Crítica – ‘Sedimentos’

Título original: Sedimentos

Año: 2021

Género: Documental

País: España

Duración: 89 mins.

Dirección: Adrián Silvestre

Guion: Adrián Silvestre

Reparto: Alicia de Benito, Magdalena Brasas, Cristina Millán, Tina Recio, Saya Solana, Yolanda Terol

Fotografía: Laura Herrero Garvín

Montaje: Adrián Silvestre

Producción: Adrián Silvestre Films, Testamento

Distribución: Begin Again Films

Ficha en Filmaffinity

Sedimentos' lanza un alegato de la individualidad en el mundo transexual

Un grupo de mujeres van a visitar un pueblo en León. Vienen de Barcelona a pasar un fin de semana, una casa rural entre amigas. Deciden venir aquí porque es el pueblo natal de una de ellas, que lleva un tiempo planteándose que igual prefiere quedarse en el pueblo, no volver a Barcelona: al fin y al cabo, es con lo que se crio, y el ritmo de la gran ciudad puede ser asfixiante. Las mujeres se conocen, a pesar de su diferencia de edad y de provenir de contextos muy diferentes, porque todas forman parte de la asociación I-vaginarium, una plataforma de apoyo a mujeres trans.

Hay una dicotomía curiosa en Sedimentos, la nueva película de Adrián Silvestre, que hace complicado abrazarla completamente, pero que la convierte en algo realmente fascinante. Cuesta creer que lo que estamos viendo sea un documental, porque el dispositivo fílmico está planteado de tal forma que la construcción de los planos, la forma en que funcionan juntos, no da la impresión de dejar que la improvisación tenga el papel fundamental al que estamos acostumbrados en el cine de no-ficción.

Sin embargo, las conversaciones, la química entre las protagonistas, la forma en que la historia está desarrollada y los pequeños conflictos que surgen entre ellas, respiran gracias a que la realidad se entromete indudablemente entre cualquier planteamiento que Silvestre pudiera haber realizado de antemano.

Sedimentos': la larga lucha de las transexuales

Sedimentos deja que sus protagonistas hablen; es, principalmente, una película de diálogos, de sobremesas, de personas expresando sus ideas con respecto a sus identidades y al mundo. Hay espacio para que cada una de ellas cuente su historia, sus preocupaciones, sus problemas y, en resumen, se represente. No sé hasta qué punto los diálogos están escritos en un guion, pero estoy seguro de que, independientemente de que la conversación haya sido más o menos guiada, todas han trabajado en la película y la han hecho suya.

En muchos aspectos, Sedimentos está estructurado como un viaje de fin de curso, como una excursión, hasta el punto de tener la obligada fiesta la última noche, la comida resacosa del día siguiente con los ánimos algo más crispados… la magia de la película (y Sedimentos es casi un truco de magia) está en convertir las vidas de estas mujeres en algo al mismo tiempo totalmente cotidiano y filmable por fascinante.

Se trata de una película exquisita en su gusto a la hora de grabar, que construye un relato con pequeñas puntadas, pero que no se estanca en la forma, ya que siempre deja espacio a sus protagonistas para que sean ellas las que elaboren el fondo mostrando, conforme avanza el viaje, sus múltiples capas, los sedimentos que se han acumulado para que sean como son hoy.

Lo mejor: la química entre las protagonistas.

Lo peor: no saber si es documental o ficción puede pesarle a algunos espectadores.

Nota: 7/10