FICC 51
Auditorio El Batel. 35 Milímetros.

FICC 51: Críticas sección oficial de largometrajes

La 51ª edición del Festival Internacional de Cine de Cartagena (FICC 51ofrece más de 60 películas nacionales e internacionales. Bajo el lema ‘Déjate abducir’, uno de los certámenes más longevos de España, regresa al Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy y al Auditorio El Batel, donde se desarrolla la sección oficial de largometrajes. 

Entre las películas de la programación, destacan Broker, la última obra de Hirokazu Koreeda; El que sabem, ópera prima de Jordi Núñez; o Decision to leave, de Park Chan-wook

Como en anteriores ediciones, 35 Milímetros ofrece las críticas de los títulos más destacados del FICC 51.

  • Broker, de Hirokazu Koreeda (Corea del Sur)

‘Broker’ consigue narrar la problemática del abandono de menores desde una perspectiva sensible, tocando el corazón del espectador. La película cuenta la historia de una joven que decide dejar a su bebé, este termina siendo recogido por dos hombres expertos en la venta de niños a personas con dinero.

La propuesta de Koreeda plantea constantemente preguntas al espectador, quien se sitúa en un dilema entre lo moral, lo ético, lo bueno y lo malo. Líneas que no son tan sencillas de perfilar y que muchas veces parecen no existir o al menos, son difíciles de delimitar.

Su reparto capitaneado por Song Kang-ho, el actor protagonista de ‘Parasitos’, consigue crear una química que traspasa la pantalla. La manera en la que se miran y generan silencios provoca que el público se sonría. También son muchos los momentos divertidos, en la que las ocurrencias de sus personajes descolocan y dibujan una carcajada en el público.

Estreno en cines: diciembre de 2022

Lo mejor: la manera en la que plantea una trama tan dura y las constantes preguntas internas que provoca en el espectador

Lo peor: La forma de resolver el final, aunque es habitual en el director del film

Nota: 8/10

Fotograma de 'Broker', película del FICC 51.
Fotograma de ‘Broker’, de Hirokazu Koreeda
  • Decision to leave, de Park Chan-wook (Corea del sur)

¿Cuesta discernir entre las pasiones más instintivas y la obsesión por la persona deseada? Esta es la gran pregunta que provoca la película de Park Chan-wook. La obra es un ejercicio bastante redondo en el que queda clara la intención del director, quien también está al frente del guion junto a Jeong Seo-Gyeong.

La cinta cuenta con un lenguaje audiovisual muy rico, lleno de recursos que la convierten en una pieza para disfrutar, atrapa al espectador por sus planos y elementos estéticos. Las imágenes ponen de manifiesto el minucioso trabajo realizado por el equipo de fotografía de la obra.

El pilar fundamental que sustenta Decision to Leave es su guion y la interpretación de Tang Wei y Park Hae-I, sus dos actores protagonistas. La película está llena de secuencias en la que los personajes principales se desgarran, momentos en los que las miradas cómplices de ambos y los silencios cobran mucho valor. 

Sin duda, el punto más débil de la interesante propuesta es su metraje, da la sensación de que tendrían aun más fuerza si se redujera su duración en algunas partes.

Estreno en cines: 20 de enero de 2023

Lo mejor: Su exquisito guion, pese a sobrar metraje, y su gran riqueza audiovisual.

Lo peor: El metraje, podría ser mucho más concisa y eliminar algunas partes.

Nota: 7/10

Fotograma de 'Decision to leave', película del FICC 51
Fotograma de ‘Decision to leave’
  • El que sabem, de Jordi Núñez (España)

La ópera prima de Jordi Núñez es un retrato de ese momento de la juventud en el que cualquier individuo debe encontrarse a una mismo, experimentar de la manera más instintiva y saber hacia donde quiere ir.

El que sabem narra la historia de Carla, quien comienza una nueva vida en Valencia, tras mudarse a España con su madre desde Argentina. Allí busca sentirse integrada en un grupo de amigos y conoce a Víctor, uno de los chicos de la pandilla.

La libertad y el descubrimiento sexual, las relaciones sentimentales o la ambición de los jóvenes son algunos de los temas presentes en la película.

La complicidad de su reparto, capitaneado por Nakarey y Javier Amann, es uno de los pilares que sustenta la propuesta. Ambos actores son pareja y han tenido que realizar un trabajo de deconstrucción importante para poder transmitir al espectador la montaña rusa emocional que viven sus personajes. 

Valencia es otra pieza fundamental de la película. Su director, Jordi Núñez ha explicado durante su visita al FICC 51 que quería integrar a su tierra natal en la película, pero mostrando algunas localizaciones no tan conocidas o típicas.

El espectador puede empatizar con casi todos los personajes y su manera de ver el mundo, lo que la hace muy interesante. No hay buenos ni malos, todos tienen un porqué.

Estreno en cines: 25 de noviembre

Lo mejor: la complicidad de sus actores y el punto en el que sitúa al espectador, que puede empatizar con varios personajes

Lo peor: Su excesiva sencillez audiovisual, salvo en algunas secuencias en exteriores.

Nota: 6/10

Fotograma de 'El que sabem', de Jordi Núñez
Fotograma de ‘El que sabem’, de Jordi Núñez
  • Mantícora, de Carlos Vermut

Julián es un joven diseñador de videojuegos que ama su trabajo y pasa las horas creando monstruos con el que los usuarios tendrán que luchar en sus partidos. Sin embargo, durante la película, el protagonista sacará sus monstruos más oscuros y lo que convierte a la película de Carlos Vermut en una propuesta perturbadores, pero muy atrayente. La cinta consigue que el espectador no pueda dejar de mirar a la pantalla y prestar atención durante su desarrollo.

Un guion perfectamente meditado apoya la desgarrada interpretación de Nacho Sánchez. Las miradas y silencios del actor protagonista del film consigue llenar algunas partes de la película, sin necesidad de articular palabra. De esta manera, el artista genera una atmósfera tensa, con la que se puede ver esos monstruos internos con los que convive el personaje.

Sin embargo, Julián busca un poco de luz para combatir su propia oscuridad y deshacerse de una parte de sí mismo. En este punto, hay que destacar el trabajo de Zoe Stein, quien da vida a Diana, un personaje luminoso que gana la complicidad del espectador.

Se trata de una obra que invita a la reflexión, de esas películas que es imposible visionar sin crear un coloquio, análisis o simplemente hacer un viaje interior, de esos que remueven los miedos más internos.

Lo mejor: Su capacidad para mantener al espectador pendiente, te atrapa.

Lo peor: La incomodidad que provocan algunas secuencias, pero que son muy necesarias.

Nota: 8,5/10

Fotograma de 'Mantícora', película de FICC51.
Fotograma de ‘Mantícora’, película de Carlos Vermut
  • El maestro jardinero, de Paul Schrader (Estados Unidos)

La obra narra la historia de Narvel, un hombre que consigue reconducir su vida a través de la jardinería, su máxima pasión y auténtica vocación. Para él la botánica y la horticultura son una parte más de su vida, centra gran parte de su día a día a adquirir conocimientos y a desarrollarlos en el terreno.

Narvel tiene que hacerse cargo de Maya, la sobrina nieta de la dueña de la gran finca en la que trabaja. El protagonista deberá enseñarle el oficio. Este cometido cambiará la vida de ambos personajes.

Aunque la idea pueda parecer interesante, el desarrollo de la cinta es plano. El conflicto principal de la película tarda más de una hora en aparecer en pantalla, lo que provoca que el espectador no termine de conectar con la obra de Paul Schrader.

Lo mejor: la manera en la que se habla del pasado del protagonista

Lo peor: No consigue que el espectador se enganche a la historia, llegando a ser algo aburrida en ocaciones

Nota: 4,5/10

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Fotograma de ‘Maestro Jardinero’
  • El triángulo de la tristeza, de Ruben Östlund

¿Cómo viven realmente los ricos? ¿Son tan superficiales cómo creen algunas personas? Estas son algunas de las preguntas que responde la película. Eso sí, la obra es una auténtica sátira de la clase alta y de aquellos que viven de su imagen, obsesionados con las apariencias.

Su peculiar humor mezcla las secuencias surrealistas con un guion disparatado, lo que provoca las carcajadas e incredulidad del espectador. La comicidad de la película tiene como base diferentes situaciones escatológica que, pese a su simplicidad, logran que el público dibuje una sonrisa, aunque puedan resultar algo desagradable para las personas más sensibles.

Pese a su cara más divertida, la obra reflexiona sobre la importancia del dinero, el poder o la configuración de las clases sociales. Bajo el filtro del humor, la propuesta provoca que el espectador se sitúe en diferentes puntos de vista y empatice con algunos de los personajes. Por eso, aunque pueda parecer una cinta muy superficial (cómo el tema que aborda) está llena de profundidad.

Técnicamente, la película introduce al espectador dentro del yate en el que se desarrolla gran parte del largometraje. Los movimientos de cámara consiguen recrear el comportamiento de la embarcación cuando el mar no acompaña. Estos detalles también hacen que el público conecte más con lo que se ve en pantalla.

Lo mejor: la crítica social teñida de un humor hilarante

Lo peor: La situaciones escatológicas pueden resultar desagradables para parte de los espectadores

Nota: 8/10

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Fotograma de ‘El triangulo de la tristeza’