Soy Nevenka

72SSIFF – ‘Soy Nevenka’, cuando no supimos actuar como debíamos

Título original: Soy Nevenka

Año: 2024.

Duración: 110 min.

País: España.

Dirección: Icíar Bollaín.

Guion: Icíar Bollaín y Isa Campo (Novela: Juan José Millás).

Fotografía: Gris Jordana.

Música: Xavier Font.

Reparto: Mireia Oriol, Urko Olazabal, Ricardo Gómez, Carlos Serrano y Lucía Veiga.

Productoras: Kowalski Films, Feelgood Media i Movistar Plus+.

Género: Drama. Basado en hechos reales. Abusos sexuales. Política

Ficha completa en FilmAffinity

Vivimos en una época cinematográfica en la que se hacen biopics de todo: de cantantes, de deportistas, de científicos,…¡incluso de unos zapatos! Sería injusto decir que esta sobrecargar de películas biográficas no son más que fracasos, pero tampoco sería una falacia decir que la gran mayoría de ellos no aportan nada.

De este enorme grupo de películas, aparece una que consigue dar un golpe sobre la mesa, Soy Nevenka.

Para aquellos que no conozcan la historia de Nevenka Fernández, hay que remontarse al año 2000. Nevenka era una concejala de Hacienda en el Ayuntamiento de Ponferrada de 24 años, la cual fue perseguida tanto personalmente como profesionalmente por Ismael Álvarez, el alcalde de la misma localidad. A partir de ahí la vida de Nevenka fue un infierno, hasta que decidió denunciar a Álvarez, siento esta la primera denuncia por acosos sexual de la política española.

La película de Icíar Bollaín nos presenta la historia de Nevenka, desde que esta irrumpe en la política de Ponferrada, hasta que acaba el procedimiento juridicopenal.

Soy Nevenka
Fotograma de ‘Soy Nevenka’ (Foto: Movistar+)

Sufrir en primera persona

Decía Bollaín en la rueda de prensa del Festival de San Sebastián, que en cualquier película es importante hacer un buen casting, pero que en esta más que nunca. Parece redundante, pero es una verdad como un templo.

El mayor acierto de la película es no querer narrar la historia desde una fría objetividad, sino desde un dramatismo subjetivo. El objetivo principal de la cinta es que entiendas a Nevenka: que veas lo que ella ve, que sientas lo que ella siente, y más importante aún, que te sientas igual de impotente como se sentía Nevenka. Porque al final, Soy Nevenka no solo es una narración de un hecho histórico en España, es un jarro de agua fría al espectador para decirle «Eh, esta mujer sufrió todo este calvario y no hicimos nada como sociedad«.

Para conseguir esto, Bollaín decide hacer en muchos momentos una película de terror protagonizada por Mireia Oriol y Urko Olazabal. Es fascinante como la directora madrileña coge ya de por si un espacio pequeño (el despacho de Álvarez, la mesa de un restaurante o una habitación compartida) y lo vuelve más pequeño aún. Haciendo que en muchos momentos lo único que vemos sean a Oriol y Olazabal.

Como decía antes, el casting aquí juega un peso muy importante. Mireia Oriol es todo un descubrimiento, consigue hacer más tortuoso aún los episodios más violentos que sufrió Nevenka. Dadas las características del personaje, Oriol podría haber caído en un dramatismo exagerado, pero nada de esto ocurre, la actriz catalana está constantemente jugando con diferentes registros y tonos de duelo, dolor o miedo. Hay una palabra que repite mucho Nevenka en la película, «dignidad». Pues la actuación de Oriol rezuma muchísima dignidad y respeto por la persona en que se basa la película.

Soy Nevenka
Fotograma de ‘Soy Nevenka’. (Foto: Movistar+)

A su vez, Olazabal esta inmenso como Ismael Álvarez. Puede parecer un registro visto muchas veces anteriormente en el cine, y por ello pensar que es algo «fácil» a nivel actoral, ¡todo lo contrario! En otras manos su papel podría haber caído en lugares ya vistos y poco personales, pero Olazabal (como comentó en la rueda de prensa) se ha empapado de teoría para meterse en la piel de alguien como Álvarez.

Es por todo ello, que la combinación de Bollaín, Oriol y Olazabal consiguen meterte en la piel de Nevenka. Te hacen protagonista del infierno que sufrió por parte de Álvarez, y el drama sumado que era sentir una constante decepción y desesperación al no sentirse acompañada ni por parte de sus compañeros, ni de la sociedad ni por los medios de comunicación. Esa es la gran baza y poder de la película.

En contraposición, toda la parte del juicio que se narra en la película (todo el proceso legal), no goza de un desarrollo tan correcto como la parte «humana» de la cinta. La directora y guionistas tiene el objetivo de que entres en las entrañas del suceso, y por ello deciden que, si para conseguir eso han de quitar minutos y desarrollo al desenlace jurídico, que así sea.

No es una mala decisión, pero es una decisión arriesgada. Quiere ser una película que ponga la experiencia de la víctima en primer plano para hacernos reflexionar, pero esto puede llegar a provocar que se pierda fuerza y coherencia en el relato. Da la sensación que durante más de una hora se lanza el mensaje de lo difícil que va a ser luchar y ganar el juicio, para que luego este se pase de manera general y rápida.

En cualquier caso, Soy Nevenka es una gran película. Una película que nos habla del primer «Me Too» de España muchos años antes de que este apareciera en nuestras vidas.

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Lo mejor: El trío Bollaín, Orio y Olazabal.
Lo peor: Un último tercio de película con un ritmo demasiado rápido
7.5