Título original: Borderlands
Año: 2024.
Duración: 102 min.
País: Estados Unidos.
Dirección: Eli Roth.
Guion: Eli Roth y Joe Crombie.
Fotografía: Rogier Stoffers.
Música: Steve Jablonsky.
Reparto: Cate Blanchett, Kevin Hart, Jack Black, Ariana Greenblatt y Jaime Lee Curtis.
Productoras: Arad Productions, Picturestart, Gearbox Studios, Lions Gate Films y Media Capital Technologies.
Género: Ciencia ficción / Acción / Comedia.
Ficha completa en FilmAffinity
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No es que James Gunn inventara la pólvora cuando estrenó Guardianes de la Galaxia (2014), las películas que se basaban en coger a diferentes personajes (muy diferentes entre ellos) para formar un equipo, los cuales acababan forjando una relación de amistad ya era algo que el cine había hecho en antaño, pero hay que admitir que Gunn consiguió darle una nueva faceta a este género.
Desde entonces, muchas han sido las películas que han imitado esta fórmula (el propio Gunn lo hizo con su versión de El escuadrón suicida), una de las más recientes ha sido Dragones y Mazmorras: Honor entre ladrones (2023).
A su vez, otro género que está funcionando realmente bien son las adaptaciones de videojuegos. El trabajo que parecía imposible de llevar a cabo en los últimos años está dando muchas alegrías, Fallout o The last of us (2022) son ejemplo de ello.
Ahora es el turno de Borderlands, que pretende coger estas dos grandes temáticas e intentar empezar una nueva saga cinematográfica, ¿lo conseguirá?
El día de la marmota
Para que una película de estas características funcione, el ingrediente mínimo, indispensable y más importante, es contar con un buen casting y unos buenos personajes. Este es un aspecto que sí consigue la cinta de Eli Roth.
Dentro de este grupo tenemos una cazarrecompensas, un soldado de elite, un salvaje musculoso, una científica, una adolescente psicópata y un robot. Es un grupo suficientemente heterogéneo para ofrecer interesantes relaciones entre personajes, dinámicas de grupo divertidas y momentos tiernos.
A su vez, los actores y actrices estar realmente inspirados metiéndose en la piel de estos peculiares personajes. De todos ellos, Cate Blanchett, Ariana Greenblatt y Jack Black se llevan la palma.
A estas alturas poco se puede decir de Blanchett, una actriz que ha estado en todo tipo de proyectos, que ha sabido adaptarse a todo tipo de personajes y que ha demostrado que no hay proyecto al que diga que no. Aquí no es para menos, consigue mezclar de manera perfecta el sarcasmo y la ironía con la comedia y la acción.
Un ejemplo parecido sería el de Black. Un buen actor se demuestra no solo cuando se le ve en pantalla, sino también cuando no se le ve, en este caso con solo su voz. Probablemente, mucho de los chistes que salen de la boca de Claptrap no son graciosos, pero de la manera en que Black los pronuncia, consigue que sean eficaces. Sin duda alguna, lo más divertido de la cinta.
Para acabar, decir que Greenblatt es la gran sorpresa de la película. A la actriz la hemos podido ver anteriormente en películas de éxito como Vengadores: Infinity War (2018), Barbie (2023) y en la serie de televisión Ahsoka (2023), pero nunca tenía una actuación memorable. Aquí sí, consigue meterse en la piel de una perturbada joven sin caer en una parodia cansina o exagerada.
Pero no todo el reparto iba a ser perfecto, el gran error de casting es Edgar Ramirez. Este interpreta a un magnate de moral cuestionable que hará todo lo posible para conseguir sus objetivos. Aquí ocurren dos problemas: que el personaje está escrito realmente mal, y que Ramirez no consigue sacar provecho de ninguna forma a su personaje. Con lo cual, cuando el principal motor de la película (uno de los grandes peligros a los que se enfrentan nuestro protagonista) no funciona, la cinta ya cojea.
Otro aspecto que se tiene que trabajar en este tipo de películas son sus escenarios. Actualmente, en la gran mayoría de casos, estos escenarios se acostumbran a hacer por ordenador, y el caso de Borderlands no es la excepción. Un gran número de secuencias ocurre en exteriores hechos digitalmente, y es un alivio poder decir que… ¡Están bien hechos!
Son muchos los estrenos cinematográficos recientes en que lo peor valorado que hay son sus efectos visuales. Dentro de todas las críticas que recibe últimamente Marvel (por ejemplo), la que más se repite es que «visualmente es un desastre»; así que tranquiliza comprobar que una película de estas características tiene un aspecto mínimamente cuidado.
Ojalá hubiera estado igual de cuidado su guion, el aspecto mas más negativo de esta. Como se explicaba al principio de la crítica, la película bebe claramente de los Guardianes de Gunn, y no es algo necesariamente malo, pero para llevar eso a cabo, necesitas tener muy claro como desarrollar un relato de estas características.
No solo en Guardianes, en Dragones y Mazmorras: Honor entre ladrones (2023), una cinta bastante inferior a la de Gunn pero mejor que esta de Roth, sabían como hacerlo: haces una presentación de personajes en las que ves su personalidad y sus motivaciones, haces que el encuentro entre ellos se sienta natural y coherente con lo que hemos visto, provocas que haya un acontecimiento en el relato que haga ver a sus personajes que estos se necesitan, en el transcurro de su trabajo cooperativo empiezan a verse entre ellos como algo más que compañeros, y acabas la cinta habiendo formado una «familia«.
Bordelands sigue esta hoja de ruta, pero de una manera muy tosca y artificial. Los personajes están muy estereotipados (menos mal que el elenco está bien), la interacción entre ellos es básica y poco inspirada (tienen potencial, pero no consiguen ser nada más que líneas de guion para pasar a la siguiente escena), el desarrollo de personajes y los giros de la cinta son previsibles (carecen de personalidad), todo va a un ritmo rapidísimo y no hay tiempo para reposar lo visto (que la cinta dure 140 minutos puede ser la causa de ello),…
Es irónico que, mientras vemos la película, de más la sensación de que estamos ante un gameplay del propio videojuego, que no ante su adaptación cinematográfica. Precisamente por eso, en vez de pensar «que bien me lo estoy pasando» mientras la ves, uno piensa «tengo ganas de comprar el videojuego».
No puedo decir que Borderlands sea una mala película, el problema es que es una película sin personalidad ni alma. Tiene unos buenos efectos visuales y un elenco en estado de gracia, pero es una historia que hemos visto mil veces (y mejor narrada). Una lástima.