Arcadeología

‘Arcadeología’, Me alegro de volver a verte

Título original: Arcadeología

Año: 2021

Duración: 110 min.

País: España

Dirección: Mario-Paul Martínez Fabre

Guión: Mario-Paul Martínez Fabre

Fotografía: Vicente Javier Pérez Valero

Productora: Cinestesia

Género: Documental

Ficha en Sensacine

Cinco duros. Tal vez a algunos de los más jóvenes de vosotros, queridos lectores, no asociéis estas dos palabras con ningún significado más allá del puramente monetario, como es lógico y normal. Sin embargo, para aquellos que ya rondamos la treintena, o como en mi caso particular, la superamos holgadamente, esos cinco duros, esas veinticinco pesetas, eran la entrada a un mundo de diversión, pues era el coste de una partida en la mayoría de máquinas arcade, las «maquinitas», o «recreativas», como muchos las recordamos. Mi infancia estuvo sembrada de partidas a Cadillac´s & Dinosaur´s, The Punisher, y otras coloridas máquinas de endiablada dificultad y vicio incontenido. De infancia, pasé a una adolescencia y (presunta) adultez repleta de videojuegos, de nuevas experiencias que atesoro en mi conciencia.

Tal vez por ello, cuando Arcadeología comienza con la figura de José María Litarte, presidente de la asociación Arcade Vintage, su emocionado discurso sobre cómo contactó por primera vez con los arcades no me llamó tanto la atención. Es normal, lo había vivido de primera mano. Sin embargo, el brillo en sus ojos, la tremenda ilusión que refleja en su conversación, y la máquina de Donkey Kong original presente al fondo, sí me llamaron poderosamente la atención, como también lo hizo la frase que utilizó para describir el sentimiento tras reencontrar un videojuego perdido hace décadas: «Me alegro de volver a verte».

Arcadeología es un documental de vivencias. No precisa de explicaciones, moscas ni textos, abogando por planos extremadamente bien cuidados, que componen, despacio, una serie de paisajes singulares: las tripas de un Pinball, la mudanza de la asociación Arcade Vintage a su nueva localización como museo, las manos de los retadores en una máquina versus japonesa de Street Fighter No hay voz en off, sustituida por la propia voz de los múltiples entrevistados, que conforman entre todos un trasfondo poco conocido.

Arcadeología
La eminente importancia de los videojuegos en la cultura actual hace necesaria una conservación del videojuego.

Muy poco, a decir verdad. Y es que hay muy, muy poca gente que haya caído en la cuenta del importante hecho de que los videojuegos antiguos, especialmente los que se instalaban en máquinas arcade, se encuentran en grave peligro de olvido. Muchos podríamos pensar que los productos digitales tienen el sostén de Internet para sobrevivir a la desaparición de los dispositivos en los que son reproducidos originalmente, y así suele ser con la mayoría de productos actuales, pero los videojuegos algo más antiguos dependen en su mayoría de un formato físico, lo que les hace realmente sensibles a la desaparición. Y de ellos, los juegos arcade, reproducidos en enormes armatostes de madera olvidados en rincones ignotos de todo el mundo, son los que más sufren de esta epidemia de olvido digital.

Arcadeología no sólo expone cómo muchas de estas piezas de cultura digital son rescatadas por aficionados, sino también se centra en mostrar la enorme importancia social que poseen. Nos muestra cómo incluso desde las instituciones del Estado hay movimientos urgentes para conservar los tesoros de la creación española digital, pequeños fragmentos de historia que pueden perderse en algún desván olvidado. La fotografía de Pérez Valero acompaña a las palabras de los entrevistados, que, al igual que ocurría en los mismos arcades, nos otorgan fragmentos de un contexto, que debemos unir, despacio, partida a partida. 

El visionado de este documental es altamente recomendable. En él se unen pasado y futuro, conservación y cultura. Como un padre, echando veinte céntimos en el arcade reacondicionado de su juego favorito, para que su hijo le destroce de dos Hadouken.

Las primeras generaciones digitales conviven actualmente con las no digitales. Los juegos nos unen.

Lo mejor: El ritmo de la narración, contenida en cada entrevista.

Lo peor: Tal vez abarca demasiados aspectos diferenciados del mundo del retro en un solo documental.

Nota: 8,5/10.