‘Fire of love’, cuando la curiosidad le gana el pulso al miedo

Título original: Fire of Love

Año:2022

Duración: 93 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Sara Dosa

Guion: Shane Boris, Erin Casper, Jocelyne Chaput, Sara Dosa

Música: Nicolas Godin

Fotografía: Pablo Álvarez-Mesa

Reparto: Documental

Compañías: Sandbox Films, National Geographic Films, Intuitive Pictures, Cottage M. Distribuidora: Neon

Género: Documental | Volcanes. Naturaleza

Ficha en Filmaffinity

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Fire of Love’ es el nuevo largometraje de Sara Dosa (The Seer and the Unseen) y se estrenó mundialmente como una de las películas que inauguraron el Festival de Cine de Sundance, en la competición de documentales de Estados Unidos.

El documental nos habla de Maurice y Katia Kraft, un matrimonio de apasionados vulcanólogos que se conocieron en 1966 y pasaron los siguientes 25 años de sus vidas viajando juntos a todos los volcanes activos que pudieron encontrar.

Ella geoquímica y él geólogo, la pareja decidió complementar su carrera como vulcanólogos con publicidad, dando giras de conferencias y documentando sus viajes grabándolo todo; dejando un registro de material de archivo, imágenes, libros y películas, sinigual sobre la actividad volcánica.

Impulsados por una curiosidad y asombro puros e infantiles, Maurice y Katia se acercaron todo lo posible al peligroso espectáculo de las erupciones. Decían que “una vez que veías una erupción, no podías vivir sin ella”.

‘Fire of Love’ es una historia de amor sobre un triángulo amoroso en el que el componente volcánico tiene tanta fuerza como cualquiera de las otras dos puntas de la relación.

Desde un inicio, se hace saber al espectador que nuestros protagonistas no sobrevivirán a los 93 minutos que dura el documental. Ellos también parecen saberlo en todo momento, que se juegan la vida y que, en algún momento, eso que tanto aman terminará por matarlos. Pero eso no parece importar.

Atractivos en su calidad de personaje (no en vano se convirtieron en celebrities nacionales) y carismáticos en la simpleza de su inusual cotidianeidad, la pareja francesa se encarga de dar a la película el toque de humor y surrealismo entre la sobrecogedora sensación de determinismo fatal que sobrevuela todo el metraje.

Katia el pájaro y Maurice el elefante marino. Freelancers (como consideran que les llamarían los americanos) o “más bien artistas ambulantes” (como les parece más apropiado considerarse a ellos mismos), los Kraft hicieron carrera de su fascinación y dejaron tras de sí cientos de horas de material de archivo que Dosa moldea con destreza y transforma en una experiencia fascinante.

Viscosos ríos de lava incandescente fluyendo y endureciéndose, columnas y explosiones de humo, avalanchas y proyectiles de roca, lagos de ácido navegados desafiando la verosimilitud. Imágenes imposibles, tan cercanas a la muerte que parecen desafiarla al calificarla casi de sensual.

‘Fire of Love’ se suma a ‘Grizzly Man’ o ‘Free Solo’, en ese aparente subgénero del cine documental que consiste en protagonistas excéntricos cuyo compromiso con sus obsesiones (muchas veces derivadas de fenómenos de la naturaleza) les arrastra sin encontrar voluntad de oposición hasta su muerte.

Recuerda al cine de Herzog, aunque en este caso los intrépidos aventureros son una suerte de almas gemelas sin pretensiones.

La obsesión solitaria asociada en un inicio a un aburrimiento de la vida en sociedad y veneración del retiro; va dando paso a un enfoque y un interés con una base más humanista en el intento de evitar las muertes que lo que tanto admiran puede provocar y provoca de forma masiva, cuando no se es capaz de interpretar con acierto las señales de alerta que pueden ayudar a predecir una erupción.

No se nos da demasiada información sobre vulcanología, ya que ellos no eran científicos al uso; pero nos queda claro que los volcanes son tan impresionantes como peligrosos.

Miranda July da voz a una narración fascinada y curiosa que se desliza entre una banda sonora que acompaña de forma extraordinaria y una dirección lírica en su discurso pseudo filosófico. La guinda del pastel es un montaje descuidado a conciencia que serpentea y se retuerce esquivando con éxito el aburrimiento y deliberadamente ignorando cualquier línea narrativa clásica.

La película oscila continuamente desdibujando el límite entre lo efímero de la existencia humana y lo eterno de los fenómenos naturales que la envuelven.

Dosa nos trae un documental fascinante y sobrecogedor, que vuelve una obsesión contagiosa; la obsesión por los volcanes, la obsesión por el fuego.

Un fuego que tiene tres acepciones: amor, ciencia y muerte.

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Lo mejor: Las imágenes imposibles e hipnóticas, el carisma de los protagonistas, el montaje tan efectivo.

Lo peor: Se echa en falta una mirada más íntima hacia las personas de Katia y Maurice más allá de sus figuras públicas

Nota: 8.5