Jane The Virgin vuelve a medio gas

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Como toda serie tras el dramático parón veraniego, Jane The Virgin está de vuelta a la The CW con su tercera temporada. Después de la boda de Jane (Gina Rodríguez) y Michael (Brett Dier) y de dejar al pobre detective con una bala en el pecho durante tres meses con la gran, gran, gran duda de si sobreviviría (véase la ironía, por favor) la tercera entrega de esta (parodia) telenovela ya nos ha enseñado alguna de sus cartas.

Tenemos a Michael vivo y coleando y disfrutando de su vida de recién casado con Jane, a Petra  (Yael Globglas) inmovilizada por las inyecciones que le propicia su hermana gemela Anezka (Yael Globglas), que se está haciendo pasar por ella, a Rogelio (Jaime Camil) buscando el sueño americano, a la Abuela (Ivonne Coll) y a Xiomara (Andrea Navedo) viviendo de nuevo en su casa y a Rafael (Justin Baldoni), bueno, nos sabemos qué está haciendo Rafael, porqué el pobre prácticamente ha desaparecido cómo personaje.

Estas no-apariciones de Rafael son un síntoma que nos enseña que Jane The Virgin quizá (faltará ver cómo se acaba desarrollando la temporada) quizá debería haber planteando estos primeros episodios de manera distinta. No es tanto que  Jane The Virgin esté en horas bajas ni mucho menos, pero sí que se empiezan a notar ciertos abusos de la narrativa de telenovela a la que nos tenían acostumbrados. Hay que tener en cuenta que la ficción ya está en su tercera temporada y el público (la gran mayoría, ya ‘afianzado’) necesita algunos alicientes para seguir enganchado a la serie. Para entendernos, no es buena idea que tras tres años intentes buscar demasiados símiles de la primera temporada.

Jane y Michael en su boda.
Jane y Michael en su boda.

No es exactamente esto lo que le está pasando a  Jane The Virgin, pero ahora mismo la trama está únicamente centrada en la idílica relación que mantienen Jane y Michael. Y claro que es necesario que las líneas argumentales nos cuenten la evolución de la pareja principal de una serie que entre otras cosas, nos habla del amor idílico.  Pero cómo contaba antes, no hace falta abusar, ni tampoco exagerar. Llevamos casi dos temporadas con el foco encima de esta pareja, sin prácticamente discusiones y recopilado centenares de momentos, la mayoría, de telenovela.

Pero no por eso los guionistas deben olvidarse de que tienen más tramas y más personajes que suman a la serie, y con unas características que para nada le harían perder esa esencia de telenovela a la serie. No es que ahora Jane The Virgin la haya perdido, pero sí que podría optimizarla para qué a la larga, la ficción no recaiga en una rutina un poco cansina. Por ejemplo, ahora que se ha acabado el muy famoso triángulo amoroso (¡por fin!), ¿significa eso que Rafael tenga que desaparecer de la manera tan poco delicada que lo ha hecho? Es cierto que hasta ahora, tanto Michael como Rafael (sobretodo este último) estaban creados para esta dinámica de ser candidatos para ganarse el amor de Jane, pero tras decidir ponerle fin a esta trama, el personaje de Rafael debería empezar a tener vida propia. Es difícil de pensar que teniendo un personaje para explotar dediquen más tiempo a una pareja a la cuál conocemos ya tanto.

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Otro ingrediente que a mí parecer, los guionistas deberían haber empezado a cocinar es una trama que les permita empezar a emocionarnos con varios cliffhangers cada ‘X’ capítulos, cosa que en la sala de guionistas saben hacer muy bien. Esto tiene ciertas esperanzas, ya que en estos tres primeros episodios nos han dado a entender que la trama de Sin Rostro (Bridget Regan) no está muerta ni mucho menos. Y esto es una buena noticia, porqué aunque sepamos que no se trata de la trama principal, le da mucha vida a la serie y permite diversificar las tramas y dividir el tiempo entre ellas, con lo que por ahora, conseguirían quitar este foco de atención que ahora mismo tienen Jane y Michael encima suyo que a la larga, podría llegar a desvirtuar un poco el trabajo del guionista.

En definitiva, no estamos viendo ni mucho menos lo peor de Jane The Virgin, de hecho, sigue teniendo su personalidad y su aire fresco que consiguió cautivar a su público a los pocos capítulos de su emisión. Sí que es cierto que bajo mi punto de vista, estos tres primeros capítulos han presentado una dinámica distinta a lo que me esperaba para ser una tercera temporada de una ficción que tengo en buena consideración.  Quedan veinte capítulos, esperemos que muchas tramas y suponemos que muchos cliffhangers para encarrilar esta temporada y darle un poco más de personalidad.