Crítica – ‘Patrick Melrose’

Patrick Melrose
Póster de Patrick Melrose

Año: 2018

País: Reino Unido

Dirección: Edward Berger

Guion: David Nicholls (Novelas: Edward St. Aubyn)

Música: Volker Bertelmann

Fotografía: James Friend

Reparto: Benedict Cumberbatch, Jennifer Jason Leigh, Hugo Weaving, Blythe Danner,Anna Madeley, Allison Williams, Holliday Grainger, Jessica Raine, Pip Torrens,Prasanna Puwanarajah, Indira Varma, Declan Rodgers, Celia Imrie, Asheq Akhtar,Jennifer Armour, Paul Bullion, Nancy Crane, Richard Dixon, Dixie Egerickx,Janine Harouni, Tim Ingall, Cameron Jack, Kevin Layne, Naoko Mori, Cory Peterson,Lila Prideaux, Gregory Darryl Smith, Margo Stilley, Jo Wheatley, Eben Young

Productora: Showtime, Sky Atlantic, Little Island Productions, SunnyMarch, West Fourth Films. Distribuida por Showtime

Género: Drama, comedia

Tras la última temporada de ‘Sherlock’, los seguidores del actor británico Benedict Cumberbatch, estaban desolados. Verle en el cine, en las producciones de Marvel (Doctor Strange, Thor: Ragnarok y Vengadores: Infinity War), no es suficiente cuando el público se ha acostumbrado a tener al polifacético artista asiduamente en televisión.

Patrick Melrose
Fotograma de Patrick Melrose

Las alarmas sonaron en el mes de mayo, cuando la distribuidora Showtime lanzó al mercado la miniserie Patrick Melrose. Una comedia dramática, protagonizada por Cumberbatch, que cuenta con cinco episodios que relatan la vida de, un aristócrata inglés que lucha por vencer sus demonios internos y superar sus problemas con el alcohol y las drogas, derivados de una infancia complicada con un padre terriblemente estricto (Hugo Weaving) y una madre (Jennifer Jason Leigh) que, como él, bebía demasiado.

Cada capítulo, dedicado a cada una de las cinco novelas de Edward St. Aubyn, está escrito para televisión por el nominado al BAFTA David Nicholls (Lejos del mundanal ruido) y dirigido por Edward Berger (Deutchland 83). Una saga que comienza en el sur de Francia en la década de 1960, continúa en el Nueva York de la década de 1980 y acaba en Gran Bretaña a principios de la década de los 2000.

El escritor Edward St. Aubyn destaca por la ironía e implacable manera que tenía de referirse a la clase privilegiada inglesa. La crítica era su punto fuerte y su narrativa ha llevado a muchos expertos a compararlo con figuras de la literatura universal como, por ejemplo, Oscar Wilde y Evelyn Waugh. Por lo tanto, la tarea de llevarlo del papel a la pantalla era compleja.

El resultado ha sido tremebundo. La trama se desarrolla a un ritmo adecuado y conjuga un guion agridulce, divertido e intenso con una fotografía (James Friend) espectacular. El uso del color y el sumo cuidado de la ambientación son sublimes y nos regala algunos planos como estos:

Los planos cenitales son recurrentes y es donde más claro se aprecia la importancia y uso de las paletas de color en el cine. En este caso, por ejemplo, los tonos azules, blancos y grises se emplean cuando Melrose ha consumido drogas, se encuentra mal o tiene ansiedad. Sus adicciones se van revelando a lo largo de los episodios, pero especialmente en el primero, la interpretación de Cumberbatch cautiva y transmite esa angustia, devastación y excentricidad por la que se rige su personaje que, además, ocupa casi el 100% de las escenas.

Asimismo, Patrick Melrose versa sobre la hipocresía y la inmoralidad de los lores de Inglaterra y de las apariencias. Algo que hace mella en el protagonista y causa estragos en él, ¿cómo comportarse ante la muerte de un familiar muy cercano que te ha destrozado la vida desde la infancia? La obra permite ver la evolución de todo esto, desde la niñez hasta el panorama actual de un hombre de 40 años, los extremos hasta los que llega y se presiona al actor resulta vertiginoso.

 Allison Williams (Girls), Hugo Weaving (V de Vendetta), Jennifer Jason Leigh (Twin Peaks) y Anna Madeley (The Crown) completan un reparto que fluye perfectamente para contar la dura historia del aristócrata. La música, a cargo de Volker Bertelmann, aparece en los momentos más laxos, en esta miniserie los silencios juegan un papel fundamental, ya que son estos los que abruman al personaje y a los espectadores en los momentos más aflictivos.

Esta creación dará que hablar a la crítica y a los académicos este 2018. Si Sherlock le valió a Benedict Cumberbatch, el Emmy a Mejor Actor de Miniserie, Patrick Melrose podría conducirle, indiscutiblemente, a una segunda candidatura. En nuestro país, su estreno está programado para este otoño, en la cadena Sky España.

Lo mejor: La composición

Lo peor: Nada a destacar

Nota: 10