Dr.Buss (John C. Reilly) y Magic Johnson (Quincy Isaiah) liderando los Lakers de los 1980

Series que son un buen negocio (XVI): la franquicia Lakers

Como toda buena serie de HBO que se precie, Tiempo de victoria: La dinastía de los Lakers (Max Borenstein, 2022) se basa en una interesante historia real. Siendo además, un caso digno de estudio del mundo de los negocios, el deporte y la comunicación.

El argumento es el resurgir de la famosa franquicia californiana de baloncesto de Los Ángeles Lakers en 1979 y su explosión como fenómeno mercadotécnico y de entretenimiento en los años 1980. Justo en un momento en el que el deporte del baloncesto y la NBA se encontraban en horas bajas y con problemas de todo tipo.

Además del interés que despierta esta apasionante historia, cuenta con el aliciente de su particular interpretación de la realidad. Una polémica lógica al caracterizar a los protagonistas reales: jugadores, directivos, periodistas… Y es que al carecer del beneplácito, permiso o colaboración de los mismos, lo convierte en una especie de biografía no autorizada. Casi siempre más jugosas y efectivas que las oficiales. Sin embargo, con pocas probabilidades de que ninguno de los personajes reales se vea reflejado fielmente.

Alguno de los capítulos al estar dirigido por el siempre controvertido Adam McKay (La gran apuesta, El vicio del poder, No mires arriba), ha animado ciertas críticas en contra de esta producción. Por otro lado, con una imagen de lo más realista e inmersiva. Los filtros de imagen retro simulando una filmación de la época son todo un acierto.

 

La conversión de la franquicia en la dinastía ochentera por excelencia se debe en buena parte al olfato para los negocios de Jerry Buss (John McReilly). Por cierto, una familia Buss que sigue siendo dueña de la entidad en la actualidad. Este excéntrico y nuevo propietario se encargará de impulsar a los Lakers a dominar el baloncesto estadounidense, con permiso de los Boston Celtics. Aparece representado como un híbrido entre Torrente, Jesús Gil y Donald Trump. Es una especie de magnate inmobiliario encaprichado de la entidad. Se las ingeniará para adquirir la franquicia y sortear problemas financieros de todo tipo con ingenio y bastante descaro. Un buen estratega y aficionado al Monopoly, pero sobre todo a las mujeres y sus Lakers.

Estrellas como el novato Magic Johnson (Quincy Isaiah) o el veterano Kareem Abdul-Jabbar (Solomon Hughes) son los precursores de la era dorada del deporte espectáculo, el ‘Dream Team’ o los Chicago Bulls (El último baile). Y los que animaron a otros como Saquille O’Neal, Kobe Bryant y LeBron James a seguir su estela. Un equipo hecho para ganar gracias a la estrategia deportiva innovadora y una nueva metodología de juego que mejoró su competitividad en la complicada NBA.

Estrategias dinámicas de juego, analítica de datos y estadísticas (no tan exhaustiva por la época como en Moneyball) y de la competencia. La importancia de la metodología queda de manifiesto, no hay mejor manera de competir en un mercado complejo sino desarrollando la productividad y organizando apropiadamente los recursos.

Todo mérito de un equipo técnico formado por Jerry West (Jason Clarke), y los entrenadores McKinney, Pat Riley (Adrien Brody) y Paul Westhead (Jason Segel). Por supuesto lidiando con la psicología y liderazgo para gestionar aquel grupo de jóvenes estrellas.

Con una mentalidad estricta y empecinada como la de Will Smith en El método Williams, y una buena organización del factor trabajo y la técnica a lo Niki Lauda (Daniel Bruhl) en Rush. Son claros ejemplos de metodología aplicada y enfocada a maximizar los resultados deportivos. Sin ser necesario el recurrir al dopaje como en El ídolo (The Program) donde Ben Foster interpreta el caso de Lance Armstrong y el US Postal en el Tour de Francia.

Una buena plantilla para esta serie sobre los Lakers

De los aspectos más interesantes que se pueden extraer de la historia es el modelo de negocio de las franquicias estadounidenses (sea NBA, NFL, NHL, MLB, MLS). Algo así como el proyecto de Super Liga de Florentino Pérez junto con las compras masivas de clubes de fútbol por parte de millonarios y fondos asiáticos, chinos o estadounidenses. Entidades deportivas que cambian de manos e incluso pueden cambiar de ciudad, si la federación lo permite. Al final priman criterios puramente demográficos, comerciales y mercantiles, como en las franquicias del comercio minorista.

En la serie además vemos cómo los grandes patrocinadores, las marcas deportivas globales, los principales anunciantes y las grandes cadenas de televisión empiezan a invertir importantes cantidades. Cada vez mayores hasta llegar a la dimensión enorme de nuestros días. El propio Magic Johnson en los primeros capítulos, con apenas 19 años recién cumplidos y sin debutar, empieza a recibir suculentos contratos publicitarios y deportivos.

La reinvención del baloncesto como algo más que un evento deportivo al uso, es la lección más interesante. Sin duda, quien haya podido disfrutar en vivo de cualquier deporte en EEUU o simplemente por televisión aprecia que se trata de un auténtico espectáculo. Puro entretenimiento (‘show business‘). Pabellones y estadios deportivos enfocados a la diversión, el consumo y el ocio. Otra de las grandes apuestas de la familia Buss, innovadores en la reconversión del Forum Arena en un centro lúdico con bares, clubes privados, y amenizado por los mejores baloncestistas y las más atrevidas animadoras (las famosas ‘cheerleaders’ de ‘Lakers girls‘).

La discriminación racial, las drogas, la religión y por supuesto la sexualidad; son temas que no pueden faltar en el retrato de una sociedad como la estadounidense a principios de los años ochenta.

En esta primera temporada trascurre esa estupenda rivalidad Celtic-Lakers. No hay nada mejor que una buena competencia, cuanto más perfecta mejor. Aunque esté intensificada en este duopolio. A buen seguro que la segunda temporada ya confirmada, traerá más detalle de esta y otras circunstancias.

En definitiva, es una fabulosa serie de diez capítulos no sólo destinada para amantes del deporte sino también para los interesados en el espectáculo y los negocios. Deseosos con certeza de continuar con la secuela.

Como única salvedad podríamos lamentar la estrategia de HBO de dosificar la emisión de los episodios por semanas. Es algo tedioso que recuerda a las peores prácticas de la antigua televisión. Por suerte esta semana ya estará disponible la primera temporada completa, desde que comenzara a emitirse en España en marzo pasado…