Crítica – ‘Escape Room 2: Mueres por salir’

Título original: Escape Room: Tournament of Champions 

Año: 2021

Duración: 88 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Adam Robitel

Guion: Maria Melnik, Daniel Tuch, Will Honley. Historia: Fritz Böhm, Will Honley, Christine Lavaf. Personaje: Bragi F. Schut

Música: John Carey, Brian Tyler

Fotografía: Marc Spicer

Reparto: Indya Moore, Isabelle Fuhrman, Taylor Russell, Holland Roden, Logan Miller, Thomas Cocquerel, Carlito Olivero, Avianah Abrahams, Jay Erving

Productora: Original Film, Shaken Not Stirred, Moonlighting Films, Columbia Pictures. Distribuidora: Sony Pictures Entertainment (SPE)

Género: Thriller | Secuela

Ficha en Sensacine

Hay escape rooms de todo tipo y para todos los gustos, que producen un subidón cuando consigues resolver los acertijos que te llevan a la siguiente sala. Pero ¿qué pasaría si cada una de las salas fuera una trampa mortal? Escape room de Adam Robitel fue todo un éxito y su final abierto dejó con ganas de más. Dos años después, por fin llega la esperada Escape room 2: Mueres por salir, que, aunque tenga alguna que otra pega, resulta ser una digna secuela.

Tras sobrevivir al escape room, Zoey (Taylor Russell) y Ben (Logan Miller) siguen buscando pruebas que los lleve a desmantelar la organización Minos. Esto los lleva a Nueva York, donde acaban “por accidente” en un vagón de metro con otros cuatro pasajeros. De pronto, toda la situación se enrarece y se dan cuenta de que vuelven a estar dentro del juego con personas con las que tienen algo en común: no es su primer escape room.

Fotograma de 'Escape Room 2: Mueres por salir'
Fotograma de ‘Escape Room 2: Mueres por salir’

Sí, esta secuela reúne en un mismo lugar a algunos de los campeones, o, mejor dicho, supervivientes de otros escape rooms, al más puro estilo del vasallaje de los 25 de Los juegos del hambre: En llamas. Se presenta a los nuevos personajes conforme avanza la película, pero apenas hay desarrollo en ellos, ya que lamentablemente sabemos qué destino les depara. Sin embargo, hay algo más de evolución en Zoey y Ben, quienes se muestran más decididos y han desarrollado un sentimiento de lealtad el uno por el otro.

Aunque todos los “campeones” arrastran los traumas por lo vivido en sus respectivos escape rooms, ahora juegan con cierta ventaja porque saben las reglas del juego y el trabajo en equipo será clave para alcanzar su único objetivo: sobrevivir.

Esto será importante porque las salas son más letales y brutales que nunca. Y es que Escape room 2: Mueres por salir sube el nivel en este apartado, a nivel visual es mucho más grande y espectacular que la primera entrega. Hay una mayor creatividad y perversidad en el diseño de las salas que consiguen generar más tensión, pero también más inmersión, ya que el espectador se involucra del todo en el juego y sufre con los personajes conforme pasan los minutos y el tiempo se va agotando. Aquí es donde mejor funciona la película: en la resolución de los acertijos y ver qué nos depara, tanto a los personajes como a nosotros, en la siguiente sala.

Fotograma de 'Escape Room 2: Mueres por salir'
Fotograma de ‘Escape Room 2: Mueres por salir’

Una de las tramas se centra en la investigación para desmantelar la organización. El final abierto de la primera entrega dejó unas cuántas incógnitas y en esta secuela se tratan de resolver, pero es aquí dónde la película pierde algo de ritmo. Sin embargo, esta trama queda un poco de lado para centrarse en la mera supervivencia, que es, al fin y al cabo, lo más interesante de toda la película y donde más brilla.

Escape room 2: Mueres por salir no da tregua ni a los personajes ni al espectador, pero mantiene un buen ritmo durante gran parte de la película. Aunque es en el tercer acto cuando las cosas se tuercen un poco y el desenlace llega de manera abrupta. Vuelve a dejarnos un final abierto, lo que puede significar que esto aún no ha acabado y que posiblemente quede mucho universo por explorar, pero corre el riesgo de perder su esencia por el camino.

Escape room 2: Mueres por salir, aunque resulta ser más de lo mismo, es una película entretenida y una digna secuela, que sube el nivel en aquello que gustó tanto de la primera entrega.

Lo mejor: la mayor creatividad y brutalidad de las salas del nuevo escape room.

Lo peor: en el desenlace, las cosas se resuelven de manera abrupta.

Nota: 6,5

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