El pasado 4 de diciembre se estrenó en salas españolas Beginning –aquí puedes leer la crítica-, la ópera prima de Dea Kulumbegashvili que ha polarizado a la crítica y que se alzó con cuatro premios en el Festival de San Sebastián: mejor película, mejor directora, mejor guion y mejor actriz.
La película cuenta la historia de Yana, una mujer que vive en un pequeño pueblo y que pertenece a una comunidad de Testigos de Jehová. Esta comunidad es atacada por un grupo extremista. En pleno conflicto, Yana se desmorona lentamente y sufre los abusos de la sociedad que le rodea.
Dea Kulumbegashvili es la autora de esta película tan especial. Con tan solo 34 años, esta joven directora ha conseguido batir el récord de premios a una misma película en el festival vasco. España es el primer país que tendrá su estreno en salas y hemos hablado con Kulumbegashvili para que nos cuente algo más sobre su película.
P: ¿De dónde nace la idea de crear esta película?
R: Cuando pasamos ciertos momentos, los seres humanos nos preguntamos sobre el sentido de nuestra vida. Tenía algunas ideas en mi cabeza para hacer una película sobre el maltrato. Me preguntaba qué significaba para mí. También me interesaba el tema de sentirte una extraña en un sitio que piensas que es tu casa. Se trata de cuestionar las decisiones de tu vida y de saber si esas decisiones las tomas tú como persona. Intenté juntar todos estos temas y ponerlos bajo la piel de una mujer que en una película tradicional probablemente habría sido el personaje secundario.
P: Beginning cuenta los grandes problemas de una sociedad patriarcal con un ritmo muy pausado. ¿Por qué decidiste hacer este contraste?
Yo no pienso que la película tenga un ritmo lento. La gente dice que es lenta porque no hay muchos cortes y tampoco hay muchos planos. Sin embargo, hay muchas cosas ocurriendo en pantalla. Si observamos la vida de alguien que ha pasado por las experiencias por las que pasa la mujer protagonista, no creo que fuese a ir mucho más rápido. Quería capturar el ritmo de vida de esta mujer. No estoy de acuerdo con la idea de que en el cine hay que quitar los momentos “aburridos” como decía Hitchcock. No creo que haya momentos aburridos en el cine. Mi objetivo es captar la verdad detrás de la vida de las personas, en este caso, de la vida de Yana.
P: Hay una escena que se ha comentado mucho en la que el personaje de Yana se tumba en el bosque un buen rato. ¿Qué querías transmitir al público con ese momento?
R: Esa escena en particular estaba pensada para haberse hecho de otra manera, pero yo sabía exactamente lo que quería transmitir. Este es el momento en el que la madre intenta poner una barrera con la persona que más quiere, su hijo. Al mismo tiempo, es un momento de introspección y de transformación para la protagonista.
Cuando estaba en el bosque no me gustaba lo que estaba grabando y para mí es esencial conectar con lo que está pasando delante de la cámara, así que simplemente le pedí a Ia que se tumbase en el suelo y grabé esa toma esperando que la luz cambiase. Mi director de fotografía me miraba como diciendo: “¿Qué estamos haciendo?” También había un gran dilema en la sala de montaje porque todo el mundo intentaba convencerme de cortar esa escena. Pero yo creo que era absolutamente necesario que esa escena tuviese esa duración. Para mí esta era la escena central de la película.
P: ¿Cómo llegaste hasta Ia Sukhitashvili para dar vida al personaje de Yana?
R: Ia es una actriz muy famosa en Georgia, pero suele hacer teatro. Yo crecí en el pueblo donde rodamos la película y ella creció también en un pueblo pequeño. Ahora ella es una gran diva y, aunque no la conocía personalmente, sabía que era una gran actriz porque la había visto sobre el escenario. Ella no estaba muy interesada en actuar para la gran pantalla, pero un día llamó al director de casting y preguntó por mí. Yo estaba muy sorprendida. Me dijo que quería hacer una película y conecté mucho con su manera de ser. Llevaba buscando ya mucho tiempo a alguien para el papel y no lograba tener esa conexión que necesitaba. Con ella sí ocurrió.
P: El personaje principal pasa por situaciones horrorosas a lo largo de la película. ¿De dónde saca la fuerza Yana para seguir hacia delante?
R: Cuando la película empieza, la sensación de amenaza esta muy presente, pero esto se perpetúa durante toda la cinta. Cuando debatíamos sobre la película uno de los temas que más se hablaron fue si era adecuado que Beginning empezase de manera tan intensa. Nos preguntábamos: “¿Hacia dónde vamos después de esto?” Yo quería trabajar con el grado de intensidad de amenaza. Además, más adelante ella se siente culpable de sentirse amenazada. Intenta huir de ello, pero lo acaba aceptando. Creo que consigue seguir adelante porque está luchando para huir de ese sentimiento de amenaza.
P: La película se llevo cuatro de los galardones más importantes del Festival de San Sebastián. ¿Qué sentiste al recibir ese reconocimiento por parte del jurado en tu primera película?
R: Estaba muy contenta. Todos los directores queremos que nuestra película se vea y esto no significa que le tenga que gustar a todo el mundo. En el cine siempre hay muchas opiniones, y cuanto más opuestas son, más interesante es la conversación que se crea porque la gente comienza a debatir. La película está empezando a tener su propia vida y estoy disfrutando mucho de este momento. Cuando todo vuelva a la normalidad en Georgia, espero que tenga su público y que la gente se lo pase bien viendo Beginning.
P: ¿Crees que Beginning va a encontrar su público en España?
R: Yo creo que sí. Ya veremos lo que pasa. Me encantaría haber estado ahí con el público español, pero no ha podido ser.