Cuenta atrás para ‘The Batman’: El Batman kitsch de los 60

Ya queda menos para la tan esperada «The Batman» dirigida por Matt Reeves y en 35 milímetros queremos hacer un viaje por el cruzado de la capa.

Robert Pattinson, ante los cuchillos afilados de las críticas antes de tiempo, ha sabido renacer en tan solo dos tráilers. El 4 de marzo veremos si esto es solo una fachada o de verdad estamos ante uno de los mejores Batman de la historia del cine.

Sin adelantarnos al futuro más próximo, vayamos atrás y recordemos de dónde venimos y cuál ha sido el camino del Hombre Murciélago hasta hoy.

Hoy me gustaría meterme un poquito con un Batman sesentero, que le dio color al Batman de los 40, interpretado por Lewis G Wilson en 1943 y Robert Lowery en 1949. Un traje precario y casi de pijama daba lugar a uno más colorido.

Cabe destacar así la serie de TV realizada desde 1966 hasta 1968 donde se presentaba a un Batman kitsch interpretado por Adam West. Esta serie servirá como base para la película que se estrenará en 1966, Batman (Batman, Leslie H. Martinson, 1966).

El traje de Batman sigue siendo de goma espuma al igual que en el serial de los años 40, pero esta vez la capucha algo más ajustada. Lo que llama la atención de esta serie es la representación “ridícula” e infantil del personaje creado por Finger y Kane. Se quería aprovechar el nombre de Batman ya que había tenido éxito en los cómics y así intentar agradar a todos los públicos, sobre todo a los niños. Se explotan los escenarios y las escenas cómicas de lo más variopintas. Un humor que una parte del público no entendió, pero que se acogió como algo innovador obteniendo un gran éxito originando lo que hoy conocemos como la batmanía.  

 

Había nacido un verdadero icono popular, pero no era el símbolo que había creado el gran Bill Finger en 1939. Bob Kane, un hombre de negocios, veía con buenos ojos el éxito comercial de la serie, pero sólo los verdaderos seguidores del personaje sabían que éste tan sólo era un Batman distorsionado acorde a la época que le tocó vivir.  

En la serie la esencia de Batman y demás personajes se perdió, se optó por una óptica concreta, la de la autoparodia. Veremos a Batman llorar, bailar, sonreír, sonarse la nariz con un pañuelo…etc. La oscuridad no existe en el mundo colorido en el que se encuentra la cultura Pop, y Batman pierde así toda su esencia. Desde su traje y fisionomía, sus historias, el Bat-móvil y la Bat-cueva, entre otros elementos, el color y la ironía inundan al personaje. Aún así, la estética cómic se encuentra presente, y es que uno de los recursos tradicionales de éste son las onomatopeyas, muy vivas en las escenas de acción de la serie.

Nos guste más o menos, el éxito comercial de este personaje nació aquí, en un Batman poco fiel a los cómics pero que sirvió para darse a conocer entre el gran público. Ese que todavía no se había adentrado en las páginas creadas por Bob Kane y Bill Finger..