Eduardo ve por primera vez una foto de su querida Kim.

‘Eduardo Manostijeras’ (I) : lo bueno y la moralidad

Los padres siempre intentan enseñar a sus hijos lo que ellos consideran que es bueno. Si se quiere dar el nombre técnico, lo que quieren transmitirles es una moralidad.

En Eduardo Manostijeras (Burton, 1990) el progenitor del personaje principal muere antes de poder educarle completamente. Como consecuencia, Eduardo (Johnny Depp) se queda solo y aislado. Por si fuera poco, el prematuro adiós de su padre provoca que viva sin manos. Con este desesperanzador escenario vive nuestro protagonista.

A simple vista, es lógico que se piense que un «humano» como él no puede encajar en una sociedad sujeta a leyes y comportamientos morales. Sin embargo, la pregunta que se plantea en este análisis es si realmente existe la moral en el vecindario dónde se desarrolla la película.

Para ello se van a utilizar conceptos propios de la filosofía kantiana. Por si hay algún lector ansioso de saber la respuesta, ya le aviso que es una palabra de dos letras. Ahí tiene su primera pista.

La moralidad kantiana

El filósofo Inmanuel Kant propone una ética deontológica donde el deber es su valor central. Para él, sólo la buena voluntad puede considerarse como un bien por sí mismo y por entero. Es más, la voluntad autónoma es la única fuente de moralidad en lo que a las acciones se refiere. Así, la voluntad buena lo es por sí misma y siempre actúa por deber.

Frente a otras éticas que tienen como bien supremo a la felicidad, al placer o a cualquier otro bien ajeno a la razón; Kant afirma que sólo esta puede dictaminar lo que se debe hacer de manera obligatoria.

De esta manera, los resultados de una acción no determinan la moralidad, sino que el valor recae en haber actuado conforme al deber. Por lo tanto, Kant propone con su ética deontológica que para saber si una acción es moral se debe tener en cuenta no sus consecuencias, sino si cumple con el deber.

En un primer vistazo se puede afirmar que los personajes que habitan en el vecindario viven moralmente porque se comportan «cómo se debe». Todos siguen las leyes y tienen unas vidas sencillas y monótonas. La única que parece romper con esta descripción es Joyce (Kathy Baker), ya que desea escapar de su aburrida rutina de ama de casa.

Eduardo Manostijeras
Joyce tiene, sin que Eduardo lo sepa, la mejor experiencia de su vida. (Foto: 20th Century Fox) 

En efecto, Joyce sigue una ética que es lo contrario a lo que Kant propone, pero, no es la única. De hecho, todos los individuos que conforman la sociedad, si seguimos los postulados kantianos, existen completamente alejados de la moralidad.

Kant afirma que el ser humano tiene la espontánea capacidad de poder darse a él mismo sus propias leyes con independencia de la exigencia de sus tendencias sensitivas. Estas leyes objetivas son dictadas por la razón gracias a la libertad y tipifican lo que debe ser y lo que debería pasar. Toda acción, apunta, debe ajustarse a nuestra voluntad autónoma.

Como última parte, para comprender la teoría del análisis, hay que destacar los conceptos del imperativo hipotético, el imperativo categórico y las máximas morales.

Los imperativos hipotéticos y el categórico

El primer imperativo que se impone a la voluntad es el de habilidad o técnico. Este es descrito por Kant como aquel que debemos seguir para adquirir una habilidad.

El segundo es el pragmático, que es aquel que establece las pautas que se deben seguir para alcanzar la felicidad.

Estos dos son hipotéticos porque buscan el mejor medio para un fin y sus acciones sólo son buenas si con ellas se puede conseguir dicho fin.

El tercero es el imperativo categórico. Este es el moral y representa una acción buena por sí misma.

Así -antes de meternos en materia comparativa- para que los personajes de la película sean morales, deben guiarse por los mandamientos del imperativo categórico, ¿lo harán?

Los tres principios: universalidad, dignidad y legislación

Las máximas morales deben cumplir, entre otros, el principio de universalidad, el de dignidad y el de legislación.

  • Universalidad

El primero se basa en la implicación de una absoluta necesidad y se puede resumir como obrar de forma que una máxima pueda servir como ley universal.

Eduardo Manostijeras
Eduardo se enfrenta a un guisante. (Foto: 20th Century Fox) 

En el barrio todos los personajes tienen una cara oculta, todos viven engañando. Nadie actúa conforme al deber, todo lo contrario, todos se mueven por saciar los intereses individuales que determinan sus más profundos y frustrados deseos.

Los personajes femeninos representan casi en su totalidad a amas de casa insatisfechas con sus vidas. Su único entretenimiento es reunirse para cotillear sobre la vida de los demás y así sentirse menos vacías. Sin ninguna duda, este comportamiento no es uno que se desearía que fuese universal.

Joyce es el ejemplo perfecto de una persona que no vive conforme al deber. Ella, cuando no está su marido, sólo quiere tener encuentros con otras personas que le resulten excitantes. Quiere tener sexo con ellos, pero por infortunios externos no puede. Se mueve por el placer y pretende evadir su dolor. Se puede decir que tiene una ética hedonista y representa lo contrario a los postulados morales kantianos.

Por ejemplo, ella al ver que no ha podido tener una relación sexual con Eduardo corre la voz de que este ha intentado violarla sabiendo que es mentira; y, obviamente, el engaño no se puede querer como algo universal. Además, no es algo bueno.

Si se analizan los personajes de la familia adoptiva de Eduardo, todos excepto Kim (Winona Ryder) actúan por intereses individuales. La madre (Dianne Wiest) utiliza a Eduardo para hacerse un nombre dentro de la empresa; el padre (Alan Arkin) proyecta en Eduardo su sueño de tener un negocio propio y Kevin (Robert Oliveri) sólo lo quiere para hacerse el interesante delante de sus compañeros de clase. Sin embargo, cuando Eduardo es perseguido, ya no quieren saber nada de él. Lógicamente, esta manera de actuar no se puede considerar como universalmente buena. Con sus acciones dan la espalda a una correcta moralidad.

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Las vecinas muestran su curiosidad en conocer a su peculiar nuevo vecino. (Foto: 20th Century Fox)

Un último ejemplo sería que mientras Eduardo es percibido como algo distinto, todos quieren que les corte sus setos, el cabello de sus perros o el suyo propio. Pero, cuando es visto como alguien malo, todos quieren acabar con él. Es la hipocresía en su máximo esplendor. Esta no se puede apreciar como algo universalmente moral ni como un bien bueno.

De esta manera, todos tratan a Eduardo como un medio para alcanzar sus deseos, por ello vulneran el segundo principio del imperativo categórico: el de la dignidad.

  • Dignidad

Kant lo describe así «obra de tal modo que consideres a la humanidad tanto en tu persona como en la de cualquier otro, no sólo como un medio, sino siempre como un fin en sí mismo».

Según el filósofo prusiano, si se concibe al sujeto como un objeto para satisfacer las inclinaciones vitales propias, entonces le estás robando su bien más querido: su voluntad, su dignidad… y ya se ha explicado que sólo la buena voluntad es un bien en sí mismo.

Está bastante claro que Eduardo es en todo momento un medio que permite a los demás satisfacer sus placeres. En el momento en el que este medio es concebido como nocivo, todos quieren que huya de sus vidas. Nunca se interesaron en conocer a Eduardo, sólo a sus manostijeras. No se fijaron en el sujeto, sino en su objeto.

Eduardo Manostijeras
Joyce se prepara para saciar sus placeres más ocultos. (Foto: 20th Century Fox) 

Como se dice en la secuencia en la que están entrevistándole en la televisión, «si tuviera manos normales sería como todo el mundo; no saldría por la tele ni sería especial«. En todo momento es visto como un producto televisivo que sirve de escape a las aburridas vidas del resto de personajes. Con esta escena, el director hace una feroz crítica a la moralidad de los medios de comunicación.

Si se acuerdan hay una escena donde el padre le dice a Eduardo que no se vive sólo con galletas, que estas no sirven para pagar los gastos. Todo el mundo se aprovecha de él, le tratan como a una mascota a la que le dan comida como recompensa.

No hace falta decir que todas estas acciones, además de atentar contra la dignidad de Eduardo, no son universalmente válidas.

  • Legislación

Además de vulnerar estos dos principios, también violan el tercer y último postulado que se trata en este comentario: el de la legislación.

Kant afirma que cada quien debe imponerse cumplir preceptos universales a través de la razón. Además, plantea un hipotético «reino de los fines» en el que todas las personas se autoperciben como fines en sí mismos y sus acciones contribuyen a la concordancia social.

Aparentemente hay una conformidad entre el vecindario porque todos tienen los mismos horarios, las mismas normas y el mismo tipo de vida. Pero, no son autónomos que se dan a ellos mismos sus propias leyes, sino que son heterónomos que se adscriben a unas leyes externas dictadas por otros. Por lo tanto, también infringen este principio moral.

Kevin presenta a su nuevo amigo (Foto: 20th Century Fox) 

Si los vecinos ni viven moralmente ni tienen moral -si se siguen los principios kantianos- Eduardo tampoco lo hace por una sencilla razón: sus acciones tienen como bien supremo a Kim, no al deber. Así, Eduardo no sigue la ética deontológica de Kant.

La moralidad de Eduardo

Eduardo roba una casa porque «tú me lo pediste», no le dice nada a la policía porque sabe que inculparía a Kim y no la abraza porque sabe que puede hacer daño a lo que él más quiere en el mundo. Su vida es Kim y por ella guía todas sus acciones. Estas sólo son buenas si la ayudan. Esta es la base de su moralidad.

Eduardo trata de acostumbrarse a nu nueva vida. (Foto: 20th Century Fox) 
Conclusión

Como conclusión, ninguno de los personajes de la película viven moralmente si se siguen los supuestos éticos y morales propios de la filosofía kantiana. Así, conviven ajenos a la moralidad.

REFERENCIAS:

Video Lluna Pineda – KANT: Fundamentación de la metafísica de las costumbres (Español) – YouTube

Video Ram Talks – ¿ERES BUENO? (Immanuel Kant) – Formulaciones del IMPERATIVO CATEGÓRICO en la DEONTOLOGÍA KANTIANA – YouTube

Video Unboxing Philosophy – La Ética en Kant – YouTube