Crítica – ‘Climax’

Título original: Climax

Año: 2018

Duración: 95 min

País: Francia

Director: Gaspar Noé

Guion: Gaspar Noé

Música: Pascal Mayer

Fotografía: Benoît Debie

Reparto: Sofia Boutella, Romain Guillermic, Souheila Yacoub, Kiddy Smile,Claude Gajan Maull, Giselle Palmer, Taylor Kastle, Thea Carla Schott,Sharleen Temple, Lea Vlamos, Alaia Alsafir, Kendall Mugler, Lakdhar Dridi,Adrien Sissoko, Mamadou Bathily

Productora: arte France Cinéma, Rectangle Productions, Wild Bunch

Género: Danza, Thriller

Fecha de estreno: 11 de octubre de 2018.

Frente a una cámara pasan varios bailarines, por grupos o en solitario, mientras responden una serie de preguntas y confiesan lo que significa la danza para ellos. Tras recoger la información necesaria y hacer una breve introducción del conjunto coral de la película, da comienzo la hipnosis. Una coreografía perfectamente milimetrada de urban dance, creada por la coreógrafa Nina McNeely, da paso a la descarada tipografía del título de la nueva película de Gaspar Noé: Climax. Una vez comenzada la fiesta, no se puede detener. Los bailarines, sin ninguna experiencia ante la cámara, exceptuando a Sofia Boutella, se van presentando uno a uno mediante pequeñas conversaciones con la información necesaria para darse a conocer. El frenesí y excitación provocados por el baile son solo una excusa que da lugar al descontrol de la sangría, dando un completo giro al caos al que están acostumbrados los seguidores del autor. La personalidad de cada uno de los protagonistas sale a flote mientras se dejan envolver por el efecto de la bebida, las hormonas, feromonas, y el alto volumen de la música.

En este ambiente de locura y embriagadez Noé presenta, entre numerosas cosas, la disparidad de personalidades, rarezas y locuras de todos los tipos de pensamientos y actuaciones del ser humano. Con conversaciones naturales, a la vez que provocativas sobre sexo, drogas y la vida misma, aparecen los miedos, inseguridades y problemas de cada uno de los bailarines de la compañía. Todos estos discursos toman su referencia e inspiración de los incontables títulos que el director muestra durante la entrevista de los personajes al comienzo de la película. Mediante lo que parece una montaña rusa de planos y giros de los mismos, el ser humano se transforma en un verdadero animal sediento de violencia y sangre, dispuestos a matar antes que amar.

Tras la directa experiencia que Noé regaló al público con Love en 3D, Climax parece transmitir los sentimientos del auténtico cine 4D. El mareo, éxtasis, terror y sueño en el que parece encontrarse el grupo de bailarines contagia al espectador hasta el punto de no importarle nada más que el momento, el aquí y el ahora. El problema principal parece derretirse entre los dedos de los protagonistas, hasta nublar la vista de la moralidad y realidad que se refleja ante ellos. El director aprovecha la fragilidad de la mente humana y la fiesta desenfrenada para poner en tela de juicio temas como el aborto, el nacimiento y el suicidio. Como en el caos final en el que se convierte Madre de Aronofsky, Climax golpea fuertemente sin dejar ni un solo momento de respiro, provocando una oleada de mareos, vómitos y llantos de pura impotencia.

Lo mejor: La increíble coreografía de actores y cámara

Lo peor: El fácil contagio al espectador de las sensaciones y experiencias de los protagonistas

Nota: 8/10