Título: Emma
Año: 2020
Duración: 124 min.
País: Inglaterra
Dirección: Autumm de Wilde
Guión: Eleanor Catton (Adaptación: Jane Austen)
Música: Isobel Waller-Bridge, David Schweitzer
Fotografía: Christopher Blauvelt
Reparto: Anya Taylor-Joy, Angus Imrie, Letty Thomas, Gemma Whelan, Bill Nighy, Aidan White, Rupert Graves, Edward Davis, Johnny Flynn, Miranda Hart, Esther Coles, Mia Goth, Myra McFadyen
Productora: Working Title Films, Blueprint Pictures
Distribuidora: Universal Pictures Spain
Género: Drama de época. Comedia.
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Pasó desapercibida en su momento de estreno en salas en España y también tras el anuncio de las nominaciones de los Oscar el mes pasado, a pesar de finalmente recibir dos, la de Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Maquillaje y Peluquería. Resulta bastante extraño que la ‘opera prima’ de Autumm de Wilde no haya tenido una mayor repercusión, tanto en España como a nivel internacional. Y es que Emma, aparte de ser una maravillosa obra, cuenta con algunos ingredientes que deberían llevar el éxito de su mano.
Es una adaptación de una novela de Jane Austen, es un drama romántico con toques cómicos ambientado en la Inglaterra más clásica (como la siempre elogiada y amada por la audiencia Orgullo y Prejuicio, también adaptación de Austen) y, por si fuera poco, está protagonizada por una de las actrices del momento, Anya Taylor-Joy (Gambito de Dama). Estamos quizás ante la la protagonista más vanidosa y engreída jamás creada por Austen, algo que puede dar paso a ser una obra más odiada o más amada para los seguidores de las adaptaciones de la afamada novelista británica.
Emma es un placer en muchos sentidos. Es un placer visual, con esos tonos pastel propios de los ropajes y la decoración de la época georgiana. Su fotografía recuerda en muchos momentos a la filmografía de Wes Anderson, siempre en busca de una simetría perfecta. Emma también es un placer sonoro, y es que el trabajo y el esfuerzo en la dicción de su elenco protagonista es uno de los puntos fuertes del filme. Destacan, sobre todo, las actuaciones de la genial Anya Taylor-Joy y de Bill Nighy, a quien nos gustaría haber visto más en pantalla y quien protagoniza varios de los momentos más hilarantes de la obra con una naturalidad y elegancia apabullantes.
Emma (Taylor-Joy) es una protagonista algo atípica dentro de este tipo de historias. Lejos de esas personajes finas, elegantes, bondadosas y carentes de maldad que solemos ver en este tipo de historias (y que hemos visto en otras obras adaptadas de novelas de Austen), estamos ante una joven que se define a sí misma como «hermosa, lista y rica«, ni más ni menos. Con un ego y una prepotencia iniciales que podrían hacer que el público odiase a la protagonista de la historia, su evolución a lo largo de la película y el magnetismo de Anya Taylor-Joy, a quien la cámara adora, hacen que cualquier espectador acabe deseando un feliz desenlace para Emma.
La obra retrata muy bien a esa alta sociedad pomposa, interesada y en muchas ocasiones falsa de la Inglaterra de inicios del siglo XIX. De Wilde consigue que el público se sumerja en los entresijos de las grandes casas y los líos amorosos de la ‘jet set’ de la época y, lejos de presentar un relato tedioso, consigue dar una visión moderna y novedosa de un tipo de historia que ya se había tratado con anterioridad en el cine.
Se echa en falta la presencia de Emma en alguna que otra categoría más de los premios de la Academia de Hollywood. Quizás Nighy en la categoría de Actor de Reparto (si en esta categoría entraran realmente actores con roles secundarios, aunque ese es otro tema), o en Guión Adaptado, puesto que muchos de sus diálogos son realmente elogiables y dignos de tener en consideración aunque en ocasiones puedan buscar la risa del espectador de una forma un tanto forzada.
Emma ya no se puede disfrutar en salas de cine, pero sí podemos hacerlo desde nuestras casas, y es que Rakuten la ha incorporado recientemente a su catálogo, siendo uno de los títulos más interesantes que podemos visionar actualmente en la plataforma.
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Lo mejor: Su cuidada fotografía, diseño de vestuario y la actuación de su elenco protagonista.
Lo peor: Algunas ocasiones en las que el guión busca de una forma demasiado explícita la burla.
Nota: 8/10