah Winfrey, la nueva versión de la obra de Alice Walker llega este viernes a cartelera para conmovernos al ritmo de Broadway.
Cuando se lanza un tipo de proyecto con estas características, la preguntas es obvia: ¿Tiene sentido que sea un musical?
Como musical es un producto de 10. Su mayor baza es contar con un elenco de estrellas monumentales apoyadas en unas coreografías y unos escenarios muy imaginativos. Desde las actrices más jóvenes como Phylicia Pearl Mpasi y Halle Bailey, pasando por las actrices adultas como Fantasia Barrino, Taraji P. Henson y Danielle Brooks (la cual está nominada a mejor actriz de reparto en los Oscars), todas ellas nos deleitan con unas voces angelicales llenas de fuerza, ritmo y energía.

Gracias a la dirección de Sam Blitz Bazawule, todas estas actrices consiguen combinarse a la perfección con todos los bailarines que las acompañan mientras comparten un mismo escenario (un escenario que, gracias a dicha dirección, es un personaje más en la historia).
Sin duda alguna, los fans del género no solo disfrutarán del apartado musical, sino que darán gracias de poder sentir tan de cerca Broadway.
Con toda esta información se podía pensar que la respuesta a la pregunta ¿Tiene sentido que sea un musical? sea sí, pero precisamente ser un musical es su mayor acierto y desventaja, ya que la historia no acaba de ser tan completa como debería.
Por un lado, el hecho de estar viendo constantes números musicales hace que «veamos» la historia de manera episódica, no de manera continua.
A diferencia de otros musicales en los que las transiciones de «narración no cantada» a «narración cantada» fluyen con más naturalidad, en El color púrpura no es así. Los inicios y finales de sus números musicales se sienten muy bruscos, lo que hace que como espectadores sintamos que la película avanza por «pantallas» (como si de un videojuego se tratara).

Por otro lado, los números musicales son muchos y de larga duración; lo que provoca que, para que la duración de la cinta no se extienda en exceso, las partes que desarrollan la trama y los personajes se sientan apresuradas o poco elaboradas.
A su vez, los personajes secundarios son tratados como personajes principales, haciendo que aquellas tramas más secundarias también ocupen más minutos en pantalla (lo que provoca que todo se sienta muy comprimidos).
Es por ello que estos dos aspectos generan en el espectador la sensación de no estar conectando de manera profunda con los hechos que se narran.
Conclusión
Con grandes actrices y números musicales magníficos, El color púrpura es una correcta nueva versión del viaje de Celie. Tiene ritmo, energía y poderío visual; pero debajo de este envoltorio musical, falta esa emoción que hace conectar al espectador con el relato.