Otro año más Lisboa se engalana para recibir el Festival de Cine de Terror MotelX. La Avenida da Liberdade ve como en el Teatro São Jorge se arremolinan cientos de fans dispuestos a sumergirse en las películas de género y disfrutar con unos buenos sustos.
En esta reseña, he recopilado las reseñas de las películas que he visto en esta intensa semana.
- El reino animal (Thomas Cailley)
La cinta francesa nos sitúa en un mundo donde algunas personas han empezado a mutar en animales. Así vemos humanos con alas, con piel de lagarto o forma de puercoespín. François (Romain Duris) y su hijo (Paul Kircher) se tienen que mudar de ciudad para estar más cerca de su esposa, una mutante que se la llevan a una reserva. Sin embargo, en el trayecto en el que llevaban a estos humanos/animales se escapan y padre e hijo se disponen a buscar a su ser querido.
Si bien la premisa es bastante atractiva, la película se destaca por lo sosa que es durante todo el metraje. En esta especie de reinvención de Frankestein, Cailley falla en no ofrecernos nada más de lo que podríamos esperar. Un ejemplo claro de esto se ve en una Adele Exarchopoulos totalmente desaprovechada. Conociendo su obra, sabemos que es una actriz que atrapa sólo con sus gestos faciales y con un registro muy amplio. Sin embargo, su actuación es plana, en consonancia con el resto de la obra. Lo único que se destaca son los breves momentos donde vemos el duelo interior que siente el padre, muy bien expresado por un buen Romain Duris.
Aun así, El reino animal nos sorprende con un final que llega a emocionar, que consigue vencer a la apatía generalizada de la película. A pesar de residir en una jaula de puro formalismo, al final parece que consigue escaparse y ser libre -después de más de dos horas de película-.
Nota: 6/10
- Estranho caminho (Guto Parente)
David (Lucas Limeira) regresa a Brasil para presentar un cortometraje en un festival de cine. Sin embargo, estalla el COVID en el país carioca y se ve atrapado en él. De esta manera, le pide a su padre que no ve desde hace años que le acoja en su hogar.
Una de las películas brasileñas más destacadas del año, con varios galardones conseguidos en el Festival de Tribeca, intenta romper las normas. Partiendo de una premisa sencilla, procura crear una película asfixiante, como lo fue el periodo de los primeros confinamientos domiciliarios por el coronavirus. Aun así, salvo en sus momentos más experimentales, como cuando se ve el completamente onírico corto de David, no se consigue un efecto en el espectador de estimulación. De hecho, en alguna decisión de guion, crea hasta desconcierto ante la falta de naturalidad de las reacciones de los personajes.
Al menos, nos encontramos con una película valiente que funciona mejor en la teoría que en la práctica.
- Project Wolf Hunting (Kim Hong-sun)
Los delincuentes más peligrosos de Corea del Sur deben ser transportados en un buque de máxima seguridad a Busan. Estos consiguen rebelarse contra la tripulación del barco, pero lo que no saben es que han despertado a un mutante cinco veces más fuerte que el humano medio y con mucha sed de sangre.
Esta exploitation de los thrillers como Con Air (West, 1997) la venden como una de las películas más violentas de los últimos años. Y se ajusta perfectamente a la definición, añadiéndole una cantidad ingente de sangre, más de las que mis ojos hayan podido ver en una película seguro.
A pesar de esto, en su virtud está el mayor de sus defectos. Un chiste mil veces contado pierde su gracia y llega un momento donde la hiperviolencia, cansa. Aparte, un guion bastante flojo, incapaz de crear ningún personaje que interese y con problemas en la narración, hace que el espectador tenga que hacer el esfuerzo por intentar tomarse a risa esta mala película. Y llega un momento donde ya no tienes fuerza para seguir intentando reírte de ella.
Nota: 3/10
- Hood witch (Saïd Belktibia)
Nour (Golshifteh Farahani) y su hijo crean una app que conecta a clientes y a hechiceras, que funciona muy bien al inicio. Sin embargo, tras el suicidio de uno de sus clientes, el padre de este acusa a Nour de bruja, lo que hace que empiece una persecución social contra la madre y el hijo.
Ladj Ly está consiguiendo que se revitalice el thriller en Francia tanto dirigiendo como produciendo. Suyas son Los miserables (2019) o Atenea (Gavras, 2022). Todas con la particularidad de ser historias que se desarrollan en los populosos banlieus, llenos de población inmigrante de primera, segunda o tercera generación. Hood witch no iba a ser menos y se respira ese aire de tensión y adrenalina física que están también presentes en la películas mencionadas, con una actriz protagonista en verdadero estado de gracia.
Aparte, explora el mundo de lo esotérico y el director novel ofrece una profundidad espiritual a la cultura reflejada, enriqueciendo la radiografía social de la película. En conjunto, queda un thriller delicioso con muchas capas que explorar.
Nota: 7/10
- Infinity pool (Brandon Cronenberg)
James Foster (Alexander Skarsgard) es un escritor que busca inspiración en un resort de lujo en la isla ficticia de La Tolqa junto a su mujer. Aquí conocen a Gabi (Mia Goth) y a su marido. En un viaje que hacen las dos parejas, James atropella a un hombre y escapa, lo que supone la pena de muerte en ese país. Sin embargo, como turista tiene derecho a que el gobierno le cree un doble y que este sea el ajusticiado.
Brandon Cronenberg, siguiendo la estela de su padre, usa la ciencia ficción para hablar del ser humano. Aquí hace una crítica a la moralidad burguesa, muy al estilo buñuelesco, aunque con la mencionada apuesta por el género. Sin embargo, en estas cosas de pijos no es donde destaca, sino en un reflejo sobre cómo se afronta la muerte y actuar en consecuencia de una manera hedonista, pero también cínica. Lo consigue también gracias a una vampírica Mia Goth y a un Skarsgard más expresivo de lo que nos tiene acostumbrado.
Nota: 7/10
- Vermin (Sébastien Vanicek)
Kaleb es un amante de los insectos. En su habitación tiene su propio zoo, inspirado por la pasión de su difunta madre. Un día compra una araña, la cual se escapa de su caja y desata el caos en todo su edificio al ser capaz de crecer y reproducirse de forma verdaderamente rápida y tener una picadura mortífera. Kaleb, su hermana y varios amigos deberán intentar huir de un edificio puesto en cuarentena por la policía.
Una sala respirando al unísono. Una tensión asfixiante y claustrofóbica durante toda la cinta. Saltos por sustos bien logrados. Hasta los que no le temen a las arañas, sienten aracnofobia durante esta. Es, sin duda, la mejor película de puro terror del Festival. Ninguna maneja tan bien el lenguaje del género y con fuerza para incluso encontrar nuevas formas de narrar con la luz -las arañas se paralizan ante ella-. Al igual que Hood witch, otra película francesa hecha en los banlieus.
Su único error es en la elaboración de los personajes, que no solo dificultan el avance de la acción, sino que también están mal construidas sus relaciones. Otras películas de terror no necesitan de esto -pienso en La matanza de Texas (Hooper, 1974), por ejemplo-, y a esta le sobra.
Nota: 8/10
- Influencer (Kurtis David Harder)
Maddison (Emily Tennant) es una influencer que va a Tailandia de vacaciones. Allí conoce a CW (Cassandra Naud) que le enseña los lugares más desconocidos del lugar y se convierte en su confidente, pero que tiene un lado oscuro muy bien oculto.
Un agradable entretenimiento sin muchas pretensiones, pero siempre con Alfred Hitchcock en mente, consigue ser efectista y mantener el interés de unos espectadores que estaban haciendo una sesión doble tras ver Vermin. No innova, es correcta formalmente , pero es imposible decir que no sales con buen sabor de boca.
Nota: 6/10
- Irati (Paul Urkijo Alijo)
Ante el ataque de Carlomagno, el rey del Reino de Navarra pide ayuda a una deidad pagana para la batalla de Roncesvalles. Tras la victoria, este muere, tal y como había pactado con la diosa. Su hijo Eneko (Eneko Sagardoy) cuando sube al trono, ya habiendo acogido el cristianismo, tiene que recuperar el cuerpo del padre, perdido debido a su entierro pagano. Para esta misión, necesitará la ayuda de la pagana Irati (Edurne Azkarate).
Ya publicamos crítica de esta película, pero me gustaría añadir algo. Es muy difícil producir en España cine fantástico sin estar junto a Alex de la Iglesia et cia. Entonces, es de destacar que Urkijo esté creando un universo mitológico vasco increíblemente atrayente con unas producciones de guerrilla, pero que lucen bastante bien, teniendo en cuenta su presupuesto. La mejor noticia que podemos tener es que ya está preparando su próxima película, como me comentó después del coloquio que dio.