[Puede contener algún spoiler si no has visto la 1a temporada]
Estamos en aquella época muy gris para todos los seriéfilos dónde semana sí y semana también hay algún parón que otro. A mí me han dejado si Castle, sin Jane The Virgin, sin The Flash… vaya, lo que viene a ser un drama. Aprovechando que estos días me faltan tantos capítulos, aprovecho ara escribir uno de mis artículos atemporales para presentaros a uno de los personajes que más me sorprendió de la parrilla televisiva del verano pasado. Si hace unas semanas me deshice en elogios con Sense8, hoy le toca el turno a Wolfgang (Max Riemelt). El sensate alemán. El ladrón de diamantes. Un peleador nato.
Wolfgang tiene rasgos que comparte con el cliché de ‘chico malo’. Y aunque a veces pueda flirtear con ello, no sería lícito decir que Wolfgang es mala persona. No lo es. Es más bien un antihéroe que sabe luchar y no duda en defenderse, dejando algo más que una nariz rota a su paso. A primera vista es reservado, serio y violento. Pero tiene sentimientos y características que no se atribuyen a un desalmado. Por ejemplo, ha demostrado ser extremadamente leal. Para ilustrarlo, no dudó en defender a Lito (Miguel Ángel Silvestre) de la paliza que le estaba propiciando Joaquín (Raúl Méndez) cuándo el primero intentaba rescatar a Daniela (Eréndira Ibarra) de las garras del maltratador. No lo hizo sólo por devolverle el favor que le debía, ya que Lito le había salvado con anterioridad de unos que deseaban la muerte del sensate alemán. Wolfgang le dejó claro que fuera lo que fuera lo que estaba pasando, allí tenía un amigo más. Y así, casi sin quererlo, les salió una de las mejores escenas de toda a temporada.
Aunque es obvio que si hay alguien en la serie capaz de despertar el lado menos frío, menos serio y más tierno del alemán, es sin duda, Kala (Tina Desai). Aunque quizá no han profundizado tanto en esta relación como en la de Will (Brian J. Smith) y Riley (Tuppence Middleton), es fácil de ver que lo que Wolfgang siente por la hindú va más allá del deseo físico (aunque fuera éste el catalizador que usaron para que Wolfgang se diera cuenta de los sentimientos de Kala y viceversa). La conexión fue brutal. Wolfgang no dudó en aparcar su frialdad para ceder ante la intensidad y la emoción que le suponía encontrarse con aquella extraña, posteriormente conocida. Tanto, que sacó a relucir su mejor sonrisa, probablemente, sin ni siquiera darse cuenta en un primer instante. Demostró saber tener un comportamiento de lo más cariñoso, cosa que de ninguna manera dividió al personaje en dos (un Wolfgang por Kala y un Wolfgang para el resto). El sensate alemán no se olvidó de su lado pícaro, que le viene de su faceta rebelde: no hay que olvidar que son dos personas con concepciones de la sexualidad bastante distintas. Y todo esto, consigue un Wolfgang lleno de contrastes pero a la vez, verosímil. No le llegaron a sacar ni a él de contexto ni al espectador de la serie.
Wolfgang se permitió reír y desmelenarse con ella. Pero no solo eso, también dejó caer la coraza emocional que le protege de su pasado dejándose cuidar por ella cuando su mejor (y probablemente único) amigo hasta el momento estaba gravemente herido en el hospital. No se puede dudar que Wolfgang se sorprendió a sí mismo con su mundo patas arriba, dándose cuenta de que sentía algo de verdad por Kala. Esta preocupación por la seguridad de la hindú dio lugar a una de sus mejores escenas en la serie, y que a la vez, realza su rol de antihéroe: coser a balazos a un cadáver para demostrarle a ella que cualquier otro le hará más feliz que él, en especial, su prometido. Una escena que probablemente dará mucho que hablar en la siguiente temporada.
Para entender porqué el sensate alemán llega a este punto hay que tener en cuenta el pasado de éste. Los Wachowski y Michael Staczynski han acertado al querer construir el personaje encima de un pasado oscuro y traumático pero que huye de los clichés más convencionales. Sí que es cierto que el mayor trauma de Wolfgang proviene de la actitud de su padre, que nunca actuó como tal ni demostró sentir ningún tipo de afecto hacia su hijo. La diferencia de esta trama con muchas otras tramas de familias disfuncionales es que en este caso no hay la opción de trasladar la trama a la actualidad y buscar el perdón. El padre de Wolfgang demostró ser tan monstruoso que su propio hijo decidió poner fin a su vida cuándo aún no tenía ni barba. Además, una vez en la adolescencia, Wolfgang vivió en una situación social delicada, ya que a menudo era atacado por los hijos de las familias de la parte capitalista de la capital alemana. Dado esto, la vez que Wolfgang ha vivido más tranquilo es en su madurez, dedicándose a robar cajas fuertes (irónicamente).
Al sensate alemán nadie le ha enseñado a tener sentimientos más allá de su único amigo hasta el inicio de la serie, dónde conoce a sus siete homólogos. Aún así, ha llegado a su etapa adulta demostrando tener más de una pizca de sentimientos. El background de Wolfgang y su evolución son, con creces, lo más interesante del personaje. El único punto flaco es la poca interacción que ha tenido con el resto del grupo más allá de las escenas comentadas con anterioridad. ¿Cómo encajará la personalidad de Wolfgang en un grupo con gente tan cálida como Will o Lito? Sin duda, todo un reto para que los guionistas se sorprendan. Eso sí, tocara esperar. Y vosotros, ¿qué decís? ¿Cuál es el sensate que (más) os ha robado el corazón?