‘Nueva tierra’, una película de drogas, gente guapa y tribus de frikis que desearía no haber visto

Titulo original: Nueva Tierra

Año: 2024

País: España

Director: Mario Pagano

Guion: Mario Pagano

Fotografía: Mario Pagano

Música: Mario Pagano

Reparto: Iván Sánchez, Juan José Ballesta, Andrea Duro, Imanol Arias, Almar G. Sato, Raúl Olivo, Armando Balboa, Vania Villalón, Candela Camacho, Vicky Montezano…

Compañías: Good Friends Pictures

Género: Ciencia ficción. Thriller. Aventuras. Drama. Futuro postapocalíptico. Pandemias

Ficha en Filmaffinity

Nueva tierra es otro ejemplo de lo que no tiene que hacer nuestro cine patrio, una ensoñación confusa que a veces se torna en pesadilla para el espectador. El único mérito de la cinta es que arriesga, y eso es valiente; pero nada más. La sinopsis promete: una familia vive en una Galicia postapocalíptica rodeada de tribus, una de las cuales secuestra a niñas, pues las mujeres son un bien escaso y preciado en este nuevo mundo. Aunque la tragedia les rodea, ellos viven en un oasis de naturaleza y paz. Ye es así hasta que un día se llevan a la hija, matan a la madre y hieren a al padre, el protagonista de la historia. Una atrevida y curiosa premisa y un elenco conocido que pueden animar a los curiosos a ver esta película. Mala idea.

La mitad de la cinta son ensoñaciones, alucinaciones, juegos de cámara y de sonido que a veces llegan a marear. El protagonista, el padre, sigue un camino del héroe lisérgico en busca de su hija, pues toda vez que es herido (que pasa mucho) o incluso cada vez que hace cualquier cosa, las imágenes confusas y politoxicómanas rellenan los huecos de un guion que no lleva a ningún sitio. Pues bien, este señor, por lo que sea, se pasa toda la película mostrando su cuerpazo: un torso apolíneo, sin un gramo de grasa, bronceado y sin rastro de la menor señal de bello corporal, a excepción de una barba recortada y cuidada (vamos, la típica apariencia del final del mundo). Parece que su función en la película es amortizar el gimnasio y el láser, aunque también parecen las vacaciones de un malasañero que viaja en verano al norte para ir a festivales alternativos (lo que explicaría la barba y las alucinaciones, supongo).

Las tribus son cuatro, a cada cual más extravagante. Están los del río, que no es precisamente el dúo musical, sino un grupo de señores que se visten como nativos americanos. También están las mujeres de la playa, guapísimas, puede que incluso más que el protagonista, y que visten como las chicas que asisten al Burning Man. No olvidar a los del bosque, los bárbaros, que van disfrazados de los malos del templo maldito, pero sin sacar corazones con la mano. Estos, además, reafirman mi teoría de que esta película es una metáfora de un mal viaje de tripis en un festival de hipijos, porque son unos fervientes amantes de las setas alucinógenas. Finalmente está la Legión, los secuestradores de niñas, que resultan ser una especie de secta de curas y monjas pedófilos y sadomasoquistas. Me gusta pensar en ese momento en el que colapsa el sistema y los supervivientes se agrupan en clanes en los que la ropa normal ya no es una opción y deciden optar por una moda más arriesgada.

Nueva tierra es, en definitiva, una película de drogas, gente guapa y tribus de frikis que desearía no haber visto.

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LO MEJOR: LA IDEA Y HACER COSAS NUEVAS
LO PEOR: EL MISTICISMO QUE SE BUSCA ACABA SIENDO RIDÍCULO
3