Ya ha comenzado el mes de abril, marcado en rojo para los amantes y seguidores del mundo del cine ante la próxima celebración de la 93ª gala de los Oscar. Los premios de la Academia serán la primera ceremonia de entrega de galardones cinematográficos que se celebre de forma presencial desde el inicio de la pandemia de la Covid-19. Esta decisión ha llevado a la Academia de Cine de Hollywood a tomar medidas (como la celebración de la gala en dos distintos escenarios de forma simultánea) para combatir el virus.
Entre las nuevas medias que hemos podido conocer recientemente gracias a las informaciones publicadas por medios como Variety o The Hollywood Reporter (publicaciones muy próximas a la organización de los premios) destacan las siguientes: En primer lugar, la Academia obligará al confinamiento a los nominados asistentes a la gala (cinco días en caso de que estos vivan en Los Ángeles o en cualquier otro punto de EEUU y diez en caso de venir de fuera del país americano). A mayores, para poder asistir a la Union Station o al Dolby Theatre (sedes de la gala), los actores, cineastas, productores y demás nominados deberán someterse a al menos una (en caso de proceder del extranjero serán dos) prueba Covid antes de la ceremonia, que serán financiadas por la propia organización.
La Academia todavía no ha anunciado estas medidas de forma oficial, algo que se prevé que haga en los próximos días. Pese a ello, muchos de los protagonistas de la gala (productoras y cineastas) ya han mostrado su rechazo ante dichas medidas. Por ejemplo, en el caso de Emerald Fennell y Carey Mulligan, ambas inglesas y nominadas por Una Joven Prometedora, las medidas que el gobierno británico está a punto de instaurar (prohibir viajes al extranjero) les pondría complicado el poder asistir a Los Ángeles. Es una situación similar a la de muchos de los nominados en la categoría de Mejor Película Extranjera, a los que le será complicado acudir desde Rumanía, Dinamarca, Túnez o Hong Kong.
Además, la decisión de obligar a un confinamiento previo de cinco o diez días no ha sentado muy bien en la industria. Muchos de sus miembros consideran que puede entorpecer numerosos rodajes que se están llevando a cabo y que podría afectar económicamente al sector, según ha apuntado The Hollywood Reporter.
Veremos si finalmente la Academia adopta las medidas de esta forma o, ante las críticas llegadas previas a su anuncio oficial, deciden cambiar alguna de ellas de cara a un desarrollo más pacífico de los 93º Oscar.