Golpe a Wall Street
«Hola señor mercado, aquí ganamos también», «nosotros controlamos el precio, y no Wall Street»

Crítica – ‘Golpe a Wall Street’

Título original: Dumb Money

Año: 2023

País: Estados Unidos

Dirección: Craig Gillespie

Guion: Rebecca Angelo, Lauren Schuker Blum, Ben Mezrich

Fotografía: Nicolas Karakatsanis

Reparto: Paul Dano, Pete Davidson, Vincent D’Onofrio, America Ferrera, Nick Offerman, Anthony Ramos, Sebastian Stan, Shailene Woodley, Seth Rogen, Dane DeHaan

Productora: Black Bear Pictures, Ryder Picture Company, Columbia Pictures, Sony Pictures, Stage 6 Films

Género: Comedia, Drama

Ficha en Filmaffinity

Golpe a Wall Street no aspira ni a llamar a la revolución y mucho menos contra la principal bolsa de EEUU. En primer lugar, porque en su versión original el título es Dumb Money, un término que utilizan los ricachones para referirse a esa «calderilla» que ganan gracias al optimismo del pequeño inversor. Ese ciudadano medio puteado por las deudas con sueños de algún día poder salir del pozo económico comprando acciones y participando de esa especie de juego de azar que parece el mercado bursátil. Y en segundo lugar, la nueva película de Craig Gillespie sencillamente acaba cayendo en la inanidad del entretenimiento más simple.

La cinta cuenta el caso de, como hace apenas dos años, un nutrido grupo de estas personas de a pie lograron asaltar la banca apostando por la cadena de tiendas de videojuegos GameStop, logrando subir enormemente el precio de sus acciones gracias al inesperado y no deseado liderazgo de Keith Gill, analista financiero por el día y usuario de Reddit/youtuber aficionado por la noche. Por ello, hubo de por medio empresarios apurados por las perdidas, citaciones del Congreso y una euforia colectiva en Internet por la gesta conseguida.

A pesar de ello, parece que su director no sabe sacarle todo el jugo posible al convertir todo este tinglado del capitalismo salvaje en una suerte de docudrama correcto. Uno que acierta enormemente al: no aleccionar al espectador, como si podía hacer Adam McKay en La gran apuesta (2015); manejar hábilmente los códigos de este tipo de producciones y contar con un reparto lo suficientemente llamativo como para reclamar la atención del presente.

Fotograma de 'Golpe a Wall Street' (Foto: DeAPlaneta)

No obstante, a Craig Gillespie le pesa la facilona postura moral que aplica tanto a «buenos» como a «malos», apostando por la nula implicación mordaz o interesante del libreto que trabaja. Así como evidenciando la falta de un sello estético personal en su ecléctica carrera (busquen ustedes las similitudes entre Lars y una chica de verdad [2007], Noche de miedo [2011] y Yo, Tonya [2017]), más enfocada en seguir un esquema funcional, entretenido y conciso que en narrar verdaderamente con imágenes.

Es por esa misma causa que el director relega gran parte de su atractivo y fortaleza en contar con un frontman de la talla de Paul Dano, encajando como un guante en las deportivas de atletismo, camiseta de gatitos y hachimaki rojo del también conocido como Roaring Kitty. Siendo prácticamente el único de un reparto utilizado para la colección de clichés y caricaturas andantes que responden muchísimo más al concepto de ‘personajes’ que de ‘personas’.

En definitiva, Golpe a Wall Street cumple su cometido más básico para con el cine y el espectador. Y, para los implicados en otro ejemplo de la lucha entre David y Goliath, se ha configurado esa cinta que usa música urbana (aunque que requetebién suena el hip-hop en una sala de cine) para marcar las transiciones entre los tres actos actos, crea una galería de caras conocidas y ofrece nulas reflexiones o puñetazos de gran calado que vienen envueltos por otra ligera, pero perezosa, dramedia del montón.

Lo mejor: Se atreve a confiar en la credibilidad de que Paul Dano y Pete Davidson hagan de hermanos

Lo peor: Su intento claramente fallido de buscar los matices en el discurso antisistema

Nota: 5/10