Crítica – ‘Little Fires Everywhere’

Título original: Little Fires Everywhere

Año: 2020

Duración: 60 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Lynn Shelton

Guion: Liz Tigelaar (Novela: Celeste Ng)

Fotografía: Trevor Forrest, Jeffrey Waldron

Reparto: Reese Witherspoon, Kerry Washington, Joshua Jackson, Rosemarie Dewitt, Jordan Elsass, Gavin Lewis, Jaime Ray Newman, Jade Pettyjohn, Anika Noni Rose, Lexi Underwood, Huang Lu, Stevonte Hart, John Pirruccello, Byron Mann, Austin Basis, Derek Brandon, Maverick Thompson, Jessica Tuck, Jesse Williams

Productora: Hulu. Hello Sunshine, Simpson Street, ABC Signature Studios

Género: Drama

Lynn Shelton ha vuelto a ponerse al frente del equipo de dirección de la nueva serie de Hulu, personajes complejos, vidas residenciales turbias, y su toque particular, común en series como ‘Shameless’, ‘Santa Clarita’s Diet’, ‘The Morning Show’ o ‘The Good Place’, la ira, la maldad, la desigualdad, disfrazada en barrios adinerados con personas llenas de buenas intenciones.

Efectivamente, estoy hablando de ‘Little Fires Everywhere’, la miniserie del verano, la miniserie del verano liderada, además, por dos grandes de la interpretación Reese Witherspoon y Kerry Washington.

‘Little Fires Everywhere’ cuenta con 8 capítulos que nos guías por la pequeña ciudad de Shaker Heights en Ohio, donde vive Elena Richardson (Witherspoon), una periodista local que sigue las reglas meticulosamente y que ayuda a mantener el orden en Shaker Heights al mismo tiempo que intenta sacar adelante a su familia de seis. Cuando Mia Warren (Washington) y su hija Pearl (Lexi Underwood), se convierten en inquilinas de Elena, las dos mujeres chocan, pero sus hijos se hacen amigos.

Esta sinopsis es correcta pero no se acerca ni un segundo a describir lo que le espera al espectador de esta ficción, podríamos decir que oficialmente la serie se sustenta en la vida común de 12 personajes, conectados entre sí, que aunque pertenezcan a una subtrama con pieza clave de la historia de esta serie, todo en ‘Little Fires Everywhere’ tiene sentido, encaja perfectamente, hay sentimiento, un excelente guion de Liz Tigelaar, y 8 capítulos disfrutables, podríamos decir que se trata de una serie de ritmo medio, donde cada capítulo hay una clave que nos sumerge en el siguiente.

Definir esta miniserie como un drama de los años 90 que nos habla de la perfección, las apariencias y el no salir de la zona de confort condenando tu vida al perfect ending de Barbie y Ken es muy poco, porque ‘Little Fires Everywhere’ habla de racismo, de homofobia, de miedos, del aborto, del arte, del amor, de las referencias impuestas, de arriesgarse por lo que nos apasiona, de los vértices más puntiagudos de la maternidad y de tomar decisiones difíciles. Y todavía me quedo corta. ‘Little Fires Everywhere’ crea su universo y, cada minuto, nos regala más, difumina la línea entre los buenos y los malos, y nos enseña lo mundano y lo extraordinario de sus personajes, nos muestra su dolor, sus monstruos y nos obliga a mirarlos fijamente.

 

Megan Stott y Gavin Lewis en escena

Y es que si la serie está liderada por dos maravillosas actrices que han oro cada vez que comparten pantalla, sus hijos, no se quedan atrás, pues ellos también llevan el peso principal de la trama, sorprende y estremece la calidad del trabajo de esta nueva cantera de actores y actrices, resaltando Lexi UnderwoodMegan Stott y Gavin Lewis.

Además, la diversidad de los personajes y sus tragedias diarias la convierten en una serie para todos los públicos porque cada personaje tiene un matiz, defiende o representa una cuestión con la que, en cierta manera, el espectador puede haberse sentido identificado.
El fuego es un elemento fundamental en esta producción, y tanto en su introducción como a lo largo de la historia, los directores de fotografía, Trevor Forrest y Jeffrey Waldron, se encargan de enseñarlo puesto que comienza por el final, y ya nos adelanta desde los primeros 2 minutos que todo va acabar en llamas, un incendio, una vida carbonizada.

Es más, nos adelanta el por qué la serie se llama ‘Little Fires Everywhere’, porque así es como comienza el fuego que se ve en la primera secuencia, ¿cómo se produjo el incendio?Comenzó con pequeños fuegos por todas partes.

Atrapa y entusiasma, nos hace pensar. Esta serie remueve y, por ello, en pleno mes de julio, tengo la certeza de que es la serie del verano, por lo menos, a mí me ha quemado.

Lo mejor: el guion y las interpretaciones de todos los personajes.
Lo peor: que sea una miniserie.
Nota: 10