Título original: Lion
Año: 2016
Duración: 120 min.
País: Australia
Director: Garth Davis
Guion: Luke Davies
Música: Volker Bertelmann, Dustin O’Halloran
Fotografía: Greig Fraser
Reparto: Dev Patel, Sunny Pawar, Nicole Kidman, Rooney Mara, David Wenham, Nawazuddin Siddiqui, Tannishtha Chatterjee, Deepti Naval, Priyanka Bose, Divian Ladwa
Productora: Coproduccion Australia-GB-USA; See-Saw Films / Screen Australia / Sunstar Entertainment / Weinstein Company
Género: Drama
Ficha en Sensacine
Ni los exóticos paisajes de Calcuta, ni la lacrimógena interpretación de Sunny Pawar, ni la historia en sí, consiguieron que Lion se llevara ni siquiera una estatuilla en los Oscar de las seis a la que optaba. Un final muy injusto ante una película de una belleza exquisita capaz de llegar al corazón de cualquier persona. Los hermanos Weinstein y Garth Davis, el director, se fueron de vacío en cuanto a premios, pero no en cuanto a una forma distinta de hacer cine.
Lion cuenta la historia, basada en hechos reales, de Saroo, un niño indio que se pierde accidentalmente y acaba a 1600 kilómetros de su casa sin conocer el idioma. Tras una serie de catastróficas desdichas, Saroo es adoptado por una familia australiana y empieza, allí, una nueva vida alejado de la pobreza de la India y de su familia biológica.
Si hay algo que destaca en esta película, además de la banda sonora, la fotografía y la juventud inmortal de Nicole Kidman, es el papel del Saroo (Sunny Pawar) de niño. Todas las desgracias por las que pasa este niño, incluso antes de desaparecer, y cómo las afronta, hace que seas tú el que quieras adoptarle. Su ternura, cercanía y valentía se merecen un reconocimiento y un aplauso que tumbe hasta el auditorio más grande del mundo. El Saroo de mayor (Dev Patel) es todo lo contrario (lógico, ya que la evolución y madurez del personaje es más que evidente). Es un hombre de negocios, responsable y contribuye a la economía familiar, sin embargo, su hermano adoptivo, Mantosh (Divian Ladwa), es todo lo contrario que él: vago, drogadicto y problemático. El papel de Rooney Mara, novia del Saroo de adulto, es prácticamente testimonial.
El filme está dividido en dos, incluso tres partes (según cómo se mire). La primera, transcurre íntegramente en la India y narra el viaje que hace el Saroo de niño y todas las calamidades y desgracias que pasa por el camino. Esta primera parte hace que no puedas parpadear ni un solo segundo. El pulso narrativo, así como el drama, es brutal. La segunda parte se desarrolla en Australia, cuando Sue (Nicole Kidman) y John Brierley (David Wenham) adoptan a Saroo y le llevan a la isla oceánica. Aquí, toda esa tensión inicial se diluye, haciendo que incluso te resulte un poco pesado seguir los diálogos. La última parte se podría decir que consiste en la vuelta a las raíces de Saroo, a la vuelta a la India.
La fotografía y la banda sonora son una maravilla, de ahí sus nominaciones a los Oscar. El misticismo de Calcuta hace que viajes hasta la joya de la corona británica y que sigas el viaje de Saroo como si estuvieras a su lado. La música india te hará bailar al ritmo del rayastán y mezclarte entre su cultura.
En definitiva, Lion tiene todos los ingredientes necesarios para ser considerada una de las mejores películas de este año, aunque la Academia de Cine no haya querido reconocerlo. Además, en España se realizaron diferentes preestrenos de esta película donde parte del dinero recaudado iría destinado al proyecto de rehabilitación de un orfanato para niñas y niños abandonados en el distrito de Anantapur (India) gracias a la Fundación Vicente Ferrer.
Lo mejor: la historia, en general, y la interpretación de Sunny Pawar.
Lo peor: la trama desarrollada en Australia.
Nota: 9/10