Kaya Scodelario y Johnny Depp en su primer encuentro.

Crítica – Piratas del Caribe: La venganza de Salazar

Título original: Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales

Año: 2017

Duración: 129 min

País: Estados Unidos

Directores:  Joachim Rønning y Espen Sandberg

Guion: Jeff Nathanson

Reparto: Johnny Depp, Javier Bardem, Brenton Thwaites, Kaya Scodelario, Geoffrey Rush, Orlando Bloom, Kevin McNally, David Wenham, Stephen Graham, Adam Brown, Golshifteh Farahani, Martin Klebba, Goran D. Kleut, Jessica Green, Paul McCartney, Keira Knightley

Productora: Walt Disney Pictures

Género: Aventuras, Fantástico

Disney engrasa cada vez más su máquina de realizar blockbusters. No es un secreto que la saga Piratas del Caribe es uno de los ojitos derechos de la compañía, rentable desde el minuto uno. No obstante, la cara B de la explotación del formato se hace cada vez más clara: si ya la cuarta entrega de las aventuras de Jack Sparrow dejaba que desear, esta quinta parte roza la exasperación del espectador y muestra como un cartel luminoso que, efectivamente, está realizada para embolsar dinero fácil.

No obstante, hay que romper una lanza a favor de sus directores, Joachim Rønning y Espen Sandberg, no solo por soportar a una tanda de actores cansados del formato y de su vida en general -no es un secreto que rodar con Johnny Depp fue más bien desagradable-; también por conseguir salvar, de una forma más o menos coherente, una cinta que mezcla personajes completamente nuevos y bastante planos con clásicos sobreexplotados interpretando un guion basado en el chiste poco elaborado.

Kaya Scodelario y Johnny Depp en su primer encuentro.

Son estos nuevos personajes los que encaminan la cinta, ella con algo más de gracia que él: Carina (Kaya Scodelario) y Henry (Brenton Thwaites). Así, sin apellidos, porque revelarlos supone caer en el spoiler absoluto, algo que probablemente haya sufrido más de uno en tráilers u otros tipos de promoción.

Frente a ellos, como es habitual en la saga de piratas, el villano protagonista; esta vez, un Capitán Salazar al que Javier Bardem da su toque typical spanish, algo que no deja de resultar gracioso siempre que la cinta se visione en versión original. De hecho, es el personaje de Bardem el que hace que La venganza de Salazar sea ligeramente superior a En mareas misteriosas, algo que por otro lado tampoco era demasiado difícil.

Javier Bardem, tras pasar por chapa, pintura y efectos para convertirse en Salazar

¿La peor noticia? Que la saga se alargará todavía más, a juzgar por la escena post créditos, algo del todo innecesario en una franquicia que mantenía un buen nivel como trilogía y que se ha visto mermada ante las ansias de hacer taquilla de la productora.

Lo mejor: Los chistes inventados por el propio Bardem y el personaje de Scodelario, que a pesar de su simpleza aumenta los matices de una cinta más bien floja.

Lo peor: La sensación constante de encontrarse anteuna película completamente innecesaria.

Nota: 4 / 10