‘Fast X’, otra más de superhéroes, pero con coches

Título original: Fast X 

Año: 2023

Duración: 141 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Louis Leterrier

Guion: Justin Lin, Dan Mazeau (Basado en los personajes de Gary Scott Thompson)

Reparto: Vin Diesel, Michelle Rodríguez, Jason Momoa, Tyrese Gibson, Ludacris, John Cena, Sung Kang, Jordana Brewster, Jason Statham…

Música: Brian Tyler

Fotografía: Stephen F. Windon

Compañías: Original Film, One Race Films. 

Distribuidora: Universal Pictures

Género: Acción. Automovilismo. Secuela

Ficha completa en FilmAffinity

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La «familia» Toretto está de vuelta en una décima entrega de la famosa saga de coches rápidos, furiosos, voladores e indestructibles. Al igual que sus personajes, parecen superhéroes de Marvel. Con un matiz, en el caso de la banda de Dominic (Vin Diesel), parece que son inmortales.

Esto parece una tontería pero, la saga ha perdido credibilidad en cuanto a no percibir el riesgo. Hay muchas escenas de explosiones, acción, peleas… Pero ninguna supone un peligro para nuestros superhéroes. Esto hace que el interés decaiga. Eso sí, si vas a la sala a ver precisamente espectáculo, lo tendrás.

Fast and Furious X (Louis Leterrier), pisa el acelerador y no lo suelta durante algo más de dos horas. Frenética y llena de secuencias que no te dejan pensar. Tan solo ponte el cinturón y déjate llevar por la adrenalina de coches que, como decía antes, parecen indestructibles en un mundo donde la física y la gravedad no son como en el nuestro.

Lo mejor de esta entrega podría ser el villano Dante (Jason Momoa), una mezcla entre el Joker y Jack Sparrow. Sádico, histriónico, se ríe hasta cuando le dan una paliza y siempre con un plan macabra que hace que esté un paso por delante de los buenos. Un carisma que arrolla en cada escena y que por momentos se come en pantalla al gran Toretto.

Jason Momoa Fast X
Jason Momoa como Dante en una escena de Fast and Furious X (Foto: Universal)

Todo lo demás, y como fan de la saga que soy, debo admitir que la fórmula está agotada. Son veinte años viendo mutar a una saga que ya no se sabe qué es. Ha perdido el rumbo y en esta última cinta ha sido donde más visible se ha encontrado las carencias de guion.

Éste contiene varias subtramas que se entremezclan en un montaje que a veces se siente atropellado. Ningún conflicto de los planteados llega a un fin. Todo queda en el aire y con el espectador un poco perdido por la cantidad de personajes que salen en pantalla cuyo arco argumental va perdiendo interés.

La única trama que se puede sentir divertida es la de el hermano de Dom, Jacob (John Cena) cuidando de su sobrino. Por cierto, un niño de ocho años que ya sabe hacer derrapes y trompos con un Dodge, sin peligro alguno.

La película no engaña a nadie. Después de tantos años y películas a sus espaldas, el espectador ya sabe lo que se va a encontrar. Es adrenalina, a veces divertida, emocionante, y también ridícula. Pero esto último ya lo saben. Los productores, los actores y los espectadores. La saga ha conseguido que nos riamos de lo inverosímil, de escenas imposibles.

Todo se ha convertido en un meme andante cuya intención es divertir y entretenernos durante dos horas. Poco más.

Por cierto, como sigan reviviendo a personajes de la saga, no es de extrañar que en la última película de esta trilogía final, veamos un «Vengadores reuníos».

Porque tela…..

Lo mejor: Jason Momoa como villano y las escenas cómicas de John Cena.

Lo peor: Un guión carente de sentido y un montaje atropellado que no aclara nada.

Nota: 6/10