Título original: Padre no hay más que uno 3
Año: 2022
País: España
Dirección: Santiago Segura
Guion: Santiago Segura, Marta González de Vega, Juan Vera
Reparto: Santiago Segura, Toni Acosta, Leo Harlem, Carlos Iglesias, Silvia Abril, Loles León, Diego Arroba «El Cejas», Martina D’Antiochia, Calma Segura, Luna Fulgencio, Carlos González Morollón, Sirena Segura, Luna Lopez, Marta González de Vega, Antonio Resines, Natalia Agüero Avecilla
Productora: Bowfinger International Pictures, Atresmedia Cine, Amazon Prime Video, Sony Pictures Entertainment
Género: comedia
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Vuelve Santiago Segura con la tercera entrega de Padre no hay más que uno. Su cambio de registro se dio con Sin rodeos (2018) tras cinco películas de Torrente, y parece que se siente cómodo en esto de las comedias para todos los públicos. Sin embargo, la que mejor recibimiento ha tenido ha sido la trilogía que sigue a esta familia numerosa. La primera de estas se estrenó en un buen periodo para las salas de exposición, en el verano de 2019, pero la segunda se enfrentó al miedo al covid-19 en el primer verano de esta pandemia y venció con bastantes buenos números de afluencia. Antes de que Tom Cruise “salvase” el cine y la experiencia en salas, Santiago Segura consiguió un gran hito.
Esta tercera entrega se estrena en un momento de recuperación (antes de lo que parece un inevitable abismo por una posible recesión económica a nivel mundial) y con una apuesta arriesgada: una película de Navidad para ver en verano. Solo la premisa ya resulta, al menos, chocante, a la par que atractiva.
Para hablar de esta hay que tener en cuenta un punto muy importante: la pretensión que tiene. Al igual que sus predecesoras, se configura como una película simpática y agradable para ver en familia, con un humor que puedan entender públicos de diferentes generaciones, y con la capacidad de evadir a las personas de sus vidas durante una hora y media. ¿Lo consigue? Sí. ¿Estamos ante una nueva obra maestra del cine que revoluciona todo el lenguaje audiovisual? Obviamente no, pero tampoco lo busca.
La principal crítica que se le puede hacer, teniendo en cuenta su objetivo, es que el humor que usa casa mucho más con generaciones más adultas. El personaje de Sara (Martina D’Antiochia) lleva desde la primera película resultando muy estereotípico y alejado de la realidad de los adolescentes. De esta manera, cuando se adentra en los mundos digitales y las nuevas tendencias musicales, tiende a la banalización de estos y a no captar al público juvenil.
Aun así, la espontaneidad de las otras niñas sigue resultando efectiva y cargan sobre su hombros más partes de la película, pasando los personajes de Toni Acosta y del propio realizador de la película a un segundo plano. Puede que en anteriores entregas haya habido algunas chicas que han resultado más cómicas en sus diferentes facetas, pero en esta las hermanas actúan más unidas y sin tantas individualidades, aun habiéndolas. Sigue destacando mucho Dani por su ingenio para los negocios y añadiendo, en esta ocasión, frases lapidarias dignas del cine negro o de un Clint Eastwood enfadado.
En Padre no hay más que uno 3 la principal novedad es la incorporación de Carlos Iglesias como el abuelo triste porque su mujer le acaba de dejar. A pesar de la novedad, su papel no deslumbra en ningún momento y siempre se siente un poco a merced de lo que vaya pasando en la historia, sin aportar ese punto de frescura que sí dio Loles León en la anterior entrega y que sigue explotando en esta como odiosa suegra.
Al final, el espectador ha pasado una hora y media en una sala de la que no saldrá siendo una nueva persona o apabullado tras ver una película impactante y llena de efectos especiales, pero sí podrá decir que se ha sentido cómodo ante esta simpática comedia familiar. Tampoco hay que pedir mucho más y los análisis más sesudos sobran ante este tipo de obras.
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Nota: 5/10
Lo mejor: funciona, entretiene y evade
Lo peor: la nueva incorporación no aporta mucho y sigue con los pecados de sus predecesoras