Crítica – ‘Pesadillas 2: Noche de Halloween’

pesadillas
Póster de Pesadillas 2

Título original: Goosebumps 2: Haunted Halloween

Año: 2018

Duración: 90 minutos

País: Estados Unidos

Dirección: Ari Sandel

Guión: Darren Lemke, Rob Lieber (Basado en los libros de R.L. Stine)

Música: Dominic Lewis

Fotografía: Barry Peterson

Reparto: Madison Iseman, Jeremy Ray Taylor, Caleel Harris, Wendy McLendon-Covey, Chris Parnell, Ken Jeong, Peyton Wich

Producción: Columbia Pictures/ Sony Pictures Animation/ Original Film/ Scholastic Entertainment/ Silvertongue Films

Distribuidora: Columbia Pictures

Género: Fantástico/ Comedia/ Aventuras/ Terror ligero

Fecha de estreno: 26 octubre

Estamos ya en aquella época del año en la que cada vez más tiendas adornan sus escaparates con telarañas, sombreros de bruja y calabazas talladas. Hace veinte años casi nadie celebraba el Halloween fuera de los países anglosajones, pero ahora es ya casi tan nuestro como de cualquier pueblo de América. Esta apropiación cultural ha arraigado en nuestro imaginario gracias a la cultura audiovisual que nos llega en forma de películas como Pesadillas 2: Noche de Halloween, que se estrena este 26 de octubre en salas españolas.

Inspirada por los míticos libros de terror juvenil de R.L. Stine, como su predecesora Pesadillas, la segunda parte narra la historia de dos amigos, Sonny (Jeremy Ray Taylor) y Sam (Caleel Harris), que descubren en un rincón secreto de una casa abandonada un libro cerrado con llave. Al abrirlo aparece el muñeco ventrílocuo Slappy, que da vida a decoraciones, muñecos y disfraces en la noche más terrorífica del año para convertirlos en personajes de los libros de R.L. Stine. Eso supone monstruos de plástico, brujas con cabeza de melón, una araña gigante hecha de globos y ositos de goma demoníacos que terrorizan el vecindario. Con la ayuda de su hermana Sarah (Madison Iseman), Sonny y Sam deberán terminar con la noche de Halloween más real de sus vidas metiendo a los monstruos dentro del libro sin terminar de Stine, dándole así un final.

Siguiendo la plantilla de las películas del género de terror teenager, Pesadillas 2 cuenta con una trama poco original y sin sorpresas, algún sustillo remilgado y unos personajes que no van mucho más allá del cliché. Presenta la problemática de los (pre) adolescentes en la vida diária, pero únicamente de modo muy superficial: tus hermanos te molestan, el chico que te gusta no te hace caso, tu madre te ha castigado sin «truco o trato» o tu vecino está obsesionado con las decoraciones festivas. No deja de ser curioso, por eso, que se te cruce un «ojalá mi barrio también se decorara como un túnel del terror en Halloween», tengas la edad que tengas.

Pese a que no es necesario verla para entender la trama, si el espectador había visto la primera entrega puede quedar algo decepcionado, ya que no podrá evitar compararlas. Puede que más si eras fan de la saga de libros de pequeño.  El elemento de terror está ligeramente más aguado, los chistes y gags buscan únicamente la risa de los más pequeños y el guión es algo simplón. Quizás el elemento más remarcable del filme es el muñeco Slappy, que podría ser una versión infantil de Annabelle para los niños que no están preparados todavía para el terror «de verdad». Es aquí dónde se ve el punto fuerte de la participación de Sony Animation.

Se atisba también un ligero intento de integridad en el diseño de los personajes principales, aunque la chica sigue siendo el modelo americano de cheerleader rubia sin un pelo fuera de sitio durante todo el filme. Destaca la interpretación de Jeremy Ray Taylor, que entró en el ruedo con el remake de It y al que quizás este papel se le queda algo pequeño. Digna únicamente de mención es la aparición de Jack Black en la parte final de la película, ya que parece que su único propósito es el de recordar que se trata de una «segunda parte» en la que él era el protagonista.

Pesadillas 2: Noche de Halloween es un filme de temporada, con el que pasar la tarde con tus hijos, primos, hermanos pequeños – o no – pero el recuerdo de la cual guardarás, nada más salir de la sala, en aquel rincón de tu mente dónde están todos tus Halloweenes juveniles desde que tu tele sintonizó Disney Channel. Justo al lado de las cuatro partes de Halloweentown (¿Alguien recuerda de qué iba la segunda?)

Lo mejor: El muñeco diabólico versión infantil

Lo peor: Si has visto la primera vas a pensar «me gustaba más la otra». Si no, habrás pasado la tarde. Está bien para niños y pre-adolescentes

Nota: 6