American Bitch, el tercer capítulo de la sexta y última temporada de Girls, ha supuesto una auténtica revelación en la ya de por sí genuina serie
Girls (2012 – actualmente, Lena Dunham) es, sin temor a caer en la equivocación, una de las mejores series que hay en la parrilla televisiva americana actual. En su finale season la serie ha sabido mantener el gran nivel que ha traído en las anteriores temporadas. La profundidad de cada uno de los capítulos y de sus personajes es fascinante. Aún así, «egocentrismo», «pedantería», «egoísmo» e «inmadurez» son algunos de los adjetivos que se le etiquetan a las/os protagonistas de la ficción de Lena Dunham y ensombrecen la realidad de la serie: todos hemos sido así en algún momento de nuestra vida. No tiene por qué ser en las mismas situaciones, claro. Pero sí hemos podido empatizar con ellas. Y eso de vernos reflejados, aunque sea en una mínima parte, no siempre es agradable. Esto es lo que hace que los personajes estén tan bien construidos. También, el hecho de que sus protagonistas sean mujeres veinteañeras que se equivocan continuamente lo hace aún “peor”. ¿Quién puede tomar en serio “una serie para mujeres”? (sí, se sigue considerando como tal).
Girls es una serie enfocada en entender la sociedad actual. Sí, más cercana a la sociedad actual femenina, pero no deja de acercarse a situaciones de ambos géneros. Sí, viven en Nueva York y tienen dramas acordes a situaciones alejadas a nuestra realidad, pero saben tocarte directamente a ti. Y de qué forma.
American Bitch, el tercer episodio de la última temporada, no podía ser menos. Y es que, en este caso, poco tiene que envidiar a algún que otro capítulo de Black Mirror (2011 – actualmente, Charlie Brooker) que te deja pensando sobre lo horrible que es la sociedad.
Así, se ha vuelto a demostrar la brillantez de Dunham como guionista. En American Bitch, Hannah Horvath (Lena Dunham) visita a un popular escritor al que admira, Chuck Palmer (Matthew Rhys), quien ha sido acusado por varias mujeres de abuso sexual. Hannah, tras escribir un artículo sobre ello en el que defiende a las chicas, recibe la llamada de Palmer con el fin de encontrarse con ella y darle su punto de vista.
En este capítulo embotellado (se centra únicamente en una de las personajes principales) y en los 25 minutos que dura el mismo, Dunham se las apaña increíblemente bien para analizar a ambos personajes. El debate entre ambas partes pasa por distintos temas muy necesarios de tratar en la actualidad.
A continuación hay posibles spoilers. Si no has visto el capítulo porque no ves la serie puedes verlo igualmente porque es independiente del resto.
En un primer momento, se trata la presunción de inocencia. Los abusos de los que se le acusa han sido denunciados por cuatro chicas a través de la red social Tumblr. ¿Hasta qué punto se puede tomar algo que proviene de una red social como fuente veraz?
La conversación sigue fluyendo y sale otro tema a relucir: el abuso de poder. Hannah considera que esas chicas fueron obligadas, no tanto de forma “física” si no “psicológica”. Un mínimo de interés por parte de un hombre mayor e interesante y ¡pum! ya estás disponible para todo. O eso crees. Y, como no, la conversación llega a tratar algunos traumas. Traumas a los que le sigue la palabra “consensuado”. Tras los diversos temas, el gran pulso entre ambos toca a su fin.
Cuando crees entender la situación, llega ese gran final. ¿Qué pretende Lena Dunham con todo esto? Simplemente, ha tratado de denunciar algo que sucede continuamente. Todos los días, a todas horas, el interés y el abuso de poder están en continuo movimiento. Jugar con las personas. ¿Quién no se ha sentido, en mayor o menor grado, utilizado por alguien? ¿Quién no ha utilizado a alguien, en menor o mayor grado? Creemos que sabemos todo sobre las distintas formas de abuso de poder. Pero, hasta que no son perpetuadas, no tenemos ni idea. Sea en la situación que sea. Y, en concreto, a la hora de abusar sexualmente a alguien. ¿Es que las mujeres tenemos que, de alguna forma, ceder cuando una situación manipulada lo requiere? ¿De verdad estamos seguras de que queremos hacer algo que sólo la otra persona quiere? Por otro lado, también se trata el poco caso que se hace a la denuncia de ciertas situaciones y creerte o no una acusación sin contrastarla porque la persona a la que se le juzga “te cae bien”, “es famoso”, “no tiene pinta de”/»no te cae bien», «tiene pinta de».
En conclusión, se pueden sacar miles de ideas. Pero, sobre todo, el capítulo es por y para todas las mujeres. Por su sexualidad y su libertad. Por la realidad que hay tras un abuso o acoso sexual y que se trata de tapar al culpabilizarlas. Y es necesario dar un toque de atención sobre ello. Todo esto y más trata de visibilizar American Bitch y todo el mundo, hombres y mujeres, deberían verlo.
A nivel personal, uno de los mejores capítulos de Girls (si no el mejor) y, a falta de ver muchas más series, uno de los mejores capítulos que he visto en mi vida. El guión (no es nada fácil explicar una situación de esa forma), las tremendas actuaciones de ambos, el tercer acto y final, lo bien dirigido que está…
Con todo esto, es cómico que este capítulo se haya estrenado antes de lo normal para no eclipsar la gala de los Óscar 2017. Gala en la que se pasearán y se han paseado hombres con graves denuncias de acoso sexual y de las que no se han vuelto a saber mucho más. Hollywood, el gran gigante de la industria cinematográfica y de entretenimiento con el que nunca te puedes meter porque tienen mucho poder. Pero eso es otra historia.