Título original: Dos
Año: 2021
Duración: 70 min.
País: España
Dirección: Mar Targarona
Guion: Cuca Canals, Christian Molina, Mike Hostench.
Historia: Daniel Padró
Música: Diego Navarro
Fotografía: Rafa Lluch
Reparto: Pablo Derqui, Marina Gatell
Productora: Rodar y Rodar
Género: Thriller
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De cuando en cuando, aparecen en las carteleras españolas algunas producciones independientes, arriesgadas y experimentales que, lejos de no ser aptas para todos los públicos, consiguen llamar una atención suficiente como para poder destacar entre los estrenos más esperados. Dos, el cuarto trabajo de la realizadora y productora Mar Targarona (El fotógrafo de Mauthausen), es uno de ellos.
Con este curioso e intenso thriller que logra toquetear con elegancia el subgénero del body horror, la directora demuestra su soltura a la hora de explotar una puesta en escena teatral y minimalista, trabajando la intriga y suspense para que el espectador sienta interés por la cinta durante todo su metraje.
La trama, muy apropiada para los tiempos que corren, nos traslada a una aislada y misteriosa habitación donde un hombre y una mujer, totalmente desconocidos, se despiertan desnudos y cosidos entre sí. Desde el principio, Dos promete desde sus primeros minutos tenernos enganchados un buen rato y descubrir, a la par que sus protagonistas, el motivo por el cual se encuentran atrapados y de qué forma poder escapar de su terrible cautiverio.
Por esto que contamos, Dos, sin lugar a dudas, puede hacer a más de uno recordar filmes como Oldboy (Chan-wook, 2003), Saw (Wan, 2004), El ciempiés humano (Six, 2009) o El juego de Gerald (Flanagan, 2017), ya sea por la claustrofóbica similitud que guarda su premisa con estas películas, como por sus desagradables (pero muy puntuales) momentos gore, o por contar con una inesperada revelación final.
Es aquí donde el guion peca de ser excesivamente precipitado al ofrecer un desenlace apresurado y, seguramente para muchos, insatisfactorio. Sin tener en cuenta la urgencia que ofrece un filme de poco más de setenta minutos de duración, el libreto podría haber dosificado más la información y profundizar más en algunos de los aspectos simbólicos que cuenta. Dos se ve como un cortometraje alargado, o bien, como una historia a la que le falta un pequeño epilogo con el que poner la guinda al pastel.
Pero sobre todo esto, hay que tener en cuenta que el pilar fundamental sobre el cual se sostiene Dos es el físico y químico trabajo actoral que realizan Pablo Derqui (Dime quién soy) y Marina Gatell (Lalola, La cocinera de Castamar). La pareja de intérpretes se entrega ante la cámara y carga sobre sus hombros con todo el peso de la historia, logrando transmitir con gran realismo el miedo, la incertidumbre y la tensión que sienten y sufren sus personajes en cada momento.
Dos es una propuesta que sorprenderá, gustará (y dará para un buen rato de charla) a aquellos espectadores que se atrevan a verla, siempre y cuando se encuentren familiarizados con los géneros a los que se adscribe. Y a los que no, pues también. No se dejen amedrantar por su visceralidad, más sugerida que explicita. Se agradece y se debe valorar el que haya atrevidas apuestas de este calibre en nuestro cine.
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Lo mejor: El físico y químico trabajo actoral de Pablo Derqui y Marina Gatell.
Lo peor: La historia se resiente en su parte final. Podría haber profundizado y repartido más y mejor algunos aspectos de su trama para evitar esto.
Nota: 7,5/10