Título original: Leto
Año: 2018
Duración: 120 min.
País: Rusia
Dirección: Kirill Serebrennikov
Guion: Lily Idov, Mikhail Idov, Kirill Serebrennikov
Música: Roman Bilyk
Fotografía: Vladislav Opelyants
Reparto: Irina Starshenbaum, Teo Yoo, Roman Bilyk, Filipp Avdeev, Yuliya Aug.
Productora: Hype Film / KinoVista
Género: Drama. Musical. Biográfico.
En un verano de los 80, unos jóvenes músicos y sus amigos se reúnen para pasar un buen rato en la playa de Leningrado, donde dará comienzo el viaje de Viktor Tsoi y Mayk Naumenko para cambiar el panorama del rock soviético. La nueva película de director ruso Kirill Serebrennikov se presenta como un biopic de estos dos famosos cantantes, pero esta simple etiqueta se queda muy atrás. Leto mezcla el panorama político de la época con la locura del rock, el amor y la libertad, en 120 minutos de blanco y negro coloreado en ocasiones llegando a la animación.
Aunque Leto centrada en el panorama musical, tanto de Viktor como de Mayk, al ser una historia sacada de las memorias de Natasha (única superviviente del grupo) el amor es un punto clave en el film. Desde la llegada de Viktor a la vida de pareja formal de Mayk y Natasha, la chica muestra un gran interés en el primero, formando un triángulo amoroso nada convencional. Sus sentimientos se escapan en cada movimiento, mirada o conversación. La confianza de la pareja es apabullante, y su gusto y amor por la música se posiciona por encima de cualquier otra cosa, por lo que nada podrá interponerse al rock.
Tratando el tema de la rivalidad, el descubrimiento de la música y los sentimientos que esta misma produce en cada uno, Kirill Serebrennikow presenta una visión del nacimiento del rock soviético con extrañas subidas y bajadas. Escenas propias de videoclip muy drásticas y llamativas que crean momentos inolvidables se apoderan de la estética de la película. En ellas todo se vuelve una locura, los personajes, el escenario, destacando objetos o reacciones a color, y por supuesto, el diálogo que se amolda al completo a la banda sonora. Es tanta la locura desatada por el rock que el director decide incluir un personaje para que señale al espectador si lo que está viendo y sintiendo forma parte de la realidad o solo de la imaginación de los personajes de Leto.
A pesar de ser una película en blanco y negro exceptuando momentos puntuales, un personaje presenta delante de sus amigos lo que ha estado grabando durante toda la película y el color cobra vida. Los recuerdos de lo que el grupo ha vivido hasta el momento se muestran en una escena culmen fusionando la música con la vida de las personas como tales, viviendo la locura de la época y la edad, poniendo un cierre difícil de olvidar a Leto.
Lo mejor: El espíritu joven y salvaje que conserva durante toda la película.
Lo peor: En algunos momentos se vuelve demasiado esperpéntica sin llegar a ningún objetivo claro.
Nota: 8/10