Título original: D’argent et de sang
Año: 2023
Duración: 6 episodios de 50 min
País: Francia
Dirección: Xavier Giannoli, Frédéric Planchon
Guion: Jean-Baptiste Delafon, Xavier Giannoli, Antoine Lacomblez. Libro: Fabrice Arfi
Música: Rone
Reparto: Vincent Lindon, Niels Schneider, Ramzy Bedia, Olga Kurylenko
Productoras: Curiosa Films y Canal +
Género: Serie de TV / Thriller
Ficha completa en Filmaffinity
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El engaño del siglo -más allá de ciertos arbitrajes en Champions o de la decapitación de Dani Martín en El Hormiguero– se sucedió en Francia en el año 2005. Resulta que, para combatir el calentamiento global, la Unión Europea estableció un límite de emisiones de CO2 a las empresas. Una preciosa iniciativa a la que, para variar, enseguida empañaron los billetes. Las compañías cuya actividad echase más humo de la cuenta podían comprar -de manera literal- el derecho a contaminar sobrante de otras empresas. Lo llamaron, porque había que ponerle un nombre, el mercado de los bonos de carbono.
“Hecha la ley, hecha la trampa”, debieron pensar dos tunecinos-franceses al percatarse de que la compra de estos bonos acarreaba casi un veinte por ciento de IVA. Así, tirando de la más vil picaresca, se embolsaron una indecente cantidad de capital en la compra-venta de estos activos con empresas offshore. Cada transacción realizada suponía su enriquecimiento y, por tanto, una estafa directa al bolsillo del Gobierno de Francia.
Hasta este suceso retrocede Xavier Giannoli (La aparición) para estrenarse en el mundo de las series. En Sangre y dinero (primera parte disponible en Filmin) narra la historia de estos embaucadores (Ramzy Bedia y David Ayala) en tono thrilleresco. Para detenerlos, cuestiona la ética del asunto con el personaje de Vincent Lindon, un policía tan servicial como atormentado por su catastrófica paternidad. Los dos ladrones, con la financiación de un joven inversor francés (interpretado por Niels Schneider), viajarán por todo el globo para consagrarse como los más célebres estafadores de la historia reciente de Francia.
La estructura narrativa de Sangre y dinero se confecciona a través de las declaraciones del policía relatando los hechos. Con el mismo nivel de frustración que de admiración por el talento ladronesco, Lindon retrocede hasta la acción en continuados flashbacks. Su lamento, además, funciona de manera didáctica al descifrar la complejidad de este entramado socioeconómico. Esta atractiva premisa, tratada de tal forma, retrotrae de inmediato a los eternos interrogatorios de True Detective (Pizzolatto, 2015). Es cierto que no posee el magnetismo de su primera temporada, ni cuenta con el dúo carismático de McConaughey y Harrelson. Pero el legado de este referente se traduce en funcionalidad, interés constante e incluso en un curso avanzado de lenguaje financiero o de cómo aprovecharte de las incongruencias del sistema.
En la colaboración de los tunecinos con el adinerado francés subyace una especie de sentimiento vengativo. Uno de sus móviles -además del deseo de enriquecerse y pegarse alguna que otra farra- es la inquina contra la clase alta francesa: desaprovechada totalmente, al menos, en la primera parte de la serie. Solo se aprecia el subtexto en la caricaturización progresiva de Schneider y en algún que otro apunte de guion (cuchicheos intrascendentes entre los ladrones o alguna breve referencia del policía). Los tecnicismos de la operación opacan la esencia de la estafa, que no es otra que combatir -como sea- la desigualdad de clases.
No sería de extrañar que esta fuera la piedra angular de la segunda parte de la serie. El cliffhanger -para nada sugerente- que separa ambas mitades advierte sobre ello con una pelea casi vergonzosa entre los protagonistas. Convence para ver el desenlace el próximo 26 de marzo, pero no tanto como para ponerse un recordatorio en el smartphone. Para entonces, quizás nos encontremos con un cierre reflexivo -y pertinente- sobre el anhelo de ascenso social. Aunque cabe la posibilidad de que lo más valioso se presente como un mero matiz y la serie se torne en un prescindible relato de estafas y atracos. Otro más para una colección ya bastante extensa.