Crítica – ‘Sex Education’

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Poster de Sex Education

Título original: Sex Education

Año: 2019

Duración: 45 minutos

País: Reino Unido

Dirección: Laurie Nunn (Creadora), Kate Herron, Ben Taylor

Guion: Bisha K. Ali, Sophie Goodhart, Laura Hunter, Laura Neal, Laurie Nunn, Freddy Syborn

Música: Matt Biffa, Ciara Elwis, Jake Bourton, Joss Colin, Neil Collymore, Simon Gershon,Jon Salmon-Joyce, Robert Searl, Doug Sinclair, Gareth Rhys Jones, Jonathan Smith

Fotografía: Steve Ackroyd, Calum Ross, David Webb, David Key, Ilana Garrard, Tom Walden,Cai Thompson, Will Cook, Annabelle Bevan, Axi Butterworth, Charlie Ruth Chadwick, Sophie Louise Cowdrey

Reparto: Asa Butterfield, Gillian Anderson, Emma Mackey, Chaneil Kular, Alistair Petrie,Connor Swindells, Cerys Watkins, Kedar Williams-Stirling, Aimee Lou Wood,Mimi Keene, Tanya Reynolds, Patricia Allison, Simone Ashley, Chris Jenks,Max Boast, Kadeem Ramsay, Tish Kumar, Daniel Adegboyega, Edward Bluemel,Femi Elufowojo, Lily Newmark, Rakhee Thakrar, Milly Thomas, Adam Young

Productora: Eleven Film. Distribuida por Netflix

Género: Comedia

Ficha en Sensacine

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Cuando hablamos de series es inevitable pensar en los grandes éxitos de producción propia que Netflix ha conseguido crear en los últimos años, convirtiéndose en la plataforma de distribución por excelencia. No obstante, todavía había un target que a la plataforma se le venía resistiendo: el público adolescente amante de las comedias.

Pese a intentarlo con títulos como ‘Everything Sucks!’ o ‘Insatiable’, Netflix aún no había conseguido dar con la fórmula mágica para captar la atención de este segmento de audiencia. Al menos cuando se trataba de producciones con actores, puesto que este tipo de público sí que había sido atraído por sus comedias de animación para adultos como ‘Bojack Horseman’ o ‘Big Mouth’.

Y es precisamente este último título el que más se asemeja a lo que esta nueva ficción ofrece, pero mientras que ‘Big Mouth’ retrata los problemas de la pubertad de una forma un tanto caricaturesca con escenas absurdas y personajes alegóricos, ‘Sex Education’ se aproxima más a la realidad presentando conversaciones incómodas sobre sexo con un tono con el que el público, joven y adulto, puede sentirse plenamente identificado.

Maeve (Emma Mackey) y Otis (Assa Butterfield) deciden montar un «consultorio sexual» en su instituto

Llama la atención como en una época en donde la juventud está expuesta al sexo diariamente y donde cada vez hay una mayor presión para tener relaciones a edades tempranas, todavía continúa siendo un tema tabú para gran parte de la sociedad. Este falso puritanismo es el que lleva a que continúe existiendo mucho desconocimiento y proliferen los falsos mitos sobre temas esenciales de la experiencia sexual.

Esta es quizás la clave del éxito de ‘Sex Education’: una serie que actúa más como guía de la sexualidad y que acaba siendo mejor que cualquier clase  para que jóvenes y no tan jóvenes aprendan a descubrir sus cuerpos, resolver sus problemas y disfrutar de la experiencia. Un manual también para que los padres pueden comprender un poco mejor la realidad de sus hijos millennials.

La ficción británica aborda temas tan complejos como la identidad sexual, las familias disfuncionales, los embarazos no deseados, el bullying, la falta de autoestima, la repercusión de las drogas en el rendimiento coital y la presión o falta de apoyo familiar. Todo ello de la mano de unos personajes que pese a parecer, en un primer momento, clichés andantes (la popular que se deja llevar por la presión de grupo, la chica mona y rebelde, el chico gay gracioso, el hijo gamberro del director…) con el transcurso de los capítulos profundizan en cada uno de ellos, dejándonos ver toda su realidad y complejidad. Así se observa que para nada nos encontramos ante unos personajes planos, sino que más bien son un complejo puzzle en constante evolución, con los que es más fácil empatizar y sentirse identificado.

En todo esto también tienen parte de ‘culpa’ las impecables actuaciones de todo su elenco, especialmente las de Gillian Anderson y Assa Butterfield. Otro punto a su favor es su adecuadamente seleccionada banda sonora, acorde con el gusto musical de los protagonistas, donde se combinan canciones de artistas tan representativos de la década de los 80 como The Cure, a-ha. Talking Heads o Billy Idol, entre muchos otros.

Nota: 9

Lo mejor: Que una serie para adolescentes por fin trate el tema de la sexualidad de una manera realista y cercana para la generación millennial.

Lo peor: Ser tan adictiva pues esta primera temporada solo cuenta con 8 capítulos y te dejarán con ganas de más.